veremos nacer nuevas tiendas especialistas. Lo que sí que veremos, y ya llevamos meses viéndolo, es como una parte importante del comercio multideporte que en su día apostó por el pádel, está abandonando este universo harto de las guerras de precios, de las deslealtades y de una sobreoferta que, al final, implica más problemas que rentabilidad. En este sentido, la lógica impone que, más allá de las grandes cadenas y de los comercios multideporte multiespecialistas que están volcados en esta modalidad (y que, pese a la guerra de precios, no lo están abandonando), sean los especialistas ya posicionados quienes puedan ganar un poco de terreno (eso sí, a costa de ganar metros). También seguirán creciendo los comercios especialistas online sin tiendas físicas y las llamadas Pro-shops. Su crecimiento reflejará, todavía más, la gran problemática a la que se enfrenta el comercio físico frente a estos operadores online debido, principalmente, a la gran saturación de la oferta, con más de 200 marcas operando en un mercado todavía pequeño y poco maduro, y con una fuerte presión de la multitud de marcas que buscan poder hacerse un hueco en la venta sell-in. CAMBIO DE ESTRATEGIA EN LA PRODUCCIÓN El pádel ha cambiado mucho en la última década. Y muchas veces por necesidad. La larga lista de marcas que operan en este segmento y las consecuencias que ello tiene para el conjunto del sector, obliga a las grandes marcas a buscar constantemente caminos para diferenciarse.Y en estos últimos años, uno de esos caminos ha sido el de la relocalización: las marcas están acercando la producción e, incluso, apostando por controlarla totalmente, bien con fábricas propias bien con fabricas externas con las que trabajan en exclusividad. Oriente medio y Asia quedan muy lejos y no aportan valor añadido; fabricar en Europa o en España aporta muchas ventajas a nivel de calidad, servicio y control.Y esas ventajas son, hoy por hoy, imprescindibles para competir con garantías. Hacer palas de pádel, lo hemos dicho por activa y por pasiva, es fácil. Otro tema es hacerlas bien. Las marcas, después de años comprando en Asia, han entendido lo importante que es controlar lo máximo posible lo que producen.Y esta es la razón que está empujando a muchas marcas a impulsar sus propias fábricas (aquí o fuera) o a confiar en fabricantes muy especializados y exclusivos. Los costes pueden subir, es cierto, pero las gamas medias y altas, que al fin y al cabo son las que hay que tener más controladas, tienen una muy buena demanda, de manera que esta apuesta por recuperar el control de la fabricación está más que justificada. La lista de marcas que lo están llevando a cabo es cada vez más larga, y sus resultados (en producto y ventas) demuestran perfectamente las ventajas que aporta un mayor control de todas las fases de la producción RESITUARSE O RESIGNARSE El pádel tiene margen para sobrevivir. De sobras. Otro tema es si tiene margen de crecimiento. Como hemos dicho, con lo que“mueve” en los pocos mercados que opera, especialmente España, tiene de sobras para existir, sobre todo cuando se de la imprescindible limpia de marcas. Otro tema es lo que se puede conseguir si conseguimos que este deporte se imponga en otros países, sobre todo en Europa. Entonces el recorrido de muchas marcas sería espectacular.Y se lo merecen. Para este 2019, y también de cara al año que viene, la prioridad no es la internacionalización. La prioridad es reorganizar el segmento. Intentar que en vez de 200 marcas haya 50 es imposible a tan corto plazo, pero basta con que comience la depuración y se ponga fin a esas prácticas tan dudosas que impiden que la oferta se racionalice. Y sí, es verdad que, a la larga, muy a la larga, los que peor parados saldrán de la guerra son los más El pádel lleva años viviendo de la inercia de unos años de fuerte crecimiento. Y del potencial que, en practicantes, todavía tiene. Pero si no reacciona, si no avanza hacia un orden más lógico y, sobre todo, hacia otros mercados, su recorrido es muy limitado. a fondo ESPECIAL PÁDEL débiles, y que de estas 200 marcas puede que en unos años desaparezcan 150, pero eso no quita en el camino, las grandes, las que han sostenido y sostienen el pádel, seguirán sufriendo daños colaterales. La realidad del mercado empuja a muchas empresas -marcas y tiendas- a operar en modo superviviencia, dejando a un lado, a veces, ciertas reglas de cortesía.Y las cosas no cambiarán mientras unos y otros se retroalimenten. Y por ahora, aunque menos, lo siguen haciendo…
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