ESPECIAL CALZADO LIFESTYLE Aestas alturas sobra decir que una de las categorías que más sufrió la crisis –probablemente, en el mundo del deporte, la que más- fue el sportwear. La moda, al fin y al cabo, es moda, y eso conlleva que sea una de las primeras cosas de las que se prescinde cuando el consumo se retrae. Y lo hizo: el consumo cayó en picado y le soltó un revés casi histórico a la moda. A la general y, también (aunque menos) a la deportiva. El sector deportivo vio las orejas al lobo. Durante muchos años había puesto todas sus esperanzas –e inversiones- en la moda deportiva, dejando muy poco margen de reacción si, por lo que fuese, esta tendencia dejaba de estar de moda. Y así fue. Por la crisis. Las ventas de moda deportiva cayeron en picado y, con una red de tiendas especializadas más que consolidada, el margen que le quedaba al comercio multideporte que se había obcecado con el sportwear era mínimo. La situación, para muchas tiendas, era dramática. Sin exagerar. Muchas cerraron y algunas sobrevivieron. Y lo hicieron gracias, sobre todo, al buen comportamiento (sobre todo teniendo en cuenta el contexto) que tuvo el calzado casual. España ha sido siempre un país donde el calzado siempre ha tenido peso muy importante. Y no solo por nuestra capacidad como fabricantes. Las ventas en los últimos años han sido muy buenas y suele ser una categoría (tanto a nivel técnico como no técnico) muy dinámica en oferta y rotación. Un dinamismo que se mantuvo en plena crisis y que fue, como hemos dicho, la salvación para muchos detallistas. El textil cayó en picado, especialmente las gamas medias y altas, pero el calzado aguantó las embestidas. Todas. Las de la crisis y las de la competencia. MARCANDO TENDENCIA El porqué de este papel salvavidas del calzado deportivo es fácil de entender: se ha convertido en una tendencia. El look formal hacer muchos años que dio paso a un estilo más casual en el que, lógicamente, el deporte tenía mucho que decir. Las marcas del mundo de la moda más exclusiva y las de la más “popular” seguían obcecadas en potenciar diseños más sobrios, mientras que, poco a poco, la calle reclamaba estilos mucho más desenfadados, urbanos y, sobre todo, deportivos. Y obviamente fueron las marcas de nuestro sector las que reaccionaron con mayor rapidez y eficacia. Los gigantes de la moda, con las grandes cadenas en cabeza, acabaron reaccionando, como era más que previsible, sin embargo el monopolio de determinadas marcas deportivas sigue inalterable. Otro tema es qué canales han sabido aprovechar mejor este fenómeno, pero aunque es cierto que tanto el canal moda como el canal de las zapaterías ha arañado mucha cuota al mundo del deporte, esta categoría ha salvado a más de un detallista… y a más de una marca. Pero poco importa quien haya salido más beneficiado en todo este cambio, lo importante, al fin y al cabo, es que el look deportivo se impone en la calle y, a estas alturas, no va a desaparecer. Cambiaran las influencias, las marcas y los canales, quizás, pero el look no morirá. EL DEPORTE, EN LA ESENCIA Las marcas de la moda, las grandes cadenas y una larga lista de marcas de segunda fila están apostando por el look deportivo pero, al final, detrás de todo, está el deporte. Aunque solo sea en la inspiración. Y eso nos da ciertas ventajas. La inspiración y, también, la marca. Quizás hayamos perdido cierto glamour en textil, pero en calzado, la marca deportiva sigue siendo cool. Por su esencia; por su historia. Una historia de la que viven muchas de estas marcas. A la que invocan en muchas de sus colecciones, en las que, simplemente, se actualizan modelos atléticos del pasado. Antes, casi sin quererlo, algunos modelos técnicos, que por aquellos entonces no eran tan radicalmente atléticos en diseño, se popularizaron como calzado urbano. El look “tenis” o “baloncesto” se imponía en las calles y las ventas de ese tipo de calzado, aunque fuera para uso urbano, eran muy buenas. Lo técnico convertido, sin quererlo, en moda. Pero con el tiempo, ese “sin quererlo” se convirtió en un “queriendo” y las colecciones se construyeron sobre la base de un rediseño de modelos atléticos o de una reinterpretación (a veces ni eso) de modelos de diez o veinte años atrás. Pasado actualizado. O Retro. O vintage, que queda mucho mejor. Como también queda muy bien llamarle a todos estos modelos Sneakers. No lo son, pero vende. Con mucho de marketing y menos de innovación, este cambio sirvió a muchas marcas, no sólo para recuperar del olvido a algunos modelos de sus viejas colecciones, sino, sobre todo, para hacer un giro más radical –y rápido- hacia la moda y hacia canales donde hasta ahora tenían la entrada vetada. Algunas decidieron, además, hacerlo alejándose del canal deporte, creando colecciones específicas para estos otros canales. Y la apuesta les funcionó. El punto de inflexión lo marcaron marcas TS 87 Las marcas del mundo de la moda, las grandes cadenas y una larga lista de marcas de segunda fila están apostando por el look deportivo pero, al final, detrás de todo, está el deporte. Aunque solo sea en la inspiración. Y eso nos da ciertas ventajas. La inspiración y, también, la marca. Un balón de oxígeno La moda deportiva fue una de las grandes víctimas de la crisis. Pero el tsunami arrasó a todo este universo. El calzado casual, sobre todo el de las marcas deportivas, no solo sorteó con bastante pericia el bache sino que, para muchas tiendas, convirtió en su –y único- salvavidas.
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