mando como referencia los datos facilitados por la Real Federación Española de Natación (que aglutina a la natación, el waterpolo, los saltos, la natación sincronizada y la de larga distancia), 2015 se cerró con más de 63 mil licencias, lo que representa un incremento del 40% en la última década, un dato que confirma la fuerza de una disciplina que avanza casi en la sombra y en la que, como muchos otros deportes, las licencias no son representativas del porcentaje de practicantes, muchísimo más alto de lo que puedan reflejar estos datos. Y, suficientemente importantes como para que las inversiones que hacen las marcas o la apuesta que puedan llevar a cabo determinados operadores, esté más que justificada, sobre todo en gamas medias. Respecto al baño moda, que representa la casi totalidad de las ventas de bañadores (en comercios deportivos y no deportivos) es obvio que se trata de un tipo de prendas en las que la funcionalidad no es, ni mucho menos, una prioridad y como mucho, a nivel técnico, se recurre a la Lycra por sus propiedades elásticas y la comodidad que otorga a las prendas -sobre todo en bañadores femeninos, mucho más ajustados que los de hombre-. Con la funcionalidad en segundo plano, los bañadores de moda buscan principalmente atraer al consumidor a través del diseño, de la estética, y en la mayoría de casos, a través del precio. Con este panorama, no es extraño que en los últimos años la gran mayoría de bañadores que se han vendido (alrededor de un 95%) ni tienen un uso atlético ni están relacionados, por marca, por diseño y por lugar de venta, con el deporte. Por suerte, como hemos dicho antes, las cosas han cambiado ligeramente gracias a la fuerza que en su día lograron las marcas gliss como Billabong, Quiksilver, Roxy o Rip Curl dentro del beachwear y que sirvió para atraer al canal a un target importantísimo (los jóvenes) y, también, llamar la atención de la mujer, poco asidua a nuestro canal. LAS VENTAS CONFIRMAN LA DIVISIÓN DE PODERES Como hemos dicho anteriormente el segmento de los bañadores es uno de los más complejos del mercado de artículos deportivos. A pesar de que la mayoría de marcas que trabajan el textil tiene en su oferta bañadores, éstas no sólo tienen que competir con las marcas especializadas -muy fuertes en la vertiente más atlética- sino que tienen que hacer frente a la fuerza que tienen los canales alternativos en la venta de un artículo cada vez más cercano a la moda. Seguramente por eso, la venta de bañadores en tiendas deportivas no representa más de un 10% de las ventas totales, un porcentaje preocupantemente bajo que confirma que esta prenda, en la mayoría de casos, no es estrictamente deportiva y que la mayoría de compradores, sobre todo quienes no buscan un bañador de natación -atlético, no acaban de asociar a los bañadores con el canal deporte. Por suerte, en estos últimos años se han dado tres circunstancias que han permitido al deporte arañar un poco de cuota a las tiendas no deportivas: por un lado las marcas han apostado fuerte por el diseño y han sabido encontrar un equilibrio perfecto entre deporte y moda -a pesar de que el precio sigue siendo sustancialmente superior al de los canales alternativos-; en segundo lugar, las tiendas se han dado cuenta de esta realidad y también han apostado fuerte por el baño más vinculado a la moda, especialmente en hombre, un perfil mucho más fiel al canal; y finalmente, la emergente moda gliss, pese a la debacle de las surferas en la crisis, ha convertido a muchas de sus marcas en las marcas más deseadas por un grupo importante de jóvenes. Pero volvamos a las ventas. En 2015 la venta de bañadores de hombre se mantuvo estable, superando de nuevo los 1,8 millones de unidades vendidas. En cuanto a los En los próximos meses el baño atlético seguirá su comportamiento de los últimos años y se mantendrá muy estable y con una fuerte competencia. Las gamas bajas serán coto privado de Decathlon y otras cadenas. Las gamas medias y altas, para las especialistas. En cuanto al baño moda, nunca se sabe cuándo puede despertar, y por ello es importante no renunciar a él. El canal tiene oferta más que suficiente para explotar este universo (sobre todo en el mundo gliss) y no dejar que sean otros canales los que lo monopolicen. ESPECIAL BAÑO TS 54 La diferencia entre las ventas de baño competición (natación) y baño moda es abismal, y aunque poco a poco las distancias se van acortando (parece que los comercios deportivos han entendido que limitar su oferta a las prendas atléticas no les beneficiaba en absoluto), la fuerza de los canales alternativos parece difícil de mitigar. ESPECIAL BAÑO
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