TradeSport 273 - Febrero 2019

58 a fondo RUNNING Superada la sobredimensión, lo más importante es saber adaptarse a la realidad. Dimensionar el mercado con más objetividad y sentido común y conseguir alfo tan aparentemente fácil como necesario: ajustar la oferta a la demanda real. En marcas y en tiendas. ralista adidas lleva años apostando muy fuerte por el Trail, consciente del potencial que tiene y tendrá en los próximos años. A todas estas marcas de calzado -muchas de las cuales también se han lanzado al textil- debemos añadir, las que se han superespecializado en textil (con X-Technology en cabeza) o en complementos como mochilas, calcetines o pulsometros. Es un subsegmento que mueve mucho dinero, con empresas generalistas y, sobre todo, especializadas, apostando por él y que, si las cosas no cambian mucho,tiene un potencial muy bueno tanto a corto como a medio plazo. UN PASTEL CON MUCHOS TROZOS Una de las grandes ventajas el running, además de que, una vez reordenado, su potencial de crecimiento es muy grande, es que su éxito puede salpicar a muchas marcas. Si, obviamente las líderes sacarán mayor partido a su crecimiento, pero la lista de marcas que pueden aprovecharse de un comportamiento positivo, es muy larga. Las oportunidades son mucha tanto para calzado como para textil y complementos,y el hecho de que haya tantos perfiles de corredores, es un aliciente para marcas, pero, también, para tiendas. No solo las especialistas o las grandes cadenas pueden sacar tajada del running: cualquiera que sepa entender su target, puede adaptar su oferta y generar tráfico de corredores. El sector, recién estrenado 2019, ya tiene más que asimilado que la lógica de los ciclos imponía una desaceleración. La lógica y, también, la sobreoferta. La gran suerte del running, lo que le ha mantenido vivo y lo que garantiza un margen de crecimiento importante, es que la práctica se ha mantenido muy dinámica. El running ya se ha convertido en un hábito para muchos españoles y es casi imposible que, a corto y medio plazo, por mucho que el ocio cambie, se vuelva a los irrisorios niveles de hace una década. Ahora, superada la sobredimensión (que tarde o temprano suele darse en todos los segmentos, sea dicho de paso) lo más importante es saber adaptarse a la realidad. Dimensionar el mercado con más objetividad y sentido común y conseguir alfo tan aparentemente fácil como necesario:ajustar la oferta a la demanda real. En marcas y en tiendas. Dejar atrás el running como moda y entenderlo como un segmento fuerte, maduro, muy vivo y que, con cuidado,puede tener todavía mucho recorrido. Hay una base sólida y fuerte, que sigue creciendo, y que asegura un buen volumen de ventas, y si las cosas se hacen bien, el running puede tener un buen dinamismo durante años. Y seguir ganando muchos adeptos. El final, el running debería seguir el ejemplo del fútbol, que sin hacer demasiado ruido, mantiene su cuota inalterable año tras año. Más allá de lo que es puramente negocio, la base es lo que mantiene al fútbol estable. Y lo hace sea cual sea el contexto. El running debería hacer lo mismo. Vivir de esa base. Trabajar para ampliarla. Entender su futuro no como un camino a la madurez sino a la estabilidad. Con repuntes, si puede ser, pero nunca con pasos atrás. Las marcas -y las tiendas- tiene que coger las riendas del crecimiento y no volcar sus esperanzas en lo que nos pueda ayudar una nueva crisis. Solo faltaría que nuestros crecimientos dependieran de ello. Hay que saber dosificar el éxito. El running no es un sprint de 100 metros, es una carrera de larga distancia donde la constancia es la clave del éxito.

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