TradeSport 249 - Diciembre 2016

TS 37 Estabilidad. Esa es, sin duda, la palabra que mejor define el estado del segmento fútbol. Para muchos esta palabra esconde alguna que otra trampa, sobre todo en segmentos con un peso poco importante y que no logran seguir creciendo, pero en el fútbol, con todo lo que mueve, con todo lo que genera, con las ventas que representa para el global del sector, la estabilidad es una buena noticia. Muy buena. Fútbol es fútbol que dicen. Y aunque lo dicen pensando más en lo que pueda pasar en los partidos, la frase es perfectamente extrapolable al sector. El fútbol es un mundo aparte. Avanza completamente ajeno a todo lo que le rodea y sus pocos altibajos no cuelen tener relación alguna con el entorno global, más bien con ciertas particularidades que tiene el propio segmento. Ni crisis, ni moda, ni deportes que disparan sus índices de práctica: nada ha logrado desestabilizar al fútbol. Sigue, sin alteraciones destacables, a velocidad de crucero. El fútbol es un deporte estable, con pocos cambios que, cuando se dan, suelen ser a mejor y coincidiendo con los años pares, años de Mundial y Eurocopa. Un deporte donde el monopolio de las ventas lo tienen dos marcas, que controlan más del 75% de las ventas en unidades y en valor. Un deporte que mueve tanos millones de euros en derechos de imagen, traspasos, publicidad… que hace mucho que se ha convertido en negocio. Y aunque en esto del deporte es muy atrevido hacer pronósticos, podríamos apostarlo todo al rojo y decir que, a corto, medio e, incluso, largo plazo, nada va a cambiar. Y no lo va a hacer, sobre todo, por dos factores: la base de practicantes y los fuertes intereses que hay para que la maquina no se pare. Y eso, aunque no guste, es un gran aval, el mejor, para que las tiendas y, sobre todo, para que las marcas, sigan apostando por este deporte. Nadie dejará que caiga. Si, la gente, hoy en día, habla de running y bike. O de pádel. Deportes que en la última década han crecido mucho y que, quizás, hasta tengan más practicantes que el fútbol, pero, al final, el fútbol siempre está allí. Y sigue allí. Es el que mayor cobertura tiene en las tiendas (con permiso del running) y es el que cuenta con más licencias, lo que asegura una base sólida y constante. Y eso son ventas. Y no precisamente pocas. MÍNIMOS ESPECTACULARES Ahora la gente corre. Y eso es bueno para el sector y, también, para la sociedad del bienestar. Es probable que, a estas alturas, las encuestas que suelen centrarse en los deportes más practicados por los españoles ya apunten al running como la opción más señalada. Hasta hace poco, sorprendentemente, era la natación. Cualquiera que hiciera cuatro brazadas en la playa un día de agosto se consideraba un nadador en estas estadísticas. Y lo mismo pasará con el running, que no se tendrán en cuenta factores como la frecuencia. No pasa nada. Las estadísticas son como son. Pero seguramente si tuviéramos en cuenta esta variable, el deporte más destacado sería el fútbol. Por lógica. Por licencias. La mayoría de practicantes son niños y jóvenes, es cierto, pero ese target ya representa un volumen de ventas espectacular. Y es que, más allá de los billetes que puedan mover derechos de televisión, patrocinios, sueldos de las estrellas o venta de entradas, y aunque la venta de material deportivo tenga un peso relativo en este universo, el fútbol es el deporte por excelencia del sector. Durante muchos años, cuando running y bike eran cosa de cuatro insensatos, ha sido el deporte que mantenido viva la parte más técnica del sector. No hay que olvidar que en los últimos años el fútbol está concentrando entre un 8% y un 10% del total de las ventas del sector, unos porcentajes que, teniendo en cuenta el volumen que aún representa el sportwear, son muy importantes. La venta de calzado, por ejemplo, ronda desde hace años los dos millones de pares anuales –entre fútbol y fútbol sala- , y a eso hay que sumarle las réplicas, las equipaciones y una larga lista de complementos. La elevada facturación de este deporte, más allá del volumen importante que tienen las réplicas, se explica, simplemente, analizando la gente que lo practica. Y no hablamos sólo de las más de 900.000 licencias que hay –y que, sin duda, ya dan una idea bastante clara de cómo pueden ir las ventas- sino, sobre todo, por los miles y miles de españoles que juegan en liguillas amateurs. Sin ir más lejos, algunas estimaciones apuntan a que más de 3 millones de personas podrían estar jugado a fútbol cada semana. Por no hablar de los centenares de miles de niños que, jueguen o no, quieren las botas que llevan sus ídolos. Sólo con estos datos, ya queda bastante claro que estamos ante un segmento que, además de ser fuerte, tiene un volumen de ventas muy estable, con mínimos importantes, que, difícilmente, irá ESPECIAL FÚTBOL Durante muchos años, cuando running y bike eran cosa de cuatro insensatos, ha sido el deporte que mantenido viva la parte más técnica del sector. No hay que olvidar que en los últimos años el fútbol está concentrando entre un 8% y un 10% del total de las ventas del sector. Larga vida al Rey Aunque en esto del deporte es muy atrevido hacer pronósticos, podríamos apostarlo todo al rojo y decir que, a corto, medio e, incluso, largo plazo, nada va a cambiar en el fútbol. Y no lo va a hacer, sobre todo, por dos factores: la base de practicantes y los fuertes intereses que hay para que la maquina no se pare. Y eso, aunque no guste, es un gran aval, el mejor, para que las tiendas y, sobre todo, para que las marcas, sigan apostando por este deporte.

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