TS 37 El running mantiene el ritmo. Pasan los meses y, aunque no mantiene la velocidad de otros años, sigue muy vivo. Sobre todo, en practicantes. Es algo que ya veníamos advirtiendo desde hace años: si el running conseguía dar el paso y convertirse en algo más que una moda, la base de practicantes podría ser importante e ir creciendo año tras años. otro tema son las ventas. Y como se reordena el mercado después de un crecimiento como el que ha experimentado el running. Sea como sea, lo que sí ha quedado claro es que este deporte ya se ha convertido en una tendencia que poco a poco va moldeando una nueva cultura del deporte. Una cultura que en nuestro país brillaba por su ausencia y dejaba índices de práctica bastante lamentables. Por suerte, y gracias, sobre todo, al running (con permiso del bike y algunas modalidades outdoor), las cosas han cambiado mucho en una década. Sin ir más lejos, en el último estudio sobre la evolución de la práctica deportiva en España elaborado por el CSD y que analiza el incremento de la práctica en el periodo 2010-2015 se constata que la práctica subió 9,2 puntos en ese periodo, hasta situarse en un 53,5%. Si tenemos en cuenta que en los últimos dos años este porcentaje probablemente haya crecido ligeramente, es obvio que el deporte, por fin, empieza a tener cierto peso dentro de los hábitos de los españoles. Y el running es, sin duda, uno de los pilares de este crecimiento. Este deporte, además, ha crecido en un contexto muy complejo, casi desfavorable, y como otras modalidades, ha “renacido” con la crisis. Ahora, presuntamente superado el bache, el running sigue siendo uno de los deportes más dinámicos del presente, y aunque obviamente las ventas se han desacelerado un poco respecto a años espectaculares como el 2013 o el 2014, sigue siendo uno de los deportes que más tráfico ha generado en la tienda… y en las calles. Y si le sumamos el trail, todavía más. Las razones que han convertido al running en un deporte con tanto recorrido hecho -y con tanto por recorrer- tienen mucho que ver con sus ventajas a nivel físico y psíquico y, también, con las consecuencias que, a nivel de ocio y gastos, ha tenido la crisis. Es una modalidad accesible (especialmente en inversión) y con múltiples ventajas a nivel de salud. Estos dos factores son los que, precisamente, han ayudado a que, con la crisis superada, el running siga teniendo la fuerza que tiene ahora. Probablemente sea cierto que su crecimiento se ha visto frenado en el momento en el que la gente ha vuelto a gastar en ocio pero, aun así, es un deporte tan adictivo que la gran mayoría de quienes empezaron a correr con la crisis, lo sigue haciendo ahora. Y ya lo han incorporado a su vida. Así, no es arriesgado afirmar que, a corto y medio plazo, el running –con permiso del bike- seguirá siendo el motor de la vertiente más atlética del sector. También será el gran reclamo de las tiendas multideporte y, aunque a un ritmo bastante más contenido, y pese al peligro que ello conlleva en el equilibrio oferta-demanda, es probable que sigan abriéndose más tiendas especializadas. Con el mercado más “ordenado”, el potencial del running sigue siendo muy importante y su techo está muy lejos. Y eso lo saben muy bien marcas y tiendas. (RE) ORDENANDO EL MERCADO Si a estas alturas tuviéramos que buscarle un “pero” al running, éste tendría mucho que ver con la gestión que se ha hecho de su crecimiento. Su espectacular boom en practicantes convirtió a este deporte en el más fuerte de la vertiente atlética. Los índices de práctica no paraban de ofrecer y, durante mucho tiempo, su avance era muy parejo al de las ventas. Y como era previsible, el sector no dejo pasar la oportunidad. En un tiempo récord el running se convirtió en el deporte con mayor presencia en el comercio multideporte y, también, en el que más terreno ganaba a nivel de especialistas. Las aperturas se contaban por decenas cada mes y muchas de ellas, no nos engañemos, con más corazón que cabeza. Teniendo en cuenta la cifra de corredores que se ganaban era obvio que muchas de estas tiendas tendrían cierto margen para crecer y consolidarse, pero también quedó claro, y muy pronto, que la oferta era exagerada. Y poco a poco empezaron a cerrar algunos de los especialistas que se habían aventurado con este deporte. Como era previsible. No hay que olvidar, y ese es un dato importante, que el running es, junto al fútbol, el deporte con mayor presencia en el comercio multideporte. Y, por si fuera poco, muchas tiendas con este perfil han buscado en este deporte una vía para volver a los orígenes y especializarse dentro de esta oferta multiactividad. Y algunos han logrado, pese a la fuerza del comercio especializado, muy buenos resultados, demostrando que la especialización no es, necesariamente, volcarse en un solo deporte. Y entre ello, muchos grandes operadores. Con lo que ello representa a nivel de ventas. El running, a estas alturas, sigue vivo en practicantes y ventas. El mercado sigue en un proceso de “racionalización” y cada vez están más definidos los actores (de la distribución). ESPECIAL RUNNING Superada la crisis, el reto está en mantener el ritmo. Y precisamente son las tiendas y las marcas quienes deben demostrar que tienen ganas y capacidad para fomentar la práctica de este deporte. Porque, no nos engañemos, hasta la fecha se ha hecho poco y se ha confiado demasiado en el empujón que ha supuesto esta crisis. A ritmo de crucero Ahora, presuntamente superado el bache, el running sigue siendo uno de los deportes más dinámicos del presente, y aunque obviamente las ventas se han desacelerado un poco respecto a años espectaculares como el 2013 o el 2014, sigue siendo uno de los deportes que más tráfico ha generado en la tienda… y en las calles. Y si le sumamos el trail, todavía más.
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