grandísimo potencial que tiene el pádel se queda en nada si no se consigue ganar mercado. Seguirá siendo un segmento fuerte a nivel local, con una gran facturación y muchos practicantes, pero con un potencial muy limitado. Y entonces la selección natural –y la mala praxis- serán mucho más crueles de lo que son ahora. ¿Y el comercio? Pues más de lo mismo. Nada cambiará. El tenis seguirá teniendo cierta presencia en las grandes cadenas (con Decathlon al frente), en tiendas multideporte que por tradición o ubicación pueden rentabilizar este deporte y en las tiendas especializadas en deportes de raqueta, muchas de las cuales, aun apostando sobre todo por el pádel, siguen dando espacio al tenis. En pádel, un deporte que ya trabajan más de la mitad de las tiendas la lógica impone que, más allá de las grandes superficies y de algunos multideporte multiespecialistas que se han volcado en esta modalidad (y que controlan una cuota importante del pastel), sean las tiendas especialistas –físicas y sobre todo online- quienes vayan ganando terreno (sin ir más lejos las tiendas online han sumado crecimientos del 50% anual en los últimos dos años). Eso sí, el ritmo de aperturas se frenará mucho o del todo –ya lo ha hecho-, sobre todo si no se reordena el mercado, siguen apareciendo marcas y la llamada venta de maletero, tan difícil de erradicar, sigue teniendo tanto peso. Estabilidad. Esa es, sin duda, la palabra que mejor define el estado del segmento fútbol. Para muchos esta palabra esconde alguna que otra trampa, sobre todo en segmentos con un peso poco importante y que no logran seguir creciendo, pero en el fútbol, con todo lo que mueve, con todo lo que genera, con las ventas que representa para el global del sector, la estabilidad es una buena noticia. Ni crisis, ni moda, ni deportes que disparan sus índices de práctica: nada ha logrado desestabilizar al fútbol. Sigue, sin alteraciones destacables, a velocidad de crucero. El fútbol es un deporte estable, con pocos cambios que, cuando se dan, suelen ser a mejor y coincidiendo con los años pares, años de Mundial y Eurocopa. Un deporte donde el monopolio de las ventas lo tienen dos marcas, que controlan más del 75% de las ventas en unidades y en valor. Un deporte que mueve tanos millones de euros en derechos de imagen, traspasos, publicidad… que hace mucho que se ha convertido en negocio. Y a corto, medio e, incluso, largo plazo, nada va a cambiar. Y no lo va a hacer, sobre todo, por dos factores: la base de practicantes y los fuertes intereses que hay para que la maquina no se pare. Y eso, aunque no guste, es un gran aval, el mejor, para que las tiendas y, sobre todo, para que las marcas, sigan apostando por este deporte. Nadie dejará que caiga. Si nos centramos en las licencias, el fútbol es el deporte con mayor protagonismo en España. La mayoría de practicantes son niños y jóvenes, es cierto, pero ese target ya representa un volumen de ventas espectacular. Durante muchos años, cuando running y bike eran cosa de cuatro insensatos, ha sido el deporte que mantenido viva la parte más técnica del sector. No hay que olvidar que en los últimos años el fútbol está concentrando entre un 8% y un 10% del total de las ventas del sector, unos porcentajes que, teniendo en cuenta el volumen que aún representa el sportwear, son muy importantes. La venta de calzado, por ejemplo, ronda desde hace años los dos millones de pares anuales –entre fútbol y fútbol sala-, y a eso hay que sumarle las réplicas, las equipaciones y una larga lista de complementos. En cuanto a las ventas, la primera conclusión que podemos extraer es ya, de por sí, significativa. Dos marcas controlan el mercado de forma aplastante. Entre ambas marcas representan alrededor de un 80% de las ventas, tanto en unidades como en valor. Esta cifra, más allá de dejar poco margen a la competencia, constata que, como en todo, en el mundo del fútbol quien tiene más dinero es quién tiene más posibilidades de controlar el ESPECIAL 250 1993-2017 TS 36 Si tuviéramos que apostar sobre lo que va a pasar en el segmento del fútbol a corto y medio plazo difícilmente nos equivocaríamos. Lo mismo que ha pasado en los últimos años. Nada va a cambiar. Ni para bien ni para mal. Lo más interesante, por poner un poco más de emoción, será ver la “lucha” que habrá más allá de las triquiñuelas que se hagan entre las dos grandes. FÚTBOL
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