TradeSport 250 - Enero 2017

El deporte recupera su sitio Pasó por un bache. Grande. La moda lo arrinconó. Y lo hizo, además, con la complicidad del comercio. Ahora, superada una crisis que ha transformado oferta y demanda, el deporte recupera un esplendor que hacía dos décadas que no tenía. Si llegó a tenerlo. El boom del running, el buen momento del bike y el redescubrimiento del wellness, han puesto al deporte en primera línea. Ahora basta con que aguante. El running no afloja. Al menos en su parte más “práctica”. La gente sigue corriendo y este deporte continúa ganando adeptos. El ritmo es más lento que en los primeros años del boom, pero lo que algunos pensaban que era una moda que pasaría cuando la crisis acabase, se ha convertido en una tendencia. En un estilo de vida al que muchos no pueden renunciar. Y aunque el panorama comercial sí ha cambiado mucho, su estatus a nivel de practicantes asegura una cierta estabilidad en las ventas. Otro tema es cómo se reparte el deseado pastel de las ventas entre las marcas... y las tiendas. El running sigue siendo, a día de hoy, el deporte que más dinamismo tiene dentro del sector (considerando que el bike es un mundo aparte). Las ventas, que se han ralentizado, siguen siendo buenas y aunque es cierto que en los últimos meses algunos comercios especializados o han cerrado o lo están pasando mal, la salud de la red de tiendas especialistas es bastante buena. Como también lo es la de las muchas tiendas multideporte que han sabido aprovechar este boom. Sobre las virtudes de este deporte poco más podemos decir. Salud, bienestar, ponerse en forma, quemar el stress, accesibilidad, un coste relativamente bajo, superación personal… Seguramente hay tantas razones como corredores. Y lo mejor de todo, al menos para un sector que muchas veces duda del potencial de este deporte a largo plazo, es que las cifras de practicantes aún están a años luz de las que tienen países con condiciones meteorológicas mucho más adversas. La clave, al final, será ver si ese margen de crecimiento en el que muchos confían es real o si, por el contrario, el techo del running es España está más cerca de lo que parece… también en practicantes. La vertiente más atlética del deporte está viviendo una época dorada en los últimos años. Venía de años muy malos donde el comercio dejo de lado todo lo técnico para volcarse en la moda pero “gracias” a la crisis, el comercio ha vuelto a sus raíces para poder sobrevivir. Y uno de los deportes en lo que más se ha apoyado ha sido, sin duda, el running, que desde hace mucho tiempo, no sólo es el deporte que más protagonismo ha tenido en estos últimos años en cuanto a nuevas aperturas de tiendas especializadas (con permiso del bike), sino que, como hemos dicho, es la modalidad a la que se han aferrado muchos multideporte en su eterna travesía por el desierto. Pero ojo, que cada vez haya más gente que corre –porque eso es obvio- no significa, ni mucho menos, que se necesite más oferta de tiendas. Ni especialistas ni multideporte semiespecializadas. Ni es fácil especializarse ni tampoco lo es posicionarse en un segmento donde ya hay muchos comercios de referencia que llevan años luchando y donde la crisis, aunque tarde, se está dejando notar. Aunque muchos no lo quieran ver, es tan cierto que cada día hay más gente que corre como que cada vez hay menos dinero para gastar. ¿Hay realmente tanta demanda como para que la oferta siga creciendo? Es complicado dar una respuesta clara, pero los datos apuntan a que no. A que la saturación está más cerca de lo que parece. A que, en breve, se empezarán a ver persianas cerradas y carteles de “En Traspaso”. Y eso, insistimos, en un contexto donde los practicantes siguen creciendo. En el fuerte crecimiento experimentado por el running las marcas han tenido mucho que ver. Y también es obvio que el boom de este deporte ha conllevado una dura (durísima) batalla entre las marcas para ganar cuota de mercado. Una batalla que se centra, básicamente en la innovación y que es especialmente visible en las gamas altas. En poco TS 29 El running no afloja. Al menos en su parte más “práctica”. La gente sigue corriendo y este deporte continúa ganando adeptos. El ritmo es más lento que en los primeros años del boom, pero lo que algunos pensaban que era una moda que pasaría cuando la crisis acabase, se ha convertido en una tendencia. En un estilo de vida al que muchos no pueden renunciar. ESPECIAL 250 RUNNING

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx