TradeSport 257 - Septiembre 2017

EDITORIAL Tranquilos, no va de política. O sí. Pero de política comercial. Catalunya, más tarde de lo que muchos esperaban y más pronto de lo que otros muchos (quizás más) deseaban, ha aprobado la ampliación (parcial) de sus horarios comerciales. Esta batalla, que dura más de cuatro años (en realidad muchos más) también supone un rifirrafe constante entre el Gobierno central y el autonómico. Unos, los primeros, más propensos a la liberalización total (ya aplicada en algunos lugares); otros, más cercanos a una limitación que, a priori, defienda los intereses del pequeño comercio. Ambas posturas tienen sus puntos fuertes. Unos ponen al consumidor en el centro de cualquier decisión y otros, en cambio, prefieren poner al empresario (al pequeño empresario). Y ambas posturas, insisto, tienen su lógica. Al final, es el consumidor el que manda y lo que hay que intentar es que tenga tiempo para comprar. Y que pueda comprar cuando quiera. Pero también, visto desde el otro lado, es obvio que el pequeño comercio no puede luchar, en este sentido, contra grandes superficies. Abrir 12 horas los siete días de la semana sale demasiado caro a las tiendas. Salvo, claro está, que el consumo sea muy alto y el coste del personal muy bajo. Por mucho que nos guste defender al pequeño comercio, con las persianas bajadas no se consigue que la gente no compre, se consigue que la gente compre dónde está abierto Dicho esto, me permitirán que ponga en relieve dos aspectos que considero vitales en esta “discusión”: el estatus quo de las zonas comerciales e internet. Comencemos por el primero. El cambio en los hábitos de compra de los españoles ha sido muy radical en los últimos años. Y tan o más radical ha sido el cambio que han experimentado las principales áreas comerciales en las grandes ciudades. Las zonas con mayor tráfico las controlan las grandes cadenas nacionales e internacionales, con muy pocos “rebeldes” a su alrededor. En este sentido, ¿A qué pequeño comercio hay que proteger? Y hablo, insisto, de las grandes zonas comerciales. Alrededor, en segundas áreas, en ciudades medias o en pueblos, el horario jamás ha sido un problema. Y al final, no nos engañemos -y sé que aquí se me va a enfadar mucha gente- en las grandes ciudades son muy pocos los comercios pequeños -o medianos- que pueden competir con la mastodóntica maquinaria de las grandes cadenas. Y en los barrios de esas grandes ciudades, más de lo mismo. Sobre internet, poco que decir. No hace falta. La red abre 24 horas, siete días a la semana, 365 días al año. Y sin dependientes. Por mucho que nos guste defender al pequeño comercio, con las persianas bajadas no se consigue que la gente no compre, se consigue que la gente compre dónde está abierto. E internet lo está siempre. Por ahora los índices de confianza siguen siendo bajos, pero poco a poco el ecommerce se impondrá con fuerza en todos los targets de consumidores. Y hoy, más que nunca, hay que darle respuestas al consumidor. Con horarios, con servicios, con experiencias. Con lo que sea. Y eso nunca dependerá -o no debería- de si abrimos 3 domingos o 27. RAUL BERNAT raul@tradesport.com Catalunya O P I N I Ó N DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 20 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TS 3 En los últimos meses hemos visto como algunas de las principales ferias del sector, tanto nacionales como internacionales, generaban dudas. O, peor aún: generaban dudas entre las grandes marcas. A Unibike, por ejemplo, hace tiempo que han dejado de ir algunas grandes marcas. Y algunas que todavía han ido este año, ya han dejado caer que su presencia en la próxima edición es, cuanto menos, dudosa. También faltarán algunas grandes en Eurobike, que para contentar a otras grandes multinacionales que todavía le son fieles ha tenido que adelantar casi dos meses la próxima cita de 2018. La feria OutDoor, también en Friedrichshafen, más de lo mismo. Algunas marcas de referencia del universo outdoor ya no han acudido a la cita de este pasado verano y otras tantas ya han dejado claro que su presencia el próximo verano no está precisamente clara. Ni siquiera ISPO se salva de las dudas, y un gigante del deporte como Amer, probablemente una de las compañías con más espacio reservado en el salón bávaro, ya ha anunciado oficialmente que dos de sus grandes marcas, Salomon y Atomic, se saltarán la edición de este invierno. Y lo mismo hará el grupo Salewa, que ha anunciado si ausencia en Munich. Las razones no siempre son las mismas, pero suelen tener un denominador común: el retorno de la inversión. Por dinero y por fechas (que no satisfacen a los países del norte ni a las marcas especialistas en textil). Otros aspectos, como la logística, los servicios, la ubicación o, incluso, el formato de la feria, también tienen mucho que ver, pero si el retorno fuera bueno, esas cosas se pasarían por alto. Las marcas, que por muy bien que vayan las cosas, no dejan de ser empresas, empiezan a darse cuenta de que hay alternativas para presentar sus novedades Las marcas más implementadas internacionalmente empiezan a darse cuenta de que hay alternativas para presentar sus novedades. Tanto a los profesionales como al público final. Obviamente el carácter internacional de ferias como OutDoor o ISPO siempre será un argumento de peso para que muchas marcas confíen a ciegas en el salón -y lo rentabilicen a medio o largo plazo-. Y también los servicios que ofrecen estos encuentros sectoriales son, cada vez más, un valor añadido capaz de retener y atraer a muchas otras (y como prueba la gran evolución que ha hecho ISPO, por ejemplo, en este sentido). Pero las grandes marcas, las que ya están posicionadas en todos los grandes mercados, empiezan a considerar excesivo el coste que supone invertir en ferias de estas características. Con la misma inversión - o menos- pueden ofrecer una experiencia más “personalizada” a sus clientes o potenciales clientes. Y en fechas más idóneas para sus intereses. El futuro de muchas ferias internacionales está en entredicho. En cambio, las nacionales, están reviviendo con un modelo más especializado, más asequible, donde a excepción de las top, las marcas se sienten mucho más cómodas. Pero, aun así, deben reinventarse año a año. Abrirse más al mundo tecnológico y quizás a nuevos segmentos (en una extraña huida de la segmentación). Y ofrecer servicios lo suficientemente interesantes para revivir un modelo de trabajo donde los pedidos justificaban la inversión. Convenciones de marcas… no de grupos de compra. JAUME FERRER jferrer@tradesport.com Renovar las citas AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com TRADE 255 ESPECIAL OUTDOOR TRADE 256 ESPECIAL TRIATLÓN TRADE 253 ESPECIAL MUJER TRADE 254 ESPECIAL BAÑO

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