TradeSport 246 - Septiembre 2016

todo en modalidades como el bike, el trail o el triatlón, por poner algunos ejemplos, no suele ser rácano a la hora de invertir en complementos como cascos, gafas, mochilas, pulsometros o unos buenos calcetines. Son categorías que desde hace mucho tiempo tienen una identidad propia y una larga lista de marcas superespecializadas que se han hecho fuertes, sobre todo, en el comercio especializado, un formato de tienda que está obligado, por filosofía, a apostar fuerte por los complementos. En el plano más técnico, las mochilas son el producto con mayor peso, básicamente por el protagonismo que tienen en el mundo del outdoor y en dos disciplinas tan en auge como el trail o el bike. El volumen de ventas, en unidades, no es tan alto, obviamente, como lo pueda ser en el mundo del sporwear, pero el precio medio suele ser mucho más alto. Otro complemento técnico que ha ganado protagonismo con el auge de las prendas técnicas es el de los calcetines que, con el tiempo, y al igual que otros muchos artículos, han demostrado su importancia en el rendimiento deportivo. La superespecialización en ambos subsegmentos ha sido especialmente fuerte, y hoy por hoy las ventas de las líneas más funcionales en deportes como el running, el outdoor o el bike las dominan marcas que centran su negocio en la fabricación de estos complementos. También han ganado un protagonismo espectacular, dentro del mundo de los complementos, los pulsometros que, pesar de su elevado precio medio, se han convertido en una herramienta imprescindible para muchos corredores, bikers, triatletas o amantes del fitness. La lista de complementos técnicos es muy larga y podríamos llenar muchas líneas hablando de cada uno de ellos -empezando con las gafas y pasando por otras familias como las multiherramientas, los botellines de hidratación, los frontales o los guantes, todos con una industria especializada muy fuerte- pero todos tienen en común algunas particularidades, como la superespecialización, una buena demanda y un buen margen. Dejando de lado el plano más técnico, el volumen que se mueve en la vertiente más cercana al mundo del sportwear es, también, muy importante, especialmente en su producto estrella que, como en lo atlético, son las mochilas (representan casi un 25% del total de las ventas de complementos). La oferta es muy amplia, con prácticamente todas las marcas “generalistas” apostando por este artículo y, también, con grandes especialistas con un precio medio más bien alto que el resto y, sobre todo, con una fuerte presencia en otros canales (moda y tiendas especializadas en bolsería y maletas). Dentro de este universo más cercano al lifestyle también encontramos una larga lista complementos, desde gafas hasta carteras pasando por cinturones, relojes, gorras o bolsos, muchos de los cuales se comercializan a través de licencias, una estrategia que, básicamente, les sirve para abrir puertas en otros canales, especialmente en moda, relojerías y ópticas. Y eso, más allá de los beneficios económicos que puede conllevar, representa un plus importante en visibilidad de marca e imagen. ALIADO PARA DEPORTISTAS Y TIENDAS Después de lo que acabamos de ver, parece obvio que los complementos son una apuesta segura y que, además, en los próximos años su peso dentro del comercio deportivo va a crecer considerablemente. Evidentemente no tendrá el peso que puedan tener calzado y textil, pero sí que es bastante probable que en algunos comercios especializados pueda convertirse en el motor que marque la rentabilidad del comercio. El futuro, es obvio, invita al optimismo. Tanto en los complementos más vinculados a la moda –que tienen, desde hace años, un comportamiento muy bueno- como, sobre todo, en los más técnicos. El deportista es muy exigente con su material y no tiene reparos en invertir en seguridad y rendimiento. Y eso significa invertir en complementos. Para la tienda este panorama es muy bueno. Tendrá demanda, tendrá margen y tendrá un universo con rotación todo el año. Para el comercio eso es una muy buena señal, porque es una categoría rentable y con una buena rotación. Eso sí, la especialización exige especialización, y el comercio tendrá que dar un paso al frente en eso. Si lo hacen, el margen de recorrido de esta categoría es, todavía, muy amplio. El futuro invita al optimismo. Tanto en los complementos más vinculados a la moda como, sobre todo, en los más técnicos. El deportista es muy exigente con su material y no tiene reparos en invertir en seguridad y rendimiento. Y eso significa invertir en complementos. La carrera tecnológica que hay en determinados complementos, es, simplemente, espectacular. Tanto o más que la que pueda darse en calzado o textil, donde, por cierto, innovar es cada vez más complejo. En complementos, seguramente porque el camino recorrido todavía es corto, el margen es muy amplio. De innovar los productos que ya existen y, también, de lanzar otros nuevos. TS 85

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx