TradeSport 252 - Marzo 2017

Más allá de las cifras oficiales, y basándonos, básicamente, en nuestras sensaciones (a riesgo de equivocarse), la edición de este año de ISPO ha cerrado sus puertas con un buen sabor de boca. Primero, las cifras oficiales: la edición 2017 de ISPO ha cerrado sus puertas con un ligero crecimiento de visitantes. De los 81,368 profesionales que acudieron al salón el año pasado se ha pasado a los 85.000 de este año, lo que representa un crecimiento del aproximado del 4,5%. Además, el salón, que este año también ha logrado récord de expositores (2.732) ha acentuado su carácter internacional, con visitantes de más de 120 países, y un importante crecimiento de los visitantes de Italia, Rusia, Gran Bretaña, China y estados Unidos. Klaus Dittrich, máximo responsable de Messe München, ha destacado la excelente atmosfera que ha tenido el salón, añadiendo que, “incluso en la era digital, el mundo analógico es fundamental. Aquí es donde se desarrollan estrategias y se alcanzar acuerdos: en los intercambios personales. ISPO MUNICH reúne a la industria, desde pequeños minoristas especializados hasta líderes del mercado global. Ofrecemos una plataforma para hacer frente a los desafíos que enfrentará el sector comercial en el futuro”. Esta cifra de visitantes, aunque ligeramente superior a la del año anterior, confirma la estabilidad (bendita) de los últimos años. Eso sí, a diferencia de ediciones pasadas, en la de este año se ha oído un poco más de español en los pasillos del salón. Probablemente la cifra de visitantes nacionales no sea para tirar cohetes, pero viniendo de donde veníamos cualquier sensación de que la cosa ha ido a más es muy positiva. Si en las últimas ediciones la alta cifra de visitantes nacionales se debía más a la presencia de marcas nacionales expositoras (55 este año) y representantes de las marcas internacionales que a la cifra de detallistas, en esta edición la mayoría de expositores ha constatado la buena presencia de detallistas nacionales. Los de siempre no han faltado a su cita (grandes operadores off y online, los principales grupos de compra, varias tiendas especialista y algún multideporte), pero este año también han vuelto a Munich algunos que hacía tiempo que no venían y, sobre todo, muchos que estrenaban en el salón bávaro. Quizás por curiosidad. Quizás por inquietud. Y en ambos casos, es buena señal. DE MÁS A MENOS Sobre la evolución del salón, poco que decir. La historia de cada año. Domingo y lunes, los dos primeros días, los pasillos de los principales pabellones del salón –nieve y outdoor- se llenaron desde primera hora de la mañana y las marcas encadenaban reuniones. Una tras otra. Por los pasillos, como de costumbre, mucho alemán, mucho francés, mucho nórdico, mucho italiano y, este año, como hemos dicho, bastantes españoles. Los últimos años no habían sido precisamente buenos en cuanto a visitantes españoles. Los expositores se habían mantenido más o menos estables, alcanzando los 62 el pasado 2016 y los 55 este año. Pero costaba mover al detallista español. Este año, como el anterior, la afluencia de detallistas nacionales ha sido ligeramente mejor que otros años. No ha pasado lo mismo con los expositores nacionales, que como hemos dicho, han pasado de los 62 del año pasado a los 55 de esta edición. Eso sí, muchas empresas nuevas. El Made in Spain tiene cada vez mejor imagen a nivel internacional y los altos porcentajes de exportación que tienen algunas marcas nacionales no son casualidad. Ni lo es que su camino empiece en ISPO. La tercera jornada, como siempre, fue el principio del fin, aunque se suele trabajar mejor que en los dos primeros días porque el ambiente está menos “cargado”. La gente de las marcas –la que puede- aprovecha para darse una vuelta por el salón y conocer las novedades de sus competidores o para reunirse con su propio equipo. Más “networking” que ventas, pero necesario. En cuanto al miércoles, como siempre, día de trámite. Cada vez hay más voces que se plantean si realmente vale la pena alargarlo cuatro días. La feria bastante vacía, poco negocio y otro día perfecto para que los expositores den una vuelta y empiezan a hacer balance de un año que, como en la última edición, puede y debe calificarse, teniendo en cuenta el contexto, de bastante bueno. En cuanto a la distribución de los pabellones, ISPO hace años que ha “clavado” el modelo. El espacio dedicado al Outdoor y al esquí tiene un protagonismo central en el salón, pero año tras año ganan peso otros segmentos, especialmente el de performance/Health y el de deportes activos. Eso sí, el invento de este año de diseñar un pabellón (B6) donde todos los stands fueran iguales no ha gustado a todo el mundo. También es importante destacar el peso que va ganando la moda deportiva en ISPO, y no solo con Ispovision; también en otros pabellones el Sportstyle gana terreno. Sobre los pabellones dedicados al Sourcing, lo mismo de cada año: parece que son un mundo aparte del que algunos reniegan, pero el volumen de negocio que se hace en ellos es considerable. Como cabe esperar taniendo en cuenta cómo funciona el sector. LA PLATAFORMA IMPRESCINDIBLE A ISPO no se va a cerrar pedidos, y menos con españoles. A ISPO se va a abrirse al mundo, y en lo que se coinciden muchos expositores españoles es que se han hecho buenos contactos. El poder que tiene ISPO para salir al mundo es muy potente. Irrenunciable. Y más con un mercado nacional tan saturado. ISPO mantiene su papel como la gran plataforma sectorial. Pero también tiene ciertas asignaturas pendientes. Algunas tienen que ver con el formato de algunos de sus pabellones (la estética de algún pabellón de Active Sports no ha convencido), otras con las fechas (hay quien reclama adelantarlas) y, otras (las que más ruido hacen) con el precio del m2. Y no son pocos, ni pequeños precisamente, los que se han quejado… TS 40 F E R I A S ISPO 2017: reactivando el sector A diferencia de ediciones pasadas, en la de este año se ha oído un poco más de español en los pasillos del salón. Probablemente la cifra de visitantes nacionales no sea para tirar cohetes, pero viniendo de donde veníamos cualquier sensación de que la cosa ha ido a más es muy positiva. Los de siempre no han faltado a su cita, pero este año también han vuelto a Munich algunos que hacía tiempo que no venían y, sobre todo, muchos que estrenaban en el salón bávaro.

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