TradeSport 266 - Junio 2018

Después de algunos años de incertidumbre, y sufriendo, aunque tarde, la crisis, el Outdoor vuelve a arrancar. Un invierno frío y lluviosos, y un consumo que se reactiva, han sido claves para que este universo volviese a ganar dinamismo. El outdoor, sobre todo alguna de sus modalidades estrella, sigue viviendo muy buenos momentos en practicantes y, además, parece haber empezado un nuevo ciclo positivo en ventas. Otro tema es quien vende…. Hace ya algunos meses, puede que más de un año, que el outdoor parece haberse recuperado. Han cambiado las reglas del juego, ha cambiado, y mucho, quién, y cómo vende, pero sigue siendo un segmento muy dinámico. El Outdoor había avanzado completamente ajeno a la crisis durante unos años, pero, al final, la acabó sufriendo. A última hora, seguramente. Y por eso duró poco. El revés fue intenso, pero, por suerte, corto. Desde el principio se vio que era un tema vinculado básicamente a las ventas y muy relacionado con aspectos económicos. La práctica seguía en auge y la gran mayoría de modalidades, en especial el trail y el senderismo, gozaban de muy buena salud… en practicantes. Las ventas, obviamente, sufrieron la crisis, sobre todo aquellas vinculadas a la llamada moda Outdoor –el gran grueso del segmento- que, como toda la moda, cayó en picado. El outdoor freno en seco, pero afortunadamente, como pasó en otros segmentos, la vertiente más atlética actuó como salvavidas. Como le ha pasado al running, o al bike, la crisis convirtió a muchas modalidades Outdoor en una válvula de escape perfecta, por su accesibilidad y asequibilidad, para llenar los momentos de ocio. Y eso fue determinante para que este universo aguantase el chaparrón. Se tambaleó, pero no cayó. La gente hacía deporte, pero no compraba. O, al menos, no tanto como antes, cuando el outdoor estaba en pleno apogeo. Por si fuera poco, en plena crisis, el tiempo nos dio la espalda, con inviernos calurosos y veranos –la época floja del outdoor- que tampoco propiciaban el sell-out. Ni un solo aliado. Pero afortunadamente, las cosas parecen haber cambiado. Por el tiempo y, sobre todo, porque el consumo se ha recuperado.Y los ánimos del segmento han cambiado y poco a poco el pesimismo se deja atrás. UN SEGMENTO ESPECIAL(IZADO) La especialización se ha convertido, en estos últimos años, en una huida hacia adelante para muchos segmentos. Una huida hacia delante y una necesidad. Sobre todo, por culpa -y gracias- a cómo el canal dejó de lado el deporte cuando la moda deportiva vendía sin apenas esfuerzos. Fue entonces cuando la especialización empezó a consolidarse. Y, sin duda alguna, el Outdoor fue el gran pionero en la especialización. Ya antes de la crisis, pero sobre todo con ella, el panorama comercial dio un vuelco espectacular y las especialistas empezaron a coger mucha fuerza en detrimento de las multideporte tradicionales. El poco cuidado que tenía el comercio respecto a lo técnico, y un deportista cada vez más exigente y con nuevos hábitos de compra, cambiaron las reglas del juego. Y más rápido de lo que muchos se hubieran imaginado. En muy poco tiempo se tejió una red muy sólida de tiendas especialistas –y superespecialistas- que, con permiso de Decathlon, de algunas grandes cadenas y, desde hace unos pocos años, de algun gran operador online, no tardó en controlar una parte muy importante del pastel,especialmente en gamas altas y,últimamente, también en las medias. Ahora, con la crisis superada, al comercio multideporte, sobre todo el de las grandes ciudades, le es muy complicado trabajar bien el Outdoor. O, al menos, trabajar bien las gamas altas. Por inversión, por conocimientos y, también, por preferencias del consumidor. En cuanto a las gamas bajas, tampoco tiene muchas expectativas, porque es un universo controlado aplastantemente por Decathlon, que con su marca Quechua se ha convertido en el gran proveedor del Outdoor. ¿Qué le queda al comercio multideporte? Pues poco margen, la verdad. Explotar algo de trail, apostar por alguna de las marcas outdoor que se han popularizado como marca de “travel” y poco más. Material duro, mejor olvidarse. Calzado y textil técnico de gama alta, también. Lo que sí puede hacer es apoyarse en algunas marcas reconocidas de gama media que ofrecen un perfecto equilibrio entre precio y calidad. Pero tampoco será fácil, porque el comercio especialista, antes reacio a este tipo de producto, ha apostado en firme por él tras entender -por fin- que este perfil de marca le ayuda a atraer a otro perfil de público muy importante y, sobre todo, permiten diversificar la oferta sin perder especialización. Sin olvidarse de que, además, son marcas que generalmente garantizan un margen muy bueno. Al final, el objetivo del comercio multideporte no debe ser convertirse en un referente del outdoor técnico; basta con ser un buen socio para las marcas que quieren explotar las colecciones más asequibles o, sobre todo, las líneas claramente urbanas, que seguramente no requieren un grado tan alto de especialización ni tienen un target tan definido. Pero volviendo a la especialización, el mejor ejemplo para darse cuenta de cuanto se ha especializado un segmento es analizar hasta qué punto se ha consolidado la superespecialización. En tiendas, pero, sobre todo, en marcas. Y en el caso del outdoor, ésta ha ganado mucha fuerza en los últimos años.La fuerza que han adquirido determinadas modalidades les ha dado suficiente poder como para construir una pequeña red de tiendas especializadas únicamente en una de estas modalidades. Incluso en un solo producto. Y la proliferación de marcas, también, superespecializadas, ha sido clave para tejer esta red. El poder de las “generalistas” como The North Face, Salomon, Columbia, Salewa y compañía sigue siendo muy fuerte, especialmente en calzado y textil, pero la a fondo ESPECIAL OUTDOOR En plena ascención 29

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