Jaume Ferrer Editor jferrer@tradesport.com Vuelta al comercio de tocho Viejos “enemigos” El ecommerce sigue creciendo a pasos agigantados.Y lo seguirá haciendo en los próximos meses, no hay dudas. Sin embargo, algunos estudios llevados a cabo en estos últimos meses constatan una tendencia a la que muy pocos hubiéramos dado credibilidad hace uno o dos años: los jóvenes de la llamada Generación Z (entre 16 y 23 años), pese a ser nativos digitales, tienen ciertas predilecciones por la tienda física. O, al menos, la tienen en mayor consideración que sus generaciones anteriores. Ir de compras es como un ritual. Es una generación 100% digital que utiliza el smartphone para casi todo, que controla perfectamente todas las herramientas digitales y que tiene claro que todo lo que quiera comprar lo tiene a su alcance con un solo click. Y, sin embargo, va a la tienda. Y no sólo a ver y probar lo que quiere.También compra. Obviamente compra, y mucho, online, pero su relación con la tienda física dista mucho de la que algunos grandes gurus auguraban para estas nuevas generaciones. No solo no la rehuye; le gusta ir.Y comprar.“Ir de tiendas”, algo tan simple como eso.Y si es con amigos, mejor. Ir, mirar, probar y comprar. Sin prisas. Como si de una actividad de ocio se tratase. Las nuevas generaciones no entienden el offline y el online como dos universos distintos, eternamente enfrentados. Estos jóvenes ni se plantean que sean diferentes. Tienen perfectamente integrados ambos. Saben qué pueden sacarle a uno y a otro.Y saben, sobre todo, lo que cada uno le aporta. Y no piensan renunciar a ninguno de ellos. Es cierto que en esta franja de edad el ticket medio es relativamente bajo y que todavía compran poco, pero esta tendencia a darle valor a la tienda física, aunque sea por un componente puramente social, es suficientemente importante como para que el retail se agarre a ella y la explote. Es una apuesta a medio y largo plazo, es cierto, pero es ahora cuando pueden fidelizar a esta generación. Una generación que, en unos años, conformará el target más importante para cualquier marca.Y es evidente que los poderosos opedaradores de internet, como Amazon, ya lo tienen claro, de ahí su fuerte apuesta por tener presencia física. Sin ir más lejos, Amazon se ha propuesto, a través de su proyecto Amazon GO, abrir 3.000 tiendas -sin dependientes- antes de 2021. El comercio de tocho tiene que aprovechar esta oportunidad. Y tiene que hacerlo teniendo muy claro que esta generación, además de ser digital, es “experiencial”. De emociones. Comprar, para ellos, es muchas veces puro ocio. Compran por entretenimiento. Y lo hacen donde se sientan a gusto comprando. Donde comprar se convierta en una experiencia. Por mil factores, desde el entorno hasta el precio, pasando por la posibilidad de probarse mil prendas sin prisas ni agobios. Puede que, ni siquiera, necesiten que la tienda mezcle lo físico con lo digital. Ellos no necesitan forzar nada. Son nativos digitales que no perciben lo digital como un plus. Lo tienen interiorizado. Como también tienen interiorizado que la tienda física aporta cosas a las que no quiere renunciar… y que lo digital nunca podrá suplir. Cambian, otra vez, las prioridades. Los hábitos de compra. El destino del gasto. La crisis, supuestamente, queda atrás, y hay demasiados síntomas que indican que las cosas, en muchos aspectos, vuelven al estado en el que estaban antes de la tormenta. La crisis, lejos de poner en jaque al sector, fue un gran aliado.Totalmente inesperado. Hundió por completo a la moda deportiva, protagonista absoluto por aquel entonces, pero hizo resurgir de sus cenizas a lo atlético. Deportes como el running, el bike, el pádel o alguna modalidad outdoor crecieron exponencialmente en practicantes y, lógicamente en ventas. Los índices de práctica subían mes tras mes y marcas y comercios explotaban a marchas forzadas el buen momento que vivían estos deportes. La crisis y, sobre todo, el miedo a sus consecuencias, cambiaron por completo los hábitos de compra de los españoles. Y sobre todo cambiaron radicalmente el destino de los gastos en ocio. Y el deporte fue el gran beneficiado. Era una forma de ocio saludable, accesible y, en deportes como el running, el fitness, el pádel o, incluso, el bike, bastante asumible. En vez de viajar, salir a cenar o gastarse el dinero en tecnología, la gente apostó por hacer deporte. El sector aprovechó a la perfección estos cambios.A veces los explotó en exceso, pero fue capaz de reaccionar rápido y adaptarse a una demanda creciente. Y exigente pese a todo. La práctica seguía creciendo y las ventas mantenían su buena progresión, espectacular al principio y más lógica con el paso de los meses. La duda, entonces, era obvia. ¿Hasta cuándo se sostendría este cambio? ¿Hasta cuando el deporte mantendría ese protagonismo? Había dos posibilidades: que, con la crisis, se hubiera “construido” una nueva cultura del deporte que perduraría con los años (y que, por lo tanto, aseguraría un nivel aceptable de practicantes y ventas) o que, una vez superada la crisis, la práctica volviera a retroceder, las ventas cayeran y el gasto en ocio volviera a dirigirse hacia donde se dirigía hace una década. Es bastante difícil, todavía, saber cual de las dos respuestas es la buena. Porque en ambas hay una parte de verdad. Los índices de práctica se mantienen, incluso crecen en algunos deportes. Y difícilmente volveremos a niveles tan irrisorios como los de hace 10 años, sobre todo porque hay mucha gente, muchísima, que ha integrado el deporte en su rutina vital y es casi imposible que cambien este hábito. Sin embargo, también es cierto que el gasto en deporte ha ido a la baja en los últimos meses. Deportes como el bike o el running, motores del sector hace 3 ó 4 años, están viendo como las ventas retroceden y eso, teniendo en cuenta que la práctica sigue dinámica, solo se explica con un cambio en el destino del gasto. Los viejos enemigos del deporte, que quedaron en un segundo plano con la crisis, vuelven a primera línea de batalla. Viajes, tecnología, ocio nocturno… ya hace meses que vuelven a estar muy vivos. Y sin la crisis ayudándonos, no será fácil mantener nuestra parcela. AYÚDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com Desde el año 1993 SportPanel edita mensualmente tradesport, la primera publicación del sector deportivo.Tras casi 25 años de historia, y con la misma independencia con la quese fundó,tradesport se ha consolidado como un medio de comunicación imprescindible para aquellos que quieran conocer la evolución del sector. editorial opinión 3 Raul Bernat Redactor jefe raul@tradesport.com La crisis y, sobre todo, el miedo a sus consecuencias, cambiaron por completo los hábitos de compra de los españoles y, sobre todo, el destino de sus gastos en ocio. Las nuevas generaciones son 100% digitales y tienen interiorizado que todo lo que puedan desear lo tienen a su alcance con un solo click. Sin embargo, vuelven a la tienda...
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