TS 31 El fútbol vive en la sombra. Y muy cómodamente. Mientras la gente habla de running, pádel, bike o sneakers, el fútbol sigue si camino con absoluta tranquilidad. Y casi en el anonimato. Su evolución es plana, estable, y aunque en otros segmentos eso podría interpretarse como un dato negativo, en el fútbol, la estabilidad es una buena noticia. No news, good news, que dicen. Con el volumen que mueve este deporte, que se mantenga estable no deja de ser una pequeña victoria para el sector. Ni crisis, ni moda, ni deportes que disparan sus índices de práctica: nada ha logrado desestabilizar al fútbol. El fútbol es un mundo aparte. Un mundo que avanza completamente ajeno a todo lo que le rodea y los pocos altibajos que sufre -casi imperceptibles- no suelen tener relación alguna con el entorno global, más bien con ciertas particularidades que tiene el propio segmento. Una de estas particularidades, por cierto, son los años pares. Como este 2018. En estos años, con Eurocopa o Mundial, las ventas sueles repuntar. En calzado y, sobre todo, en réplicas. Las cosas, a corto y a medio plazo, no van a cambiar. Y no cambiarán porque hay muchos intereses detrás. Y la mayoría tienen poco que ver con el sector. Es un deporte que mueve miles y millones de euros en derechos de imagen, traspasos, publicidad… y ya habrá quien se preocupe de que la maquina siga funcionando. Ya no es sólo un deporte; es un negocio. La base de practicantes asegura un mínimo de ventas muy elevado (es el que cuenta con más licencias, lo que asegura una base sólida y constante), pero probablemente sean los fuertes intereses que hay detrás los que siempre mantendrán el fútbol vivo. Y eso, aunque no guste, es un gran aval, el mejor, para que las tiendas y, sobre todo, para que las marcas, sigan apostando por este deporte. Nadie dejará que caiga. En cuanto a las ventas, y aunque entraremos en detalle más adelante, lo más significativo es que el fútbol es, sin duda, el deporte donde mayor monopolio tienen las dos grandes multinacionales del sector. Entre ambas controlan más del 80% de las ventas en unidades y en valor. Casi nada. UNA BASE SÓLIDA Parece que el sector, ahora, sólo entienda de running, pádel, bike o trail. Son los deportes de moda y parece que hay poca vida más allá de ellos. Pero no es así. El sector es mucho más amplio que cuatro disciplinas que viven un buen momento (y que nadie sabe si durará). Y en esta segunda línea de batalla, hay deportes con más artillería. Obviamente no ha crecido exponencialmente como lo hayan podido hacer el running o el bike, pero su fuerza es mucha más estable… y duradera. Y al frente de esos deportes que ahora parecen olvidados (más en los medios que en las tiendas) está el fútbol. Es fútbol es, sin duda, el deporte con una mejor base de practicantes. Y con más licencias. La mayoría de practicantes son niños y jóvenes, es cierto, pero ese target ya representa un volumen de ventas espectacular. Y es que, más allá de los billetes que puedan mover derechos de televisión, patrocinios, sueldos de las estrellas o venta de entradas, y aunque la venta de material deportivo tenga un peso relativo en este universo, el fútbol es el deporte por excelencia del sector. Durante muchos años, cuando running y bike eran cosa de cuatro insensatos, ha sido el deporte que mantenido viva la parte más técnica del sector. No hay que olvidar que en los últimos años el fútbol está concentrando entre un 8% y un 10% del total de las ventas del sector, unos porcentajes que, teniendo en cuenta el volumen que aún representa el sportwear, son muy importantes. La venta de calzado, por ejemplo, ronda desde hace años los dos millones de pares anuales –entre fútbol y fútbol sala-, y a eso hay que sumarle las réplicas, las equipaciones y una larga lista de complementos. La elevada facturación de este deporte, más allá del volumen importante que tienen las réplicas, se explica, simplemente, analizando la gente que lo practica. Y no hablamos sólo de las más de 900.000 licencias que hay –y que, sin duda, ya dan una idea bastante clara de cómo pueden ir las ventas- sino, sobre todo, por los miles y miles de españoles que juegan en liguillas amateurs. Sin ir más lejos, algunas estimaciones apuntan a que más de 3 millones de personas podrían estar jugado a fútbol cada semana. Por no hablar de los centenares de miles de niños que, jueguen o no, quieren las botas que llevan sus ídolos. Sólo con estos datos, ya queda bastante claro que estamos ante un segmento que, además de ser fuerte, tiene un volumen de ventas muy estable, con mínimos importantes. A todo esto, hay que añadir, y no es un dato secundario -al contrario-, que el fútbol es el deporte que mueve más dinero entre los ESPECIAL FÚTBOL Las cosas, a corto y a medio plazo, no van a cambiar. Y no cambiarán porque hay muchos intereses detrás. Y la mayoría tienen poco que ver con el sector. Es un deporte que mueve miles y millones de euros en derechos de imagen, traspasos, publicidad… y ya habrá quien se preocupe de que la máquina siga funcionando. El fútbol es así Sí, la gente, hoy en día, habla de running y bike. O de pádel. Deportes que en la última década han crecido mucho y que, quizás, hasta tengan más practicantes que el fútbol. Pero, al final, el fútbol siempre está allí. Y sigue allí.
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