TradeSport 275 - Abril 2019

¿Es la mujer una batalla perdida? La pregunta nos la llevamos haciendo mucho tiempo. Y quizás eso ya sea una respuesta. Desde hace muchos años, demasiados, es la gran asignatura pendiente del sector. Y aunque hay quien lo ha intentado, incluso quien lo ha conseguido, las cosas han cambiado muy poco en estos últimos años. La mujer es un target clave para todos los sectores, pero al deporte le está costando mucho atraerla… La mujer es una pieza clave en el futuro del sector. Eso lo tiene claro todo el mundo. Como también es obvio que cada vez hay más mujeres que hacen deporte. El boom del running, el bike o el fitness se ha traducido en un importante auge del deporte femenino, algo tan necesario como esperado. El “problema” es que el crecimiento en practicantes no se ha traducido en un crecimiento proporcional en ventas dentro del canal. ¿Por qué? Pues porque hay otros canales, mucho más fuertes y ágiles, que han sabido aprovechar mejor este boom. Y han sabido hacerlo, básicamente, porque conocen mejor a la mujer. O mejor dicho, porque siempre se han preocupado de conocerla y darle lo que necesita. Las ventas de la categoría Mujer han subido en el canal deporte. Y en algunos artículos, bastante. Pero no lo han hecho, ni por asomo, de una manera proporcional a la práctica. Al menos en su globalidad. Obviamente en los productos más técnicos, como unas zapatillas de running, una pala de pádel o una bicicleta, las ventas las han controlado las tiendas del sector, pero en textil o complementos, categorías de mucho peso para la mujer, los canales alternativos nos han robado casi todo el protagonismo. Y sinceramente, no estamos como para perder oportunidades como esta. La mujer siempre ha sido un target con un enorme potencial. Un potencial que en estos últimos años se ha disparado todavía más por las circunstancias que ha atravesado el sector, muy maduro en algunos segmentos y muy necesitado, en todos, de nuevas vías de negocio para seguir adelante. Pero, aun así, a pesar de lo obvio que es para todo el mundo que la mujer tiene la llave de gran parte del futuro del sector, esta categoría sigue siendo una asignatura pendiente para un sector que, sobre todo desde la vertiente más comercial, sigue excesivamente contemplativo. Y conservador. Y masculino. Y probablemente ese sea el gran escollo que tiene el sector respecto a la mujer: que es demasiado masculino. Durante demasiados años nadie se ha preocupado de darle a la mujer lo que necesitaba. Y ahora que prácticamente todo el mundo se ha dado cuenta de lo que busca la mujer, de lo que necesita y, sobre todo, de que no tiene nada que ver con el hombre, puede que en algunas categorías –probablemente las más importantes en volumen- sea demasiado tarde. Venderle zapatillas para correr o una pala de pádel, es relativamente fácil; que entre en un comercio deportivo a comprar textil para fitness o sportwear es, todavía, una quimera. El futuro, sin embargo, genera muchas dudas.Y no tanto por saber si el sector podrá arañar cuota a otros canales en el llamado sportwear, sino, sobre todo, por si podrá seguir controlando la parcela técnica. No hay que olvidar que en estos últimos años la mayoría de las grandes cadenas de moda se han atrevido con lo atlético.Y aunque el deporte tiene marca, estos gigantes de la moda son más ágiles, rápidos y, porque negarlo, eficaces. Y aunque su apuesta por lo técnico (textil, sobre todo) está, todavía, en su primera fase, el sector ya lo está notando. Cuando estos gigantes de la moda ven una oportunidad, apuestan fuerte, y seguramente se habrán dado cuenta de que el deporte no trataba a la mujer como se merecía, especialmente las tiendas. MÁS COMPRADORA QUE USUARIA La mujer es el perfil de comprador más importante en el 99% de los sectores.Y el deporte no es una excepción. Quizás no sea una gran consumidora (hoy por hoy solo representa alrededor de un 35% de las ventas), pero es una buena compradora, sobre todo las madres. Y no, no es un comentario machista: para bien o para mal, la mujer es quien compra para los hijos… y para el marido. La evolución de esta categoría no es especialmente buena (salvo en algunos segmentos puntales), y eso que las grandes marcas están equilibrando sus colecciones masculinas y femeninas y para muchas de ellas las líneas femeninas ya representan la mitad de su oferta. La mujer es un target difícil que, si sabemos captarlo, podría suponer enormes beneficios para el sector, pero aun así nos está costando mucho que la mujer, además de compradora, sea una buena consumidora de a fondo ESPECIAL MUJER En busca de El Dorado 37 A pesar de lo obvio que es para todo el mundo que la mujer tiene la llave de gran parte del futuro del sector, esta categoría sigue siendo una asignatura pendiente para el sector.

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