Pero más allá del running y el bike, la categoría que seguramente más beneficiada se ha visto con el auge del triatlón ha sido, sin duda, la de los neoprenos. Hace dos décadas apenas había una o dos marcas que comercializaban en España este tipo de productos; ahora la lista es mucho más larga (aunque la selección natural también ha hecho mella). Más allá de los productos estrella que pueda tener el triatlón, que obviamente son zapatillas, neoprenos y bicis, si algo hay que destacar de esta modalidad a nivel de productos es la fuerza que han ganado todos los complementos técnicos, cuya evolución a nivel de prestaciones ha sido espectacular y que, además, dejan una gran rentabilidad a la tienda, tanto por su buena demanda – y venta- como por su rotación y su poder de fidelización. La lista es muy larga y podemos encontrar desde gafas, gorras, perneras o calcetines, hasta portadorsales o cremas solares. Y obviamente no podemos pasar por alto el gran crecimiento experimentado por dos universos muy vinculados a este deporte: la nutrición y los pulsómetros. De la primera, poco que decir. Basta con leer el artículo sobre nutrición que pueden encontrar en este mismo número. El triatlón es un deporte exigente donde es fundamental una buena gestión de lo que comemos y bebemos. Y no es algo que sólo deban tener en cuenta los profesionales o quienes buscan una buena marca; todo el mundo puede comprobar cómo, si se gestiona bien su ingesta, este tipo de productos pueden ayudar a maximizar el rendimiento. Para el comercio, además, es un producto que por su precio y por los hábitos de compra, genera mucho tráfico en la tienda y es un buen reclamo para fidelizar al cliente. Respecto a los pulsómetros, poco que añadir a los que llevamos meses diciendo. Su precio medio, obviamente, es muy superior al de la mayoría de complementos, pero su evolución ha sido una de las más espectaculares que se han dado en la última década dentro del sector. El deportista es cada vez más exigente con su entrenamiento y de ello se han beneficiado –y mucho- los pulsómetros. Analizar el entrenamiento, durante y después, es un hábito al que muchos deportistas ya no pueden renunciar. Material aparte, el triatlón también es una buena “cantera” para otras modalidades. Cantera y receptor. El auge de modalidades como el duatlón, el duatlón cross o el swimrun se dejarán notar en el universo del tri. Para bien. Para marcas y para tiendas. BENDITA ESTABILIZACIÓN El triatlón ha bajado el ritmo. Afortunadamente. Estaba descontrolado y a punto de estrellarse. Y ahora toca lo relativamente fácil. Aguantar el ritmo de crucero que tiene hoy en día. Sin esperar grandes cambios, sin buscar otro boom. Mantenerse con lo que tiene, que es mucho, y seguir explotando aquello que lo hace fuerte, como las pruebas. Pruebas que son, sin duda, el mejor termómetro para saber cómo marcha un deporte a nivel de practicantes. Y en el caso de triatlón, se sigue colgando el cartel de completo en la gran mayoría. Y eso, sin duda, es un reflejo de la buena salud de la que goza este deporte a pesar de los reajustes que se hayan podido dar en la oferta. La base, insistimos, está ahí. Has practicantes de sobras como para que este deporte siga creciendo. Y esto es lo que pasará. Seguirá crecido. Seguirá dinamizando segmentos, y poco a poco se estabilizará. Hay margen para seguir ganando terreno, pero si nos empeñamos en exprimir demasiado este potencial, seguiremos dejando víctimas por el camino. Bike, running y natación tiran mucho todavía, y lo más lógico es que un porcentaje importante de quienes se enganchan a estos deportes prueben con el triatlón. Marcarse retos forma parte de los objetivos de cualquier deportista. El triatlón ha bajado el ritmo. Afortunadamente. Estaba descontrolado y a punto de estrellarse. Y ahora toca lo relativamente fácil. Aguantar el ritmo de crucero que tiene hoy en día. Sin esperar grandes cambios, sin buscar otro boom. Mantenerse con lo que tiene, que es mucho. ESPECIAL TRIATLÓN TS 50
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