EDITORIAL Un año más el gran salón del outdoor abre sus puertas en Friedricshafen. Y este año lo hace, además, con un cambio importante en sus fechas: las puertas de la feria abren un mes antes de lo habitual, en pleno junio. El cambio obedece a las peticiones de algunas de las grandes marcas internacionales del mundo del outdoor, especialmente de aquellas cuyo principal core es el textil. Estas grandes compañías consideraban que el gran punto de encuentro del universo outdoor tenía lugar cuando ya habían comenzado sus campañas y que lo lógico sería que se celebrase antes de que los principales operadores ya hubiesen visto las colecciones. Una petición bastante lógica pero que, al parecer, da por supuesto que Europa empieza en los Pirineos. O en los Alpes. El cambio favorece, básicamente, a los mercados del centro y del norte de Europa donde sí es cierto que las campañas comienzan antes. En el sur, este adelanto supone celebrar la feria en una época donde las campañas tradicionalmente no han empezado. Es más, la mayoría de tiendas se encuentran inmersas, todavía, en la campaña anterior, con muy poco margen todavía para empezar a plantearse estimaciones de compra. Y esto, teniendo en cuenta que las tiendas lo que persiguen es reducir su stock y las programaciones, deja bastante claro que, al menos en nuestro mercado, ni tiendas ni marcas sacan mucho partido al adelanto de fechas. Y la mejor prueba de ello es el descenso, importante, que se ha dado en expositores nacionales. Un descenso que también se hará evidente tanto en representantes de distribuidoras y filiales como, sobre todo, en tiendas. Si la cifra de detallistas que acudían a orillas del lago Constanza ya había caído en picado en los últimos años, que se celebre un mes antes no ayuda precisamente. Al contrario. Si la cifra de detallistas y marcas que acudían a Friedricshafen ya había caído en picado en los últimos años, que se celebre un mes antes no ayuda precisamente. Al contrario. Friedricshafen es una gran feria. Por oferta y por entorno. Pero en estas últimas ediciones, quizás por estrategias propias o quizás por cómo esta evolucionado el mercado (o por ambas) se ha convertido en una feria menos global. Y no es, ni mucho menos, una mala opción, pero el peso del salón lo monopolizan los mercados del centro y del norte de Europa. Pero no solo las fechas han sido el motivo por el que este salón ha dejado de tener peso. La caída de visitantes, la fuerza de ispo como salón internacional, una ubicación semi-tercermundista o el poco peso que tienen las colecciones de verano, también son algunos de los motivos que han hecho plantearse, a muchas marcas, ausentarse este año de la feria. El modelo de feria actual puede que necesite un replanteamiento. Ispo y Fredricshafen tienen un gran protagonismo y llenan sus pabellones año tras año, pero no son ferias de negocio. Son ferias de contactos. Y quizás sería interesante impulsar, aunque fuera a nivel local, encuentros donde el objetivo de las marcas fuera vender y el de las tiendas comprar. A las grandes marcas quizás no les interese –para variar- porque ya tienen sus mecanismos, pero el sector debe empezar a entender que las cosas se pueden hacer sin necesidad de que detrás haya estas grandes marcas. Sus estrategias ya han obligado a cambiar demasiadas cosas. No será fácil, es obvio, y el pasado no es precisamente alentador, pero en Francia, con Sport-Achat, tenemos un muy buen ejemplo de que un modelo de feria profesional, donde hacer pedidos sea el principal objetivo, es viable. Muy local, es cierto, pero quizás sea la mejor opción en un mundo donde la globalización no siempre tiene en cuenta las necesidades locales. Y España, no nos engañemos, es un mercado muy particular. JAUME FERRER jferrer@tradesport.com AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com Localización O P I N I Ó N DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 20 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TS 3 Dicen que el futuro no existe. Que lo que nos viene es un presente que avanza a una velocidad de vértigo. Y dicen, también, que quien no es capaz de adaptarse a este ritmo estrepitoso tiene las de perder. Desaparecer. Y seguramente no les falte razón. En los últimos meses hemos visto como desde todos los bandos nos advertían de la necesidad de construir bases de datos, de tener muy claro quién y cómo es nuestro consumidor, de que el futuro, sí o sí, ya no pasa por la multinacanalidad, sino por la omnicanalidad. Y que existen miles de herramientas a nuestro alcance para mejorar nuestros procesos, nuestra relación con el consumidor y nuestra capacidad para ofrecerle, a ese consumidor, una experiencia de compra suficientemente atractiva para, como mínimo, fidelizarlo. Y todo eso que nos dicen una y otra vez es cierto. Tan cierto como que no todo el mundo tiene capacidad para coger esa velocidad y tan cierto, sobre todo, que en la relación entre marcas y tiendas hay pasos tan o más importantes que deben darse para que, sobre todo determinado perfil de tienda, pueda coger aire. El futuro pasa, inevitablemente, por conocer al consumidor. Pero ¿de qué nos sirve conocerle si, después, no podemos ofrecerle lo que podría atraerle a nuestras tiendas? El futuro pasa, inevitablemente, por adaptarse al ritmo del consumidor. Y eso, obviamente, es imposible si no le conocemos. Pero ¿de qué nos sirve conocerle si, después, no podemos ofrecerle lo que podría atraerle a nuestras tiendas? No nos engañemos, el gran reto de muchas tiendas no pasa, al menos a corto plazo, por potenciar la llamada omnicanalidad o por agilizar determinados procesos (que también), sino que más bien pasa por conseguir tener una oferta que le permita dar esos pasos con cierta seguridad. Y de ello depende mucho su capacidad para asumir riesgos y buscar aliados que sepan impulsar sinergias y trabajar codo a codo para crecer. Las grandes juegan en otra liga. Ellas sí tienen capacidad más que suficiente para poner en marcha cualquier estrategia que les ayude a vender más y, sobre todo, a ganar más. Y lo están haciendo. Y seguirán haciéndolo. Su prioridad, ahora, es estrechar los vínculos con el consumidor, y aunque siguen apoyándose en el canal, sobre todo en las grandes cuentas, cada vez hay más marcas que tienen claro, clarísimo, que hay un perfil de tienda que ya no le aporta nada en este sentido. Y que es mucho mejor, y mucho más rentable, saltarse el intermediario y llegar directamente al consumidor. Y no es, ni mucho menos, nada censurable. Es una necesidad. Una necesidad a la que han llegado, también, por la inoperancia de muchas tiendas. Tiendas que, además, siguen obcecadas en apostar por estas marcas a la vez que las crucifican. Y mientras, a su alrededor, voltean marcas que podrían resultarles muy rentables si tuvieran el valor de apostar por ellas. Al final, sólo se trata de eso. De arriesgarse. En oferta, en estrategias, en nuevos canales, en nuevas herramientas… Quedarse quiero le convierte a uno en un blanco perfecto. Y en un sector con tantos cazadores, no es precisamente la mejor opción. RAUL BERNAT raul@tradesport.com Moverse TRADE 253 ESPECIAL MUJER TRADE 251 ESPECIAL ISPO TRADE 252 ESPECIAL RAQUETA TRADE 254 ESPECIAL BAÑO
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