de seguir ignorando un target como el de la mujer. Como hemos dicho,las reticencias de la mujer a la hora de entrar en la tienda tienen mucho más que ver con el entorno que con el producto. Y en eso sí que tiene la clave el comercio. Las marcas, casi sin excepción, están avanzando mucho en sus propuestas para mujer, y muchas tiendas tienen en sus estanterías un producto que podría tener muy buena acogida entre el público femenino. El problema es que la mujer no prioriza las mismas cosas que el hombre a la hora de comprar y para ella es muy importante dónde y cómo está expuesto el producto. Su compra es mucho más visual, y en eso tenemos las de perder siempre. Y a estas aturas es muy obvio que hay muy pocas las mujeres que se identifican con nuestro canal más allá de lo estrictamente atlético. LA GRAN PRIORIDAD: MANTENER EL MONOPOLIO DE LO TÉCNICO Si hace 5 ó 6 años alguien nos hubiera dicho que las grandes cadenas de la moda apostarían por el textil técnico más de uno se hubiera reído. Ahora, no solo han consolidado su apuesta por esta catelas tiendas de deporte. Es obvio, como hemos dicho, que, en determinados segmentos atléticos, especialmente el running, el pádel o el bike, la mujer está ganando mucho protagonismo, pero el volumen no está en lo técnico, sino en la moda deportiva.Y en eso nos ganan de calle. En la vertiente más técnica, como hemos dicho, el deporte está haciendo un gran trabajo. Por fin.Y en todas las categorías. El sector ha sabido adaptarse muy bien a los cambios de equilibrios hombre-mujer y al book del deporte femenino en determinadas categorías. Las marcas han desarrollado colecciones específicas para ellas, dejando atrás la costumbre de limitarse a cambiar tallas y colores a los modelos masculinos. De momento tenemos el monopolio de las ventas y hemos sabido entender lo que realmente buscaba este target. Hace apenas una década era muy poco habitual encontrar, por ejemplo, productos que tuvieran en cuenta la morfología femenina o su manera de hacer deporte, pero hoy en día casi todas las marcas diseñan colecciones en los que se tienen en cuenta estos parámetros.Y el trabajo ha sido muy bueno. Como muy buena ha sido, también, la respuesta del comercio… especialista. Pero lo técnico, pese a ser nuestra esencia, y pese a haber crecido considerablemente, no es el core business del sector. Lo es el sportwear, y en esta parcela las cosas son diferentes. Muy diferentes. Muchas marcas siguen apostando fuerte por las líneas femeninas y hacen un muy buen trabajo. El problema es que el comercio apenas confía en este tipo de colecciones. El look excesivamente masculino de muchas tiendas es un freno para la mujer y la competencia de las cadenas de moda debilita aún más la demanda. Es un pez que se muerde la cola: la mujer no entra en la tienda de deportes a comprar moda deportiva porque no le gusta la tienda; y la tienda no cambia sus estrategias porque, viendo la demanda, cree que no merece la pena. Y menos si se compite contra quien se compite. ¿Eso significa que las tiendas sean las grandes culpables de que el sportwear femenino no tenga mayor protagonismo en el canal? No, para nada. En la situación actual es complejo pedirle a según que perfil de tienda que arriesgue. Las marcas lo hacen porque tienen claro que esas colecciones, si no tienen salida en el canal deporte, la tendrán en el canal moda (de hecho algunas ya se diseñan partiendo de esta premisa), pero el comercio deportivo, aunque algunos creamos que se equivoca con ello, está en un momento de gran conservadurismo, apostando por lo que cree que se vende sin riesgo.Y por ahora sigue creyendo que la mujer es un target muy complejo en todo aquello que escape a lo técnico. Eso no significa, ni mucho menos, que el comercio pueda permitirse el lujo a fondo 38 ESPECIAL MUJER La mujer lleva muchos años teniendo muy claro donde compra sportwear, y salvo excepciones, no suele ser en una tienda de deportes. Quizás sí apueste por marcas deportivas, pero las compra fuera del canal.
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