TradeSport 264 - Abril 2018

cadenas de moda (H&M, Mango, Primark, Bershka o Zara) por el textil técnico es cada vez más fuerte, y si hace un par de años no era excesivamente preocupante, ahora sí lo es.Y mucho, porque estas grandes cadenas no juegan a empatar. Su primera apuesta fue una tentativa.Asomaron la patita a ver si les abrían la puerta.Y lo hicieron.Y con alfombra roja. La mujer picó.Y claro, a una oportunidad, una respuesta contundente. La moda ha tardado nada en potenciar estas colecciones.Y en posicionarlas en tienda como una línea estratégica. Primero en mujer, y luego en hombre. Y sí, los hombres son más marquistas y más fieles (al canal), pero no son idiotas. Y también compran calidad a buen precio. En definitiva, que van en serio. Que no es una moda. Tienen muy claro que la oportunidad, para ellos, existe. Y existe porque otros no han sabido tratar a esta categoría como, por su potencial, deberían. Dos mundos… muy distintos El deporte se ha empeñado, durante muchos años, en acercarse a la moda.Y mientras, la moda, aunque apostase por el deporte y, sobre todo, por la un protagonismo importante en sus colecciones (para muchas de ellas las líneas femeninas ya representan la mitad de su oferta), y aunque no tienen mucha respuesta por parte de las tiendas, entre su expansión con tiendas propias, y los acuerdos a los que llegan con el canal moda, van ganando terreno poco a poco. Con este panorama, la gran duda que, todavía, nos asalta, es saber si el sector (en su conjunto) será capaz algún día de aprovecharse del potencial de este target.Y la respuesta es bastante compleja.Algunos sí, seguro. Grandes cadenas, las marcas, alguna tienda especialista…Probablemente se podrá ganar bastante terreno en segmentos donde la moda no tenga nada que hacer –material duro, por ejemplo- pero en esos deportes que en estos últimos años han dado tanta vida al sector –léase running, bike o fitness- la competencia será cada vez más dura. Y, aun así, aunque podamos ganar esa lucha, el gran punto de inflexión que podría marcar la mujer vendría de la mano del sportwear. Y en este universo, siendo justos, no tenemos nada que hacer. Es una guerra que perdimos hace muchos años. APROVECHAR NUESTRAS FORTALEZAS… QUE LAS TENEMOS Guerra perdida. Eso está claro. Pero hay batallas que la podemos ganar. Porque, aún, tenemos ventaja. Aunque muchas veces sea porque nuestros adversarios no entran al juego. Lo dicho, hay ciertas categorías donde la mujer tiene que jugar un papel clave. El boom de practicantes de running, fitness o determinadas modalidades outdoor ha servido para que estos segmentos, sobre todo en calzado, hayan sacado mucho partido a las colecciones de mujer. Y las marcas han tenido mucho que ver en ello. Puede que lo hayan hecho tarde, pero al final han reaccionado y han acabado haciendo un muy buen trabajo tanto en las colecciones de calle como, especialmente, en las más técnicas. Por sentido común o por interés, a estas alturas todo el mundo se ha dado cuenta de lo que busca la mujer, de lo que necesita y, sobre todo, de lo que no quiere. El problema es que eso solo lo han conseguido en determinadas categorías y básicamente en material técnico. Pero lejos de ver eso como un hándicap, tenemos que verlo como una fortaleza. Sabiendo que en el sportwear tenemos muy poco que ganar, podemos centrar nuestros esfuerzos en lo técnico donde, por ahora, jugamos con mucha ventaja.Al menos en determinadas modalidades. Relajarse sería una especie de harakiri. Nuestros competidores aprietan. Y mucho. Y ya no es solo Decathlon, que sigue empachándose, es la moda, que en estos últimos dos años se ha hecho fuerte. La apuesta que están haciendo todas las grandes a fondo 32 ESPECIAL MUJER Relajarse sería una especie de harakiri. Nuestros competidores aprietan. Y mucho. Y ya no es solo Decathlon, que sigue empachándose, es la moda, que en estos últimos dos años se ha hecho fuerte.

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