en la penúltima página 86 Innovación disruptiva como ejemplo la aparición en su momento de Zara, Ikea o Starbucks. “¿Alguien podía haber hecho un plan de negocio al uso, en 1992, sobre un invento llamado Internet? En disrupción, mejor actuar para pensar, que pensar para actuar. Mejor la iniciativa a la inacción. No podremos pensar hasta que actuemos, obtengamos información, y refinemos nuestra propuesta”. “Como el yin y el yang oriental, toda empresa en la era de la velocidad deviene un constructor de tensión dinámica entre extremos: rojo y azul, incremental y disruptivo, explotación y exploración, táctica y estrategia, corto y largo plazo, jerarquía y fluidez, planificación y experimentación, eficiencia y aprendizaje, dirección ejecutiva y liderazgo inspirador. En el justo medio está la virtud: una empresa excesivamente escorada hacia sus océanos rojos, hacia su núcleo ignífugo, cae en obsolescencia”. Os recomiendo encarecidamente que os conectéis a La Vanguardia online y busquéis el artículo completo. Es un ejercicio de síntesis que, si se lee con conciencia plena, da mucho sobre lo que reflexionar. ¡Gracias Xavier! “La innovación disruptiva es aquella que irrumpe en el mercado, sin previa demanda de éste. Es obsoleto pensar que la innovación se origina en el mercado. Jamás se han visto manifestaciones de usuarios por las calles pidiendo que alguien inventara Internet, reclamando un Google, o urgiendo el GPS. La innovación disruptiva aparece en el tablero de juego y reconfigura sus reglas. El cliente no se entera hasta que no se la encuentra ante la nariz, y entonces, posiblemente, cambie su perfil de consumo y traicione a sus antiguas marcas”. Esta es la introducción de un brillante artículo de Xavier Ferrás, profesor de operaciones, innovación y data sciences en Esade (URL), publicado el pasado 4 de mayo en La Vanguardia. El término tiene algo más de un siglo y fue descrito por el economista austríaco Schumpeter, y una de sus principales características era, y es, que destruye las cosas preexistentes. Que se lo pregunten por ejemplo a Kodak, a BlackBerry, a Sears o a Toys R Us. Xavier Ferrás argumenta que “Un modelo de negocio es también una tecnología, un know-how organizativo que, de aparecer súbitamente, puede desequilibrar el status quo preexistente”, y pone Por Andrés de la Dehesa adehesa@sportmas.com ¿Alguien podía haber hecho un plan de negocio al uso, en 1992, sobre un invento llamado Internet? En disrupción, mejor actuar para pensar, que pensar para actuar. Mejor la iniciativa a la inacción.
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