Ispo es, desde hace muchos años, el mejor ejemplo de que las ferias, si se reinventan constantemente, tienen un largo recorrido. La receta es, aparentemente, fácil: adaptarse a la realidad del mercado y, sobre todo, a las demandas de los expositores. Y a pesar de que este año también habrá alguna baja sonada en Munich, Ispo sigue siendo, con creces, el gran punto de encuentro del sector. Un punto de encuentro que para la gran mayoría de marcas es imprescindible para presentar sus novedades y, para presentarse al mundo. La gran feria del sector ha pasado por algunos baches. Pero ha suido capaz de superarlos. Algunos ni siquiera tenían que ver con el modelo, más bien con el entorno, tremendamente desfavorable, pero sea como sea, con agilidad para adaptarse a los cambios y para dar respuesta a las cambiantes necesidades de las marcas, ISPO ha sabido reinventarse. Es cierto que algunas grandes marcas muy afines a ISPO han dejado de confiar en el salón para presentar sus novedades. El crecimiento de determinadas ferias locales, muchas veces especializadas -y casi siempre apostando por un formato mixto o decididamente no profesional-, el auge del universo online como plataforma para presentar novedades o las nuevas estrategias que están llevando a cabo muchas marcas, apostando por presentaciones exclusivas para sus principales detallistas, está cambiando el panorama ferial internacional. Pero, aun así, la edición de este año de ISPO volverá a demostrar su grandeza. Más de 2.700 marcas llenarán los más de 180.000 metros cuadrados de superficie de exposición. Ausencias sonadas, como hemos dicho, pero también muchas nuevas marcas que siguen viendo en ISPO el mejor aliado para su internacionalización. UN BUEN PRECEDENTE La edición 2017 de ISPO cerró sus puertas con un ligero crecimiento de visitantes. De los 81,368 profesionales que acudieron al salón en 2016 se pasó a los 85.000, lo que representó un crecimiento aproximado del 4,5%. Además, el salón, cerró con récord de expositores (2.732) y acentúo, todavía más, su carácter internacional, con visitantes de más de 120 países, y un importante crecimiento de los visitantes de Italia, Rusia, Gran Bretaña, China y estados Unidos. La cifra de visitantes con la que se cerró la última edición confirma la estabilidad (bendita) de los últimos años. Eso sí, diferencia de ediciones pasadas, en 2017 empezó a oírse un poco más de español en los pasillos del salón. Probablemente la cifra de visitantes nacionales no sea para tirar cohetes, pero viniendo de donde veníamos cualquier sensación de que la cosa va a más es muy positiva. Si en las últimas ediciones la alta cifra de visitantes nacionales se debía más a la presencia de marcas nacionales expositoras (55 en 2017) y representantes de las marcas internacionales que, a la cifra de detallistas, el año pasado la mayoría de expositores constató la buena presencia de detallistas nacionales. Los de siempre no faltaron a su cita (grandes operadores off y online, los principales grupos de compra, varias tiendas especialistas y algún multideporte), pero también acudieron a Munich algunos que hacía tiempo que no iban y, ISPO mantiene su fuerza La gran feria del deporte volverá a reunir, en sus más de 180.000 metros cuadrados, a las principales marcas del sector F E R I A S TS 70
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