TradeSport 263 - Marzo 2018

competencia, pero ahora tienen que luchar con una serie de marcas, muchas de ellas vinculadas al universo skater, que poco a poco les han ido haciendo sombra. En cualquier caso, como en cualquier crisis, y en como cualquier moda, el temporal pasó.Y con la recuperación del consumo y, sobre todo, con el auge de muchas marcas hasta entonces secundarias (muchas de ellas vinculadas al mundo del skate), el rumbo empezó a enderezarse un poco. Crisis superada, el textil repuntando y un segmento que, forzado por las circunstancias, parece haber entendido que cuando se crece muy rápido, el batacazo puede ser más fuerte.Y no hay nada mejor que aprender la lección cuando las cosas van mal. LA MODA CONDENA AL DEPORTE El gran error que cometió el gliss en su despegue fue dejarse seducir por los cantos de sirena de la moda. Puede que fuera inevitable, que en su esencia hubiera mucho de deporte pero en la apariencia no, pero estrecha relación con un Con la crisis superada y el textil repuntando, el gliss parece haber entendido que cuando se crece muy rápido, el batacazo puede ser más fuerte. El gliss ha renacido.Y lo ha hecho a pesar de que muchos ya lo daban por muerto.Y a pesar de que algunos de sus principales actores o han desaparecido o han estado a punto de hacerlo. Pero ha renacido. Después de unos años muy difíciles, vuelve a ganar terreno. Y lo hace gracias a la reactivación de las ventas de textil vinculado al mundo surfero pero, sobre todo, por el buen comportamiento de determinadas modalidades (y modas), como el skate o el patinaje. Sobre la época“oscura”hay poco nuevo que contar. Al gliss le faltó muy poco para morir de éxito. Las tiendas, que en su día se volcaron a ciegas con este universo, le fueron dando la espalda al mismo ritmo que las ventas caían por culpa de la crisis. Las grandes compañías que impulsaron el gliss y que venían del surf, como Billabong o Quiksilver, se tambalearon. Algunas, además de reestructurarse, han cambado de manos varias veces, de holding en holding. ¿Quién se hubiera imaginado hace apenas una década que Billabong acabaría en manos del holding propietario de Quiksilver? Pues así ha sido.Y eso nos da una idea bastante aproximada de la sacudida que sufrió este segmento, sobre todo las colecciones más cercanas a la moda (que eran mayoría). La situación llegó a ser preocupante. Y no fue a peor por dos razones de peso. Por un lado, pese al espectacular batacazo del textil, el calzado mantuvo el tipo, y eso sirvió para amortiguar el revés. Y, por otro lado, pese a la debacle, el segmento en su globalidad era bastante consciente del por qué y tenía claro que tarde o temprano las cosas volverían a ser como cantes. Son ciclos. Ciclos que pueden ser más o menos graves en función de la economía -pésima- y/o de las modas. Y, en este sentido, todo el mundo tenía más o menos claro que cuando la crisis pasase, la moda deportiva en general y, especialmente, la surfera/skater, volverían a ganar peso. La estética surf y skate jamás ha perdido su atractivo, sobre todo entre los más jóvenes. Otro asunto es si las tres o cuatro grandes marcas del gliss, las que levantaron este segmento, recuperarán su terreno. Y aquí la respuesta es mucho más compleja. Antes lo tenían más fácil, porque había menos Co e. 75

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