TradeSport 275 - Abril 2019

idea de subir el IVA, el fitness ya estaba en plena transformación. Las actividades se multiplicaban exponencialmente año tras año y el fitness, en su definición más clásica, estaba siendo devorado por el nuevo mundo del wellness, cuyo gran “secreto” era aunar salud y deporte y promover la práctica deportiva como condición indispensable para estar bien emocionalmente. Y en este contexto, los gimnasios supieron reaccionar. Y lo hicieron justo en el momento más complejo. Con la crisis apretando y el gobierno poniendo palos en las ruedas, las instalaciones apostaron por una huida hacia adelante. En tecnología, en servicios, en oferta, en look incluso y, sobre todo, El fitness ha tenido una gran capacidad de transformarse. De adaptarse a una nueva realidad y, agazapado bajo el paraguas del wellness, seguir creciendo para consolidarse como uno de los universos más dinámicos del deporte. El fitness es una pieza clave para el sector. Parecía herido de muerte cuando al gobierno se le ocurrió la brillante idea de considerarlo un lujo y subió el IVA al 21%, pero superado ese bache (no fue fácil), el camino siempre ha sido hacia arriba. Y lo ha sido, sobre todo, por la capacidad que ha tenido este universo de transformarse. De adaptarse a una nueva realidad. De agazaparse bajo el paraguas del wellness para seguir creciendo, para consolidarse, sin hacer demasiado ruido, como uno de los universos más dinámicos del deporte. Quizás no en producto, pero sí en práctica y, sobre todo, en nuevas actividades y nuevos modelos de negocio. UN CAMBIO NECESARIO Lo acabamos de decir: el gran éxito del fitness hay que buscarlo en su capacidad -y agilidad- para transformarse. Para adaptarse a las necesidades de un consumidor muy cambiante y muy exigente. Y a un entorno donde la salud, el bienestar, se ha convertido en el eje sobre el que giran muchas “filosofías de vida”. Seguramente por esta razón, como decíamos, la nueva era del fitness comenzó cuando éste entró en la órbita del wellness. Dentro de esta burbuja del bienestar, ha experimentado un cambio radical en los últimos años. Por la crisis y por este nuevo culto a la salud que se ha impuesto con tanta fuerza. Dentro del mundo del wellness, el fitness representa la vertiente más atlética; la parte más vinculada al deporte, a los gimnasios.Y esta parte ha sido, en estos últimos años, uno de los muchos salvavidas a los que se ha agarrado el sector para mantenerse en pie durante la crisis. Como el running o el bike, el fitness ha sido vital para sobrellevar la crisis y, también, para que el deporte ganase nuevos adeptos. Bajo el paraguas del Wellness, el fitness se ha atomizado en un sinfín de actividades vinculadas al bienestar físico –y psíquico-. Actividades de gimnasio y, también, al aire libre o en centros especializados de salud. Para el deporte, algunos apenas tienen trascendencia porque no implica grandes volúmenes de venta, pero a nivel global “construyen” un sector con una identidad propia, fuerte, y preparado para seguir ganando fuerza. EL GIMNASIO SE ADAPTA A UNA NUEVA REALIDAD El fitness ha experimentado dos grandes puntos de inflexión en la última década.La subida del IVA y la reconversión de los gimnasios. Del IVA poco que decir. En su día frenó en seco la evolución del segmento poniendo en peligro la continuidad de muchas instalaciones y, sobre todo, los puestos de trabajo de miles de profesionales, pero se superó.Y se superó, entre otras cosas, porque los gimnasios supieron reinventarse, apostando por nuevos modelos de negocio. Antes de la crisis, incluso antes de la brillante 73 rte

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