TradeSport 249 - Diciembre 2016

ESPECIAL FÚTBOL tres marcas nacionales como Munich, Joma o Kelme. Tanto a nivel técnico como, también (o sobre todo), a nivel de diseño, logrando que el look fútbol sala vaya mucho más allá de las pistas y se imponga con fuerza en las calles. Con Munich como principal artífice, y con Joma o Kelme siguiendo esta tendencia, este cambio ha disparado la versatilidad de este tipo de calzado, convertido desde hace años en un icono de la moda deportiva. Su futuro, como el del fútbol, es bastante previsible. Las cosas no mejorarán excesivamente en cuanto a ventas, pero se mantendrán. Y eso ya es mucho. Su presencia mediática, que podría marcar un punto de inflexión, no va a cambiar, así que la estabilidad seguirá siendo la tónica de este segmento. Seguramente las marcas nacionales antes mencionadas y otras marcas internacionales como Mizuno , Lotto o Puma –por poner algunos ejemplos- seguirán arañando cuota a las dos multinacionales, aunque sea poco a poco. Su apuesta por esta modalidad es mucho más firme que la que hacen ellas. Más especializada. Y con mucho más diseño de por medio. Saben que ese es el camino. EQUIPACIONES: LA DICTADURA DEL PRECIO El calzado mueve millones de euros cada año pero, lógicamente, no es la única familia con protagonismo dentro del basto universo del fútbol. Teniendo en cuenta que en España puede haber, tranquilamente, más de 20 mil clubes, con varios equipos, parece lógico que el de las equipaciones sea otro mundo muy a tener en cuenta. Para las marcas, sobre todo. La demanda es muy alta y, desde hace algunos años, también la oferta. Y eso, casi siempre, conlleva problemas. Problemas de precios. El de las equipaciones es un mundo que ha cambiado radicalmente en los últimos diez años. Sobre todo desde que una parte de la oferta comenzó a imponer unas nuevas reglas del juego y apostó por la venta directa, dando el pistoletazo de salida a una guerra de precios que pone en jaque el margen de las tiendas y, también, la calidad del producto. Desde la entrada en nuestro mercado de determinadas marcas italianas que trabajan directamente con los clubes, el segmentado de las equipaciones se ha fragmentado en dos maneras de trabajar: pasando por la tienda y pasando de la tienda. En el primer grupo encontramos la mayoría de marcas especialistas nacionales. La negociación con los colectivos la puede hacer la tienda –lo más normal hasta hace poco- o la marca –una tendencia que gana peso-, pero en cualquier caso la venta siempre la acaba haciendo la tienda. En el otro grupo están las marcas que negocian y venden directamente con los clubes, saltándose la tienda y, con ello, ganando más margen (algunas marcas operan con distribuidores exclusivos –una tienda por zona que gestiona la venta a los clubes- o a través de tiendas propias). Cada una de estas fórmulas tiene sus ventajas y sus inconvenientes; sus defensores y sus detractores, pero lo que nadie puede negar a estas alturas es que los precios han bajado. Y a veces la calidad. Pero más allá de la fórmula que se elija y de ciertas prácticas cuya “moralidad” pueda ponerse en duda, lo que queda claro es que el futuro pasa, sí o sí, por el servicio. El precio es importante, está claro, pero eso es un caramelo a corto plazo. A medio y largo plazo son valores como la proximidad, el servicio y el stock los que marcan el éxito o el fracaso de una marca. Estamos ante uno de los segmentos más “zonales” del sector y además de tener un buen producto en calidad y Si tuviéramos que apostar sobre lo que va a pasar en el segmento del fútbol a corto y medio plazo difícilmente nos equivocaríamos. Nada va a cambiar. Ni para bien ni para mal. Y eso, en un sector tan dinámico y tan expuesto a los cambios de hábitos de consumo es, sin duda, una muy buena noticia. Que las cifras que mueven las ventas de calzado, equipaciones y réplicas se mantengan es una gran noticia. Sobre todo si también lo hacen en volumen. TS 40

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