El mercado total del pádel superó los 103 millones de euros en 2017, creciendo un 3,2% respecto al año anterior, cuando rozó los 100 millones. Las palas representaron el 52,43% del total del mercado, el calzado el 17,85%, el textil el 12,51% y el 17,21% restante correspondió a los accesorios y complementos. a fondo 36 ESPECIAL PÁDEL guirán luchando para que el pádel tenga recorrido fuera de España. Dicho esto, y remarcando, de nuevo, el gran trabajo que han hecho estas marcas para posicionar y expandir el pádel, hay un asunto en el que, probablemente, a algunas marcas se les está yendo el tema de las manos: el patrocinio. Las grandes inversiones que se hacen en jugadores o eventos no parecen las propias de un universo tan limitado,en ventas y mercados, como el del pádel. Hay inversiones en jugadores que,con las cifras en la mano, son bastante difíciles de entender, incluso si pensamos en el largo plazo. El pádel no es el fútbol e invertir según qué cantidades en jugadores, por muy Top que sean, es bastante cuestionable, sobre todo en términos de rentabilidad a corto plazo. Los jugadores que venden palas pueden contarse con los dedos de una mano.Y nos sobran. Otro caso que no deja de ser curioso es el del WPT, que para ganar más dinero ha “segmentado” las posibilidades de ser patrocinado oficial. De tener un patrocinador oficial, máximo dos, se ha pasado a tener patrocinador de bolas, patrocinador de palas, de paletero, de ropa… Y claro, como es el gran evento del pádel, novias no le faltan. Y probablemente hasta sea más rentable que el 90% de los fichajes de jugadores, pero este cambio no deja de ser un muy buen ejemplo de cómo el patrocinio está transformando las estrategias de muchas marcas. Y no siempre con los resultados esperados. Hay que hacerlo, sí, pero también hay que intentar que hacerlo sea rentable, y en muchos casos, cuesta creer que es así. Es un tema que da, sin duda, para un largo debate, pero lo dejamos para otros artículos. DARWINISMO COMERCIAL Hasta ahora hemos hablado del pádel como deporte y de las marcas,pero en esta partida hay otro jugador del que es fundamental hablar: las tiendas. Su “historia” es muy similar a la historia del running, de la que tantas veces hemos hablado en esta revista. Como en el caso del running, el boom del pádel a nivel de practicantes conllevó un fuerte crecimiento del comercio especializado en pádel. En muy pocos meses las tiendas especialistas se multiplicaron exponencialmente.Y lo hicieron a la misma velocidad que el pádel ganaba cuota en el comercio multideporte, especialmente en las grandes cadenas. A la sobreoferta de marcas se unió la sobreoferta de tiendas, creando un cocktail explosivo que germinó la guerra de precios que hoy manda en el pádel. Como en el running, después de unos meses (unos cuantos) de crecimiento desmesurado, los cierres comenzaron a estar a la orden del día. Primero los de aquellos que abrieron tiendas especializadas sin tener la más remota idea de cómo se gestiona un negocio; pero después empezaron a caer algunos grandes que habían sido incapaces de dimensionar el mercado en su justa medida. Y Padelmanía es el mejor ejemplo. Poco a poco la red especialista se ha ido reordenando. Y racionalizando. Que el comercio multideporte haya apostado tan fuerte por esta modalidad -exactamente igual que en el running- limita mucho el recorrido del comercio especialista, cuyo crecimiento se ha frenado en seco en los últimos meses. Los que quedan, los que han sobrevivido,se han hecho fuertes y tienen, todavía, margen de crecimiento, pero difícilmente
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