El outdoor coge aire. Fuerzas. Después de unos meses un poco movidos, el futuro se presenta más tranquilo. Quizás porque el propio sector ya ha asumido que las grandes cifras de hace una década no se volverán a dar ni a corto ni a medio plazo. O quizás porque la transformación de este universo ha culminado en estos últimos meses. Sea por lo que sea, el outdoor ha superado un bache complejo. Después de esquivar con bastante pericia los primeros años de la crisis, no pudo evitar verse afectado por la cola de ésta. Y pegó un frenazo brusco. Una vuelta a la realidad. Ahora, con la crisis superada y un segmento en plena reordenación, las cosas cambian. Y el outdoor puede retomar su ascensión. La crisis. La sempiterna crisis. Parece que sea imposible hablar de nada de lo que ha pasado en los últimos años sin hablar de ella. Y el outdoor no es una excepción. Al principio, como running o pádel, la crisis ni se notó. Bueno, sí se notó, pero para bien. La práctica de determinados deportes se disparó, entre ellos la de muchos deportes outdoor. Y con ello las ventas, que parecían ajenas al contexto económico tan duro que se vivía. El outdoor se mantenía porque se convirtió en una válvula de escape perfecta, por su accesibilidad y asequibilidad. Fue en ese contexto que se hicieron fuertes deportes como el senderismo, el trekking ligero o el trail. Pero, también, lo hacia el running. Pero como era de esperar, las cosas acabaron torciéndose. A nivel de practicantes la cosa seguía muy dinámica, pero las ventas se estabilizaron primero y bajaron ligeramente luego. La crisis se dejaba notar. Y, además, el tiempo tampoco acompañó demasiado: inviernos calurosos y veranos que tampoco propiciaban el sell-out. El frenazo fue importante, y seco, pero dejó pocas víctimas. La tormenta fue mucho más suave de lo que se esperaba y poco a poco el outdoor hizo valer su potencial. Los ritmos no serán los mismos, pero se avanzaba. El terreno era más complejo, con mucha más competencia y con un consumidor que, con la crisis, había cambiado por completo su manera de comprar. Las ventas seguían siendo buenas, pero había cambiado lo que se vendía. Y cómo se vendía. SEGMENTO DE ESPECIALISTAS Cuando muchos hablan de especialización hacen referencia al running o al bike, pero fue el outdoor quien, en su día, puso la primera piedra para que el deporte explotase este tipo de comercios. Y lo hizo casi forzado. El comercio multideporte dio la espalda al deporte, a lo técnico, y muchos segmentos tuvieron que apostar por la especialización para mantenerse vivos. La idea de dejar que el monopolio se lo quedasen Decathlon y alguna que otra cadena no parecía muy atractiva, así que poco a poco se fue tejiendo una red de tiendas especializadas que, relativamente rápido, se adueñaron de un target muy concreto. Especialización de tiendas y, también, especialización de marcas. La competencia se ha acentuado considerablemente y la especialización se ha convertido, para muchas marcas, en el principal valor añadido. En la última década han llegado al mercado una larga lista de marcas, muchas de ellas superespecializadas, que de la mano de la tecnicidad y, también, de la exclusividad, están habiendo se un hueco en el mercado. El poder de las “generalistas” como The North Face, Salomon, Columbia, Mammut, Salewa y compañía sigue siendo muy fuerte, especialmente en calzado y textil, pero la emergencia de marcas especializadas, sobre todo en complementos (mochilas, calcetines…), ha transformado por completo este universo. El outdoor sigue siendo un deporte con TS 25 ESPECIAL OUTDOOR El outdoor ha superado un bache complejo. Después de esquivar los primeros años de la crisis, no pudo evitar verse afectado por la cola de ésta. Y pegó un frenazo brusco. Una vuelta a la realidad. Ahora, con la crisis superada y un segmento en plena reordenación, las cosas cambian. En el campo base el outdoor está más que preparado para volver a ganar altura. Y lo está, seguramente, porque ha asumido los cambios. Cambios en oferta, en tipología de negocio, en gustos del consumidor… Cambios que nos obligan a luchar contra más rivales, internos y externos. Pero cambios que son retos muy atractivos para el segmento, que debe, sí o sí, seguir luchando para aprovechar que modalidades como el trekking, el senderismo o, sobre todo el llamado travel y el trail siguen ganando adeptos cada día y pueden seguir creciendo, también, en ventas.
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