TradeSport 252 - Marzo 2017

ESPECIAL TENIS Y PÁDEL TS 62 colecciones de pádel, y el segmento quedó dividido entre las marcas especializadas únicamente en pádel y aquellas cuya oferta cubría todo el segmento de los deportes de raqueta. Hasta aquí todo bien. Y lógico. El problema es que en estos años se han sumado a la lista varias decenas de marcas “oportunistas” que, con una política comercial poco ética, están impidiendo definir el mercado como debería hacerse. Eso, obviamente, se traduce en una guerra sucia entre estas marcas minoritarias que acaba afectando a todo el segmento. Y buena prueba de ello es que el pádel es el deporte con mayor índice de promociones. Y con mucha diferencia. Sin ir más lejor, en 2015, por ejemplo, el 24,5% de las palas vendidas por los comercios especialistas fue a través de descuentos superiores al 30% sobre el precio marcado o recomendado por las marcas y un 38% se realizaron con descuentos del 10% al 30%. Eso, obviamente, incide sobre el margen, que en el último año, ha vuelto bajar y se ha situado por debajo del 30%. Si nos centramos en las ventas, el mercado total del padel, según las primeras estimaciones, superó los 100 millones de euros en 2016, con un crecimiento cercano al 10% respecto a 2015. La categoría con más peso, obviamente, fue la de las palas, con más del 50% de la cuota en valor. El número de palas vendidas que se contabilizaron a lo largo de 2017 se situó por encima de las 700.000 unidades, una cifra que superó ligeramente a las obtenidas en 2015, con un crecimiento superior al 5% (en unidades). De las grandes marcas del tenis fue Dunlop la que vio primero el potencial de este deporte y apostó por él. Y eso le ha servido para liderar, desde hace años, el ranking en unidades (sin tener en cuenta decathlon, que copa más de una quinta parte del mercado). Rápidamente le siguieron otras como Head (la cuarta marca más vendida en 2015), Wilson, Babolat o Prince. La gran baza de estas marcas es, lógicamente, su posicionamiento en el tenis, que les da una imagen de marca lo suficientemente importante como para generar un buen volumen de ventas, especialmente entre los jugadores que vienen de esta modalidad. Este posicionamiento y su fuerza a nivel mundial serán sus grandes estandartes cuando el pádel comience su internacionalización. En el otro grupo, el de las especialistas, destacan marcas como Drop Shot (la marca especialista con más unidades vendidas en 2015), Bullpadel, Varlion, Nox, Vairo, Black Crown o Starvie. Su poder financiero está muy por debajo del de las grandes marcas del segmento de los deportes de raqueta, pero, por su implicación, han conseguido convertirse en las principales referencias del mundo del pádel gracias a su especialización. En cuanto al calzado, basta con decir que cada vez hay más jugadores que son conscientes de la importancia que tiene utilizar calzado específico y las marcas, además, se han volcado en ello. Las cifras confirman este crecimiento y el calzado, que en 2014 dobló ventas, ya representa más de un 25% del total de este segmento –en valor-. Esta fuerte apuesta por el calzado la han hecho algunas generalistas, como adidas (que está apostando fuerte por este deporte), la mayoría de marcas que tienen calzado tenis, como Head, Wilson, Dunlop, Babolat o K-Swiss y, sobre todo, Asics, cuyo crecimiento en los últimos años en esta categoría ha sido, simplemente, espectacular. Como en tenis. A estas marcas hay que sumar las pocas especialistas de pádel que han apostado por esta categoría, con Bullpadel o Drop Shot como mejores ejemplos, y otras marcas más multiproducto que han decidido apostar fuerte por este deporte, como Lotto o Mizuno. NUEVAS ESTRATEGIAS El estado actual del pádel obliga a hacer cambios. Sí o sí. Y si los más evidentes y necesarios no se llevan a cabo (básicamente hablamos de una reordenación del mercado) es lógico que las marcas que aguantan los cimientos de este universo decidan llevar a cabo sus propios cambios. Para adaptarse a una realidad poco cambiante y, también, para ganar valor añadido en un mercado tan competitivo. Y el principal cambio que están llevando a cabo muchas marcas tiene que ver con la fabricación. Irse a una fábrica del sudeste asiático es fácil y cualquiera puede hacerlo. Eso explica que haya tantas marcas. Pero eso implica problemas de servicio, de control de calidad, de programación y, sobre todo, de diferenciación. Seguramente esta es la razón que está empujando a muchas marcas a impulsar sus propias fábricas. A desarrollar su producto aquí, en España. Mayor control, mejor servicio. Así de simple. Los costes pueden subir, es cierto, pero las gamas medias y altas tienen una muy buena demanda y esta apuesta por recuperar el control de la fabricación está más que justificada. Y la lista de marcas que lo están llevando a cabo, desde Star Vie a Enebe, pasando por la llegada inminente de Rossignol al mundo del pádel (fabricando sus palas en Artés, en Barcelona), El principal cambio que están llevando a cabo muchas marcas tiene que ver con la fabricación. Irse a una fábrica del sudeste asiático es fácil y cualquiera puede hacerlo. Eso explica que haya tantas marcas. Pero eso implica problemas de servicio, de control de calidad, de programación y, sobre todo, de diferenciación. Seguramente esta es la razón que está empujando a muchas marcas a impulsar sus propias fábricas. A desarrollar su producto aquí, en España.

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