TradeSport 246 - Septiembre 2016

tradesport nes adecuadas a las características de cada individuo. Para los que quieran iniciarse a este deporte y tengan una forma física baja lo aconsejable es realizar sesiones breves de unos veinte minutos con un ritmo relajado tres o cuatro veces por semana. De este modo el deportista irá aprendiendo a mantener la postura correcta a la vez que el cuerpo irá adaptándose a la actividad. Después es conveniente ir aumentado el tiempo y la intensidad paulatinamente hasta llegar a sesiones de entre 45 y 60 minutos, que son las que se consideran normales. Llegados a este punto, se puede variar el ejercicio dependiendo de lo que se quiera trabajar, la resistencia, con un ritmo constante, o la potencia, con cambios e intervalos de velocidad. En todos los escenarios es importante tener en cuenta que en ningún caso se debe sobrepasar el 70% de frecuencia cardíaca máxima. Este porcentaje corresponde a una intensidad moderada que equivale al momento en que aun sudando se es capaz de mantener una conversación con cierta facilidad. En cualquier caso, es aconsejable llevar un pulsómetro para controlar los entrenamientos. RAZONES A MONTONES Los beneficios del power walking son muchos y variados. El primero y más importante es que permite hacer deporte a aquellas personas que quieren hacer ejercicio y no tienen una condición física óptima. Además, a diferencia del running, el power walking no castiga tanto las articulaciones ya que carece de la fase de vuelo, es decir, siempre hay un pie en el suelo. No obstante, la gran similitud entre los dos deportes hace que compartan una larga lista de efectos saludables para el cuerpo: Aumento de la capacidad cardiorrespiratoria, disminución de la tensión arterial y del riesgo de enfermedades coronarias, retraso de la osteoporosis, aumento de la masa muscular y de la flexibilidad, reducción del peso, fortalecimiento de las articulaciones, mejora de las respuestas inmunológicas, mayor facilidad por hacer la digestión, mayor tolerancia a la glucosa y disminución del colesterol. Así mismo, el power walking también interfiere en el bienestar psicológico de la gente que lo práctica. Con el ejercicio se favorece la liberación de diversas hormonas como la serotonina, la dopamina o las endorfinas, que inciden positivamente en nuestro organismo y reducen los niveles de estrés y ansiedad, a la vez que provocan placer y bienestar. CAMINANDO HACIA EL FUTURO En abril de 2012, la copa que ganó Spiridon Louis como campeón olímpico fue vendida por su nieto en una subasta por 860.000$. El comprador fue el ayuntamiento de Maroussi, ciudad natal de Louis, que pagó tal cantidad gracias a una recolecta vecinal. 116 años más tarde, pues, se podría decir que el padre involuntario del running fue homenajeado por su propia gente. ¿Veremos algún día unas viejas zapatillas de Rajoy subastadas y compradas por el pueblo español? ¿Llegará algún día el power walking a igualar o superar la efervescencia del running? El tiempo lo dirá. De momento lo que está claro es que el power walking, poco o mucho, ha encontrado su espacio, y que como dicen sus seguidores, puede que caminar sea de valientes y correr lo sea de cobardes. El power walking permite hacer deporte a aquellas personas que quieren hacer ejercicio y no tienen una condición física óptima. Además, a diferencia del running, el power walking no castiga tanto las articulaciones ya que carece de la fase de vuelo, es decir, siempre hay un pie en el suelo. TS 43

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