TradeSport 254 - Mayo 2017

cia a bajar -ni a subir- de forma espectacular. Ni en hombre, ni en mujer. En cualquier caso dependerá siempre de la cifra de practicantes, y a pesar del boom de otras modalidades, no parece que la natación vaya a perder adeptos. En el caso de los "bañadores de playa", es decir, los que se usan para el ocio (ir a la playa, a la piscina e incluso como prenda para el día a día en verano) las cosas son mucho más complicadas, porque no se lucha en contra de los practicantes -quien más quien menos se compra un bañador con mucha regularidad- sino que se compite directamente con los canales alternativos y especialmente con cadenas de moda juvenil -o especializadas en baño mujer- cuyo principal reclamo es el precio y el diseño. Ante estas circunstancias es obvio que las tiendas de deporte tienen que hacer valer sus ventajas competitivas, y la mejor de ellas es el valor de la marca. Y la posibilidad, también, de ofrecer tecnicidad y diseño. El reto, ahora, es saber transmitir ese valor a la mujer, porque uno de los aspectos determinantes para que el segmento crezca es atraer a la mujer, la gran compradora de baño, a las tiendas de deporte para que ésta deje de representar sólo el 30% de las ventas de bañadores. La mujer nunca se ha sentido atraída por el comercio deportivo y sigue apostando por los canales alternativos, mucho más comprometidos y preocupados por responder a las necesidades y a los gustos de la mujer. Y tal y como están las cosas, convencer a la mujer de apostar por el deporte -o por el comercio deportivoes bastante complicado, sobre todo si no logramos -y eso es casi imposible- que ellas dejen de asociar el bañador únicamente a la moda. Y, hoy por hoy, es muy difícil, casi imposible, que una mujer de 25-30 años cambie Zara, Calcedonia o cualquier tienda de otros canales por tiendas de deporte. Tenemos pocos argumentos para atraer a la mujer y convencerla de que por el precio que compra 3 o 4 bikinis en Zara se compre uno de cualquier marcas gliss, pero hay que intentarlo… Y lo que también debemos hacer, en hombre y en mujer, es no olvidarnos de la parte más técnica. Demasiadas veces damos por supuesto que lo atlético no nos lo va a cuestionar nadie, pero con el tiempo hemos comprobado que eso no es así, y que los canales alternativos tienen mucha agilidad para lanzar líneas técnicas que, al menos en mujer, nos pueden hacer mucho daño. Con la natación no se atreven. Todavía. Pero llegará. En los próximos meses el baño atlético seguirá su comportamiento de los últimos años y se mantendrá muy estable y con una fuerte competencia. Las gamas bajas serán coto privado de Decathlon y otras cadenas. Las gamas medias y altas, para las especialistas. En cuanto al baño moda, nunca se sabe cuándo puede despertar, y por ello es importante no renunciar a él. El canal tiene oferta más que suficiente para explotar este universo. Cuidar lo atlético, y no descuidar la moda. Ese es el camino. Y sobre todo, no intentar luchar con la moda con sus armas, porque no las tenemos. Luchemos con las nuestras: hay marcas deportivas con propuestas más que atractivas para que el comercio pueda explotar el baño moda. Y aprovechar nuestras armas. Las tiendas de deporte tienen que hacer valer sus ventajas competitivas, y la mejor de ellas es el valor de la marca. Y la posibilidad, también, de ofrecer tecnicidad y diseño. El reto, ahora, es saber transmitir ese valor a la mujer, porque uno de los aspectos determinantes para que el segmento crezca es atraer a la mujer, la gran compradora de baño, a las tiendas de deporte para que ésta deje de representar sólo el 30% de las ventas de bañadores. La mujer nunca se ha sentido atraída por el comercio deportivo y sigue apostando por los canales alternativos, mucho más comprometidos y preocupados por responder a las necesidades y a los gustos de la mujer. TS 56 ESPECIAL BAÑO B A Ñ O

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx