Apesar de haber sufrido algunos reveses hace no muchos años –por condicionantes ajenos a él-, el fitness mantiene un gran potencial, sobre todo ahora que el bienestar se ha convertido en algo casi prioritario para mucha gente. Y es, precisamente este concepto, el del wellness, el que ha transformado todo el sector. El que le ha dado un nuevo impulso al mundo del fitness, ayudándole a superar algunos baches que se había encontrado el camino. Baches que tienen que ver con su vieja idiosincrasia y, sobre todo, baches que, incomprensiblemente, le puso quien debería ayudarle. En cualquier caso, hay que mirar hacia adelante. Y la “redefinición” de este universo, acogido bajo el paraguas del Wellness, ha puesto al fitness en otra dimensión. Forma parte de una gran cadena que se ha impuesto con fuerza en una sociedad cada vez más ávida de vías para relajarse y que, con la fuerte crisis que nos sacudió hace algunos años, se vio obligada a buscar nuevas formas de ocio, muchas de las cuales, afortunadamente, están estrechamente ligadas con el deporte. GIMNASIOS E IVA, MOTORES DEL CAMBIO El momento exacto en el que el fitness subió ese escalón es difícil de concretar, pero es obvio que en estos últimos años ha habido dos factores que han incidido directamente en su desarrollo: por un lado, la transformación radical de los gimnasios, que con relativa rapidez se han convertido en verdaderos templos de salud y deporte; y por otro lado, la incomprensible subida del IVA que hizo el gobierno hace algunos año (cuando el fitness crecía a muy buen ritmo), que no sólo ha freno el crecimiento de este mundo sino que, sobre todo, obligó a muchos centros a reinventarse… y fue, probablemente, el detonante para que se impusieran con fuerza un modelo de gimnasio que ha revolucionado el mundo del wellness: los gimnasios low cost. De la evolución de los gimnasios ya hemos hablado muchas veces. Ha sido, simplemente, radical. Radical y necesaria. Hace no mucho más de dos décadas la mayoría de gimnasios eran simples centros de musculación, con alguna alternativa más que iba imponiendo la lógica evolución del fitness. Ahora, con modalidades nuevas cada año y con la obligación de responder a una demanda muy potente –y generar más-, los centros apuestan firmemente por un concepto más global, vinculado al llamado Wellness y que les convierte en centros de salud y bienestar –con el deporte como eje, obviamente- donde el músculo ha dejado todo el protagonismo al bienestar y, sobre todo, donde un target tan importante como el de la mujer ha encontrado una vía perfecta, en instalaciones y oferta, para apostar fuerte por el deporte. Respecto al IVA, a estas alturas no hace falta enredarse mucho en el tema. La subida del IVA hasta el 21% fue una traición en todo regla para el sector. Por el cómo, el qué y, sobre todo el cuándo. En el peor momento posible, cuando los gimnasios ya estaban sufriendo una fuerte caída de los socios por culpa de la crisis. La broma del gobierno costo al sector muchos empleos y muchos cierres de clubes. Por no hablar de la caída en picado de las ventas de algunas marcas de aparatos fitness. Las soluciones propuestas por algunas asociaciones para equilibrar la balanza (bonificación del 50% en la cuota íntegra del Impuesto sobre Sociedades a empresas de instalaciones deportivas privadas por la prestación de servicios relacionados con la práctica del deporte o un plan de exenciones, desgravaciones fiscales para aquellas empresas que invierten en programas de salud y bienestar para sus trabajadores, o que los ciudadanos inscritos en un gimnasio o centro deportivo puedan desgravar en su declaración de la renta parte del importe anual satisfecho por las cuotas correspondientes) siguen sin consolidarse y, ahora que las cosas parecen ir mejor, difícilmente lo harán. Otra consecuencia importante que tuvo la subida del IVA es que reactivó un cambio que ya había empezado antes de la crisis y que se consolidó en los meses más duros de la recesión y con la absurda decisión del gobierno: la emergencia de un nuevo modelo de negocio basado en el precio. Estos centros, que sacrifican servicios para reducir costes, han atraído a un target muy anhelado por el mundo el fitness: el de aquellos que quieren apuntarse a un gimnasio sin verlo como un coste excesivo. Su emergencia, además de conllevar un nuevo reparto de poderes, ha marcado una línea muy definida entre dos modelos de TS 73 ESPECIAL FITNESS Las cosas irían mucho mejor si el viento soplase a favor, pero que en la tormenta se hayan construido nuevos modelos de negocio y que el concepto wellness tenga la fuerza que tiene, dice mucho del recorrido hecho y, sobre todo, del que queda por hacer. Recuperando el tono El fitness sigue ganando músculo. A ritmo constante. La situación de este inmenso universo apenas ha cambiado en los últimos meses, y eso, en el fondo, es bueno. Muy bueno. Se siguen ganando adeptos y, lo más importante, ha consolidado un rol que es muy importante para el global del sector: es una puerta de entrada al deporte para mucha gente poco activa.
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