ferias 36 ISPO: cita imprescindible El porqué de la fuerza de ISPO incluso en contextos complejos, es simple. El modelo se ha adaptado a las necesidades cambiantes de las marcas y del mercado. han dejado de confiar en el salón para presentar sus novedades. El crecimiento de determinadas ferias locales, muchas veces especializadas -y casi siempre apostando por un formato mixto o decididamente no profesional-, el auge del universo online como plataforma para presentar novedades o las nuevas estrategias que están llevando a cabo muchas marcas, apostando por presentaciones exclusivas para sus principales detallistas, está cambiando el panorama ferial internacional, pero aun así, la edición de este año de ISPO volverá a registrar récords de participación y volverá a reunir, en más de 180.000 metros cuadrados, a más de 2.800 marcas (entre las que, obviamente, se encuentran todas las líderes del sector). La edición de 2018 se cerró con un balance bastante positivo, sobre todo teniendo en cuenta que el contexto no fue precisamente bueno. El salón reunió finalmente a más de 84.000 visitantes profesionales (procedentes de un total de 120 países), una cifra similar a la de los últimos años. En A estas alturas parece obvio que el modelo de feria tradicional tiene, salvo excepciones, muy poco margen de recorrido. La lista de grandes puntos de encuentro que en esta última década han desparecido es muy larga, y solo aquellos que han sabido adaptarse a los cambios -de modelo-, han logrado sobrevivir en un contexto donde las posibilidades de interacción marca-tienda son cada vez más variadas. Una de esas excepciones, seguramente la más paradigmática en el mundo del deporte es ISPO. El salón bávaro, adaptándose año tras años a estos cambios que exige el mercado, sigue consolidándose como el gran punto de encuentro del mercado de artículos deportivos. Un punto de encuentro al que es imprescindible acudir si se quiere ampliar mercados.Y conocer el pulso del sector. ¿Su secreto? Ir mucho más allá de una feria de producto y convertirse en un servicio. Un servicio que, además, no se limita a los 4 días que dura el salónLa gran feria del sector,que este año abre las puertas la primera semana de febrero, ha pasado por algunos baches. A veces por culpa del mercado y, a veces, por culpa del tiempo. Pero como una gran líder, esos baches los ha superado con agilidad. Agilidad para adaptarse a los cambios y para dar respuesta a las cambiantes necesidades de las marcas. ISPO se reinventa para sobrevivir. Es cierto que algunas grandes marcas muy afines a ISPO cuanto a la cifra de expositores, el salón reunió finalmente a 2.801 empresas,una cifra ligeramente superior a la del año anterior. El alto porcentaje de visitantes extranjeros confirmó,además,el carácter internacional del salón El porqué de la fuerza de ISPO incluso en contextos complejos, es simple. El modelo se ha adaptado a las necesidades cambiantes de las marcas y ha sabido dar respuesta a estas necesidades en un momento en el que la exportación se ha convertido en el gran caballo de batalla del sector. ISPO es la gran feria internacional del sector; una feria en la que, si se quiere exportar, hay que estar sí o sí. Y en un contexto como el actual es cuando los valores añadidos que aporta este punto de encuentro se hacen más necesarios: el salón es la mejor plataforma para abrir nuevo mercados. Y para trabajar en ello más allá de los 4 días que dura el salón. Hoy por hoy, con la fuerte competencia que hay entre marcas, con la amplia oferta que define muchas categorías -y muchos mercaPara todos aquellos que quieran seguir creciendo internacionalmente y, sobre todo, para aquellos que quieren iniciar su aventura internacional, ISPO es, sin duda, la mejor plataforma para mostrarse al mundo
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