TradeSport 263 - Marzo 2018

77 Con la recuperación supuestamente instaurada en nuestro país, y con un consumo que vuelve a recuperar dinamismo, lo lógico es que aquellos que perdieron terreno lo vuelvan a ganar. Quizás más lentamente, quizás con otras fórmulas, pero lo recuperarán. Y así está el gliss. O, mejor dicho, esa parte del gliss que no pudo aguantar las embestidas de la crisis Co LOS PATINES RUEDAN CON FUERZA El gliss no acaba en el skate y el surf. Probablemente haya otro subsegmento que, sin hacer demasiado ruido, sigue creciendo año tras año. Y a diferencia de ellos, lo hace en un plano puramente técnico. Hablamos de los patines. Roller si preferimos recurrir al inglés para las etiquetas. Esta modalidad, aunque algunos prefieren no meterla en el mismo saco de lo que consideran un territorio limitado a los deportes de tabla, tiene suficientes similitudes como para considerarlos, al menos, primos hermanos. Sobre todo del skate. Aunque ha tenido importantes altibajos en las dos últimas décadas, el roller es un universo con un buen volumen de practicantes y ventas. La segmentación por tipologías (fitness, velocidad, half pife, free style…) ha servido para dinamizar el segmento y convertirlo en el deporte urbano por excelencia. Además, ha servido para distinguir los dos grandes grupos de patinadores: los más extremos –con una práctica muy similar a la de los skaters (half pipe, piruetas, free style, barandillas…) y los practicantes más “ocio” (el gran grueso de practicantes). ¿Diferencias con el skate? Muchas. En primer lugar, el tipo de público, pero sobre todo hay dos que destacan por encima de las demás: la filosofía y Decathlon. Respecto a la cadena gala, basta con decir que sus ventas de skate y surf son mínimas (o lo eran hasta la llegada de los Cruisers) y, sin embargo, son uno de los grandes proveedores de roller y, sobre todo, uno de los grandes dinamizadores de este deporte, especialmente entre los principiantes. En cuanto a la filosofía, el problema es que no existe una “cultura roller”. Aunque hay patinadores extremos, competiciones de saltos y que su práctica puede ser tan o más espectacular que la del skate o el surf, por su popularización y por la tipología de practicantes no despierta el interés de los más jóvenes, mucho más atraídos por los deportes de tabla. Además, no hay una industria textil específica ni grandes marcas especializadas en este deporte que hayan conseguido traspasar la frontera de lo estrictamente deportivo. Es un deporte de ocio, muy familiar, sin apenas afán competitivo. El volumen de ventas es espectacular, y aunque hay algunas tiendas especializadas, el pastel está controlado básicamente por grandes cadenas, lo que confirma el carácter más bien lúdico de una modalidad que, año tras año, sigue ganando adeptos. Una modalidad en la que, por cierto, destaca una marca española, KRF, que con su firme apuesta por ofrecer un perfecto equilibrio entre calidad, diseño, oferta y precio, se ha erigido como uno de los grandes líderes de este universo, luchando sin complejos, con marcas como Rollerblade, Fila o K2. RECUPERANDO TERRENO Cuando se toca fondo todo lo que viene solo puede ser positivo. Y más si se deja atrás una crisis como la que hemos pasado. Con la recuperación supuestamente instaurada en nuestro país, y con un consumo que vuelve a recuperar dinamismo, lo lógico es que aquellos que perdieron terreno lo vuelvan a ganar. Quizás más lentamente, quizás con otras fórmulas, pero lo recuperarán.Y así está el gliss. O, mejor dicho, esa parte del gliss que no pudo aguantar las embestidas de la crisis. El textil y el calzado que podríamos vincular a este mundo vuelven a recuperar un porcentaje considerable en el global de las ventas, y por su target y su historia, parece lógico que siga recuperando gran parte de su esplendor. Y lo hará ganando por donde perdió. La parte más técnica puede seguir creciendo. Se venderán más skates, más cruisers, más patines… pero será la moda, el llamado X-Wear, quien tendrá la llave para que el gliss vuelva a tener el poder que tenía. Con las mismas marcas o con otras, al final será la calle quien decida el camino del gliss.Y por suerte eso es una buena noticia. Porque el gliss siempre ha llamado la atención del que, sin duda, es el público más poderoso del sector..

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