TradeSport 246 - Septiembre 2016

Tras un verano abrasador, llega otra vez la campaña de otoño-invierno, y con ella, las incertidumbres de todos aquellos que en el sector dependen de los rigores del invierno para desarrollar su campaña. No sólo ellos, también el resto de operadores necesitan el cambio de estación que anime las ventas, pues de lo contrario comienzan a aparecer las urgencias con el stock y se impulsan promociones cada vez más agresivas antes de los teóricos períodos de rebajas y liquidación de temporada (períodos ya de por sí profundamente desdibujados por diversas razones, pero en especial, por su desregulación y la gran expansión de outlets y ofertas). La climatología es uno de esos factores no controlados por las tiendas que les afectan de manera sustancial en su actividad y con el que tienen que convivir. El grado de afectación de la climatología sobre la rotación del stock es crucial en una parte importante de referencias del sector, ya que es muy difícil vender "invierno" si no hace frío, vender ski sin nieve o paraguas sin lluvia. Por desgracia para el sector, los últimos cambios de temporada (en fechas) no han ido acompañados por el esperado cambio climatológico. En algún caso, incluso, la espera de la llegada del cambio climatológico ha sido tan larga que el grueso de las ventas se han efectuado con una notable reducción de precios, lo que significa una clara descapitalización del sector. Así, asistimos a ese momento en que los almacenes y tiendas están cargadas de producto a la espera de que el cambio de temporada dinamice las ventas, y la esperanza de que la climatología llegue pronto y se transforme en ventas a full price, liquidez... en definitiva: tranquilidad. En estos momentos, la presión que ejercen los stocks en la actividad normal de los establecimientos minoristas deportivos es cada vez mayor, debido a la desproporcionalidad temporal entre programación y temporada, relación que cada vez es más desigual influyendo de manera notable en la paciencia de los minoristas y acelerando las promociones con facilidad ante un arranque lento de ventas. Esta incertidumbre no escapa a ningún tamaño de tienda, pues la "temporada" de muchas referencias es cortísima, debido a su rápido paso a fórmulas especiales de comercialización, ya sea a promociones o directamente a encontrarse la referencia en el canal outlet. El hecho de que las tiendas sean conscientes de que han de aprovisionarse asumiendo que las reposiciones son cada vez más complicadas en el sector, empuja a sobrestockar, a lo que también empuja la ausencia general de productos básicos de rotación sin stocks. Y ambas circunstancias maximizan los daños colaterales que una mala climatología, o tardía, puede provocar. En este sentido podemos determinar una gran diferencia entre cualquier operador minorista de deporte y aquel que hoy es el principal minorista del sector en nuestro país y cuyo crecimiento ha sido exponencial desde su llegada. No sólo la diferencia que marca el alargamiento del ciclo de vida de una parte importante de sus productos es importante, también la eficiencia en cuanto a fabricación, aprovisionamiento y gestión de stocks, determina una reducción notable de urgencias e incertidumbres en el punto de venta que, si no, acaban catapultando al sector hacía movimientos destructivos por sobreoferta. No negaré las dificultades para operar de un modo similar entre marcas, distribuidores, centrales de compra, cadenas y puntos de venta, pero no dudo que entre esa posibilidad y aquella con la que opera actualmente el sector caben modelos intermedios que reduzcan los riesgos y hagan la cadena de suministro más eficiente. Creo que si desde el sector, especialmente desde marcas y proveedores, se investigaran modelos en este sentido, podrían encontrarse soluciones factibles que, sin duda, redundarían en una mejor situaciónUn ejemplo claro de esta situación de intranquilidad y promoción agresiva se ha observado este año en el canal ciclista, donde la sobreoferta y stocks han disparado urgencias y tensiones. Por suerte para el sector ciclista, no hay que convivir con outlets que durante todo el año estén ofertando productos en temporada a precios significativamente inferiores (más allá del canal online que es transversal), y cuentan, además, con un buen número de productos con ciclos de vida largos, incluso que se mantienen durante varios años. Para finalizar, me gustaría pasar someramente por los outlets, a los cuales he citado en algún momento de este artículo y que sin duda merecen un análisis aparte, pues sin dudar de su espacio en la venta así como de sus bondades para liquidar stocks, no logro comprender como en un sector dónde se programa con tanta antelación y es tan pequeña la posibilidad de reposición, sigue habiendo producto para el crecimiento y la expansión de este modelo de venta. En ellos los consumidores pueden encontrar de manera habitual productos de "temporada", y en muchas ocasiones sus referencias coinciden en tiempo con las que podemos encontrar en los puntos de venta "normales". Cómo digo merecen un espacio aparte. Como estoy seguro de que muchos empresarios del sector comienzan en esta época a vivir pendientes de la meteorología cual agricultor, les deseo frío, lluvia y nieve a raudales La presión que ejercen los stocks en la actividad normal de los establecimientos minoristas deportivos es cada vez mayor, debido a la desproporcionalidad temporal entre programación y temporada, relación que cada vez es más desigual. Climatología ARTÍCULO DEL MES Carlos Grande Secretario general de ASECODE TS 34

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