rodilleras (ahí Decathlon se lleva el premio gordo) y a un calzado que generalmente no suele ser el específico,nada fácil de encontrar en el canal multideporte. El hockey (patines o hierba) está un escalón más abajo. Sus índices de práctica están muy por debajo de los del balonmano o el voley, y muy focalizados en zonas donde este deporte tiene una gran tradición, especialmente en Catalunya. El comercio multideporte ni lo toca y sólo alguna tienda especialista ubicada, obviamente, en estas zonas, o el omnipresente Decathlon, cubren la escasa demanda que hay. De presencia mediática mejor ni hablar.Y eso que, como en el balonmano, España es una potencia mundial Al final, la parte más positiva de estos deportes es que su cifra de practicantes es muy estable. Baja, pero estable. Quizás el Balonmano si ha tenido algún descenso importante, pero en general, pocos cambios. Las escuelas y clubes que tradicionalmente han apostado por estos deportes siguen haciéndolo, y aunque su caída en practicantes a partir de ciertas edades (cuando acaba el colegio) es espectacular,la verdadera base,los más pequeños, sigue siendo muy sólida. A nivel de ventas, puesto que son deportes minoritarios -comparándolos con fútbol y baloncesto- es obvio que su cobertura se limita a unos pocos multideporte, a comercios muy especializados en zonas donde esos deportes tienen una larga tradición o a Decathlon, la única alternativa que queda. Eso ha sabido hacerlo muy bien la cadena gala: dar espacio a deportes secundarios o minoritarios. Y el sector, pese a quejarse de ello, ha dejado que sea así. CUIDAR LA BASE Hay vida más allá del fútbol. La hay y debe haberla.Y debe protegerse. Quizás no haga falta potenciarla, porque las cosas no se pueden forzar, pero sí hay que proteger un deporte base que, aunque no acabe vendiendo muchos periódicos, sí es fundamental para que los más pequeños no se queden en casa sentados en el sofá. El gigante del fútbol hace mucha sombra, pero el sector, y las administraciones, tienen que potenciar otros muchos deportes. El fútbol es el rey, y con aplastante diferencia, pero no todo el mundo quiere jugar a este deporte. Hay muchos otros, individuales y colectivos, con una muy buena base de practicantes. Y que además están mucho menos pervertidos por el dinero. Su gran pilar, su gran fuerza, es la práctica amateur. Sobre ella se sostiene todo. Y hay que cuidarla. Lo del apoyo mediático es una batalla perdida.Y aunque sin ese apoyo mediático -ni institucional- es imposible crecer y es más difícil animar a los más pequeños a apostar por ellos, tenemos que seguir reforzando esa base. El sector tiene que entender que, aunque estos deportes no supongan grandes volúmenes de venta, su fuerza va mucho más allá de lo puramente deportivo. Es una cuna de deportistas.Y vivimos de ellos. Hay vida más allá del fútbol. La hay y debe haberla. Y debe protegerse. Quizás no haga falta potenciarla, porque las cosas no se pueden forzar, pero sí hay que proteger un deporte base que, aunque no acabe vendiendo muchos periódicos, sí es fundamental para que los más pequeños no se queden en casa sentados en el sofá. a fondo 60 ESPECIAL DEPORTES DE EQUIPO
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