día, por encima de los dos millones. Ha sido, y en muchos comercios lo sigue siendo, el deportes estrella y quizás por ello la red de especialistas no es tan extensa como la del running. Además, a diferencia del tenis y el basket, el fútbol sí ha podido aprovecharse un poco de la moda y potenciar las colecciones de calzado urbano inspiradas en la estética de las botas de fútbol. Sobre todo entre los más pequeños. La parte más técnica está aplastantemente dominada por adidas y Nike, con más del 75% del mercado. El resto se lo reparten marcas especialistas como Lotto, Mizuno, las españolas Joma, Kelme o Munich, o la recién llegada New Balance, entre otras. La lucha, a nivel tecnológico, es intensa. Entre Nike y adidas para robarse cuota, y entre las demás, para intentar mitigar el protagonismo de las dos grandes. Mención aparte merece Munich, que en medio de este jaleo, apostó en firme por dar un salto al complejo mundo de la moda deportivo y con colecciones específicas para ese canal –inspiradas en sus iconos de fútbol sala- ha conseguido, no solo hacer frente a las dificultades que supone luchar en un segmento donde dos empresas controlan más del 75% del mercado, sino, sobre todo, entrar en un canal tan restrictivo y hacerlo, además, por la puerta grande. En cuanto al baloncesto y al tenis, vidas paralelas. Mantienen una cifra bastante regular de ventas y una buena presencia en la tienda tradicional. La cifra de practicantes no crece, pero no cae excesivamente, y su principal handicap es que muchas veces ha estado a expensas de lo que decía la moda, creciendo cuando el look tenía aceptación en las calles, y perdiendo fuerza cuando se le daba la espalda. En baloncesto, dominio contundente de Nike y adidas y un muy buen trabajo de marcas como Under Armour. En tenis pasa algo parecido, pero la fuerza de las especialistas es mucho más importante, por número y por volumen, con marcas como K-Swiss, Asics, Wilson, o Babolat al frente. La fuerza de Nike y adidas, que llevan a cabo importantes inversiones en I+D y en patrocinios, es considerable, pero mucho menos que en otros segmentos. Caso aparte merece el calzado pádel, demasiado joven todavía para hacer un análisis más profundo, pero que, sin duda, está siendo una de las categorías con mejor comportamiento en los últimos años. El trabajo llevado a cabo por las marcas ha sido determinante para que este deporte en auge empezara a darle mayor protagonismo al calzado… y el consumidor entendiera la importancia de usarlo. BIENVENIDO MR. MARSHAL Y en el peor momento, llegó la caballería. Y llegó de donde menos se esperaba. De quien habiamosse había apartado sin contemplaciones para intentar buscar El Dorado con la moda deportiva como arma. Cuando el sportwear empezó su declive, el universo se equilibró con lo atlético. Con el running tirando del carro, el calzado técnico disparó sus ventas y maquilló las pérdidas que generó el textil lifestyle. Un maquillaje vital para muchas tiendas multideporte y, también, para el global del sector. No sé si aprenderemos la lección o no, pero más de uno debería grabarse a fuego que la moda es moda y que hay que vigilar mucho cuando se apuesta demasiado en ella. Esta vez lo atlético nos ha salvado, pero no siempre la práctica se va a disparar como lo ha hecho. Ni deportes como el running o el bike tienen margen para ir pegando estos estirones. En el peor de los momentos el calzado técnico se ha convertido en un balón de oxígeno para muchos segmentos, para muchas tiendas y para una larga lista de marcas, pero no conviene tentar a la suerte. Si volvemos a escuchar los cantos de sirena de la moda no estará de más que nos acordemos de lo que ha pasado en estos últimos años. Probablemente un día el sector volverá a cometer el error de apostar por lo que aparentemente funciona y, quizás, se atreva a volver a darle la espalda a lo atlético, pero afortunadamente se ha tejido una red de tiendas y marcas especializadas que, difícilmente, dejará que lo atlético vuela al ostracismo. Y más sabiendo que, cuando las cosas se tuercen, es este universo el que nos salva del desastre. Hemos tenido la gran suerte (porque ha sido una suerte) que la crisis haya construido un perfil de consumidor, practicante, que tiene claro que hay aspectos más importantes que el precio y que, en material técnico, es mejor apostar por la innovación y las prestaciones. Ahora nuestro reto es mantener ese perfil... y no dejar que otros canales nos lo roben. Probablemente un día el sector volverá a cometer el error de apostar por lo que aparentemente funciona y, quizás, se atreva a volver a darle la espalda a lo atlético, pero afortunadamente se ha tejido una red de tiendas y marcas especializadas que, difícilmente, dejará que lo atlético vuela al ostracismo. Y más sabiendo que, cuando las cosas se tuercen, es este universo el que nos salva del desastre... TS 37
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