TS 38 de una forma destacable, pero tampoco sufrirá grandes reveses. Las marcas van a seguir volcándose en él con importantes inversiones en I+D y, también, en patrocinios. Las altísimas cantidades que se invierte en I+D, pero, también –o sobre-todo- en patrocinios de jugadores, equipos o ligas, son una garantía de que, como el fútbol, la rueda no va a dejar de girar. La demanda es buena tanto en calzado, como en equipaciones y réplicas. Y a diferencia del fútbol, el reparto del pastel es mucho más simple, porque en la cancha apenas compiten 4 ó 5 marcas, con Nike por encima del resto (Decathlon aparte). BALONMANO, VÓLEY O HOCKEY: SIN APOYO MEDIÁTICO… PERO CON BASE Los medios tienen mucho que ver con el deporte. O mejor dicho, con la práctica. Es un pez que se muerde le cola. Fútbol y baloncesto son los deportes más mediáticos y eso, obviamente, se refleja en los practicantes. La base es muy buena, pero es, sin duda, su presencia en los medios y todo lo que genera en ellos, lo que da fuerza al sector. Y es precisamente este protagonismo mediático de ambos deportes lo que impide que otros deportes de equipo puedan crecer más allá de la práctica, especialmente de la escolar. En España, el tercer deporte en equipo más importante después de fútbol y baloncesto es el balonmano. Y está a años luz del baloncesto. Este deporte cuenta con poco más de un 10% de las licencias que tiene el futbol y su práctica –como otros deportes de equiposestá bastante focalizada en determinadas zonas. Lo mismo pasa con el Vóley (quizás menos “zonal”) o con el Hockey, cuarto y quinto deporte respectivamente. A diferencia de estos dos últimos, el balonmano sí tiene cierta presencia en los medios porque la liga nacional cuenta con equipos punteros en Europa y porque nuestra selección ha logrado importantes metas a nivel europeo y mundial. Aun así, la práctica entre los más pequeños es muy baja y son muy poco los clubes y colegios que apuestan por este deporte. Al final, la parte más positiva de estos deportes es que su cifra de practicantes es muy estable. Baja, pero estable. Quizás el Balonmano si ha tenido algún descenso importante, pero en general, pocos cambios. Las escuelas y clubes que tradicionalmente han apostado por estos deportes siguen haciéndolo, y aunque su caída en practicantes a partir de ciertas edades (cuando acaba el colegio) es espectacular, la verdadera base, los más pequeños, sigue siendo muy sólida. A nivel de ventas, puesto que son deportes minoritarios -comparándolos con fútbol y baloncesto- es obvio que su cobertura es muy limitada. Y la oferta, también (marcas muy especializadas que, generalmente, han apostado por estos deportes por la fuerza que tienen en otros mercados). El balonmano se salva un poco del ostracismo en tiendas multideporte (en cuentagotas), pero el resto, o tienen presencia en comercios muy especializados en zonas donde esos deportes tienen una larga tradición o Decathlon es la única alternativa que queda. Eso ha sabido hacerlo muy bien la cadena gala: dar espacio a deportes secundarios o minoritarios. Y el sector, pese a quejarse, ha dejado que sea así. AMPLIAR LA BASE Hay vida más allá del fútbol. La hay y debe haberla. Debe potenciarse. Y protegerse. El gigante del fútbol hace mucha sombra, pero el sector, y las administraciones, tienen que potenciar otros muchos deportes. El running ha crecido solo. Y se mantiene solo. Pero hay deportes que hay que saber cuidar. Quizás generen poco. O nada. Pero para el sector y para la salud deportiva, son vitales. No todo el mundo quiere chutar un balón. Hay muchos deportes colectivos con una muy buena base de practicantes. Pero hay que cuidarlos. Son deportes mucho menos pervertidos por el dinero y donde la práctica es el verdadero pilar. Son deportes que suelen practicarse en muchas escuelas y clubes, pero también tienen una tasa de abandono muy elevada a partir de la adolescencia. Y eso hay que intentar corregirlo. Sin apoyo mediático ni institucional es imposible crecer, pero, también, es más difícil animar a los más pequeños a apostar por ellos. Ni siquiera debemos plantearnos, como sector, las ventajas que podamos sacar. No se trata solo de vender. Se trata de construir. Que la base no se rompa va mucho más allá de lo puramente deportivo. El deporte no es una moda. La “suerte” del baloncesto es la calle. La moda. Aunque el baloncesto tenga, como hemos dicho, una buena base de practicantes, la moda siempre ha sido un actor determinante en las ventas de esta categoría. El look baloncesto siempre tenido épocas de mucho tirón en la cultura urbana. Y en estas épocas, las ventas han repuntado. Su buena acogida como deporte escolar, el peso mediático que tiene (a años luz del fútbol, pero muy importante) y su fuerza en un mercado como el americano, le aseguran al baloncesto un margen de recorrido muy amplio. Como el fútbol, difícilmente repuntará de una forma destacable, pero tampoco sufrirá grandes reveses. Las marcas van a seguir volcándose en él con importantes inversiones en I+D y, también, en patrocinios. DEPORTES DE EQUIPO
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