TradeSport 264 - Abril 2018

73 En plena crisis se impuso con cierta contundencia una nueva cultura del bienestar. Y en este contexto los gimnasios reaccionaron. Las instalaciones se modernizaron con las últimas tecnologías en maquinaria y con una variedad muy amplia de actividades. Y, lo más importante, empezaron a poner al cliente en el eje de sus estrategias. En oferta, en servicios, en precios y en horarios. así con casi todas las modalidades. Al final, después de esta “depuración”, sólo nos quedarán algunas modalidades de bajo impacto u otras actividades de sala como el aeróbic o el step… y muchos de las que las practican lo hacen con calzado que cualquiera de nosotros situaría en categorías que poco tienen que ver con el fitness. También hay que tener en cuenta que el fitness ha sido uno de los sectores que mejor ha comprobado la fluctuación del mundo de la moda y tras algunos años en los que la estética fitness, triunfaba dentro y fuera de los gimnasios, de un día para otro este look se convirtió en obsoleto y las ventas cayeron en picado. Ahora parece que el gran trabajo que están haciendo determinadas marcas, sobre todo algunas especializadas en mujer, está generando, otra vez, una muy buena demanda en el comercio deportivo. En calzado, es especialmente destacable la apuesta que están haciendo las grandes marcas del sector, con Reebok en cabeza, pero con un muy buen trabajo, también, de adidas, Puma o Nike. En textil, más allá de estas grandes, algunas marcas especializadas en lo que podríamos catalogar como prendas de gimnasio (y deporte en general) como Casall, Sontress o Bwell, han sabido ganarse la confianza del consumidor, sobre todo de la mujer, mezclando tecnicidad con un diseño muy cuidado. Mención aparte merecen los pulsómetros, cuyo éxito en el fitness poco tienen que envidiar al que han logrado en modalidades como el running o el triatlón. La oferta es muy amplia, y el deportista puede encontrar desde modelos básicos que ofrecen información sobre la FC y las calorías quemadas, hasta modelos más sofisticados que, además de medir la FC, nos ofrecen multitud de datos para tener un control total de lo realizado. Algunos, incluso, disponen de GPS y conexión con los aparatos de la mayoría de las grandes marcas de maquinaria fitness. Con un precio medio que suele oscilar entre los 80 y los 300 euros, muchas tiendas especializadas en deportes atléticos y, también, muchos comercios multideporte, han logrado una muy buena rotación con este producto. Y para ser justos, también los gimnasios, como prescriptores, han tenido mucho que ver en este crecimiento. OPTIMISMO INTACTO El fitness tiene un potencial enorme. Ha crecido mucho pero su margen para seguir ganando adeptos es muy amplia. Y entre muchos targets. La revolución de los gimnasios ha sido clave para atraer a los clientes y hoy en día la rentabilidad de cualquier gimnasio, sea cual sea su formato, está prácticamente garantizada porque los servicios cumplen las expectativas de los clientes (en función del coste, claro). En los últimos años ha sufrido. Más que unos y menos que otros, pero ha sufrido. Y en este sufrimiento se ha visto obligados reinventarse. A buscar nuevas alternativas para mantener intacto su potencial. Los gimnasios se han reinventado y las marcas de textil, calzado y complementos han tenido que redefinir su oferta y sus tragets. Cambios importantes que seguramente eran necesarios y que a medio y largo plazo serán buenos para el sector. El camino tendrá baches, pero la gran suerte que tiene el deporte y las instalaciones deportivas es que la salud está ganando mucho terreno y que, pese a la crisis, la gente sigue bastante predispuesta a pagar por mejorar su bienestar. España, con un índice de obesidad alarmante y con unos gastos sanitarios elevadísimos es, seguramente, uno de los países que más necesita moverse.Y tarde o temprano el Gobierno lo verá. En definitiva, tenemos mucho margen para crecer. El fitness sigue estando muy vivo y sigue sumando practicantes. Se siguen abriendo gimnasios a un ritmo muy bueno y la cultura de la salud se ha impuesto con suficiente fuerza para que todos estos cambios, a mejor, se mantengan o, incluso, se acentúen. El deporte está de moda. Aprovechémoslo.

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