EDITORIAL Con la llegada del sportwear –y todas sus evoluciones posteriores- se transformó por completo la oferta del comercio deportivo. Las colecciones más urbanas de las marcas deportivas empezaron a monopolizar las ventas en nuestro canal, especialmente en las tiendas multideporte. Desde finales de los 90, el incremento de la oferta de nuevas actividades lúdicas y la espectacular difusión de la moda urbana que va más allá del sportwear o casualwear, el denominado x-wear (streetwear, snowear, skatewear, surfwear...), junto con la aparición de nuevas propuestas como el sportstyle, sportlifestyle o el lifestyle, conceptos cada vez más cercanos a la pronto moda, provocó un reposicionamiento de las tiendas de deporte hacia nuevos conceptos y formatos comerciales. Con la llegada de la crisis, la moda sufrió un importante revés - especialmente el textil-, que coincidió, por causa o consecuencia, con un repunte de las líneas más técnicas y la consolidación de un comercio especializado que crecía ajeno a las modas. Al menos a las más street. Ahora, con la crisis supuestamente superada, la moda deportiva vuelve a coger fuerza. Y lo hace en un contexto comercial muy diferente. Tanto que las marcas, conscientes de que el multideporte está agonizando (salvo en las grandes cadenas) han decidido apostar en firme por la multicanalidad. Y lo han hecho, además, con colecciones específicas. Esta apuesta, que en su día ya llevaron a cabo marcas como adidas , Munich, Le Coq o, recientemente, New Balance, es cada vez más habitual en nuestro sector. Las marcas, conocedoras de los límites del canal, han decidido apostar fuerte por otros canales, especialmente el de la moda. Y si ello no es suficiente, tienen la alternativa de potenciar sus tiendas propias. La moda deportiva vuelve a coger fuerza. Y lo hace en un contexto comercial muy diferente, donde las marcas han decidido apostar en firme por la multicanalidad Esta decisión tiene mucho que ver con la idiosincrasia del canal deporte. Su look, su oferta y su target no encajan en la filosofía de estas colecciones más urbanas, pensadas para seducir a un público más elitista y en un canal más exclusivo. La demanda, además, crece fuertemente, por mucho que eso disguste a un comercio multideporte al que cada día le cuesta más dar salida a las líneas más urbanas de las marcas. Esta segmentación se ha hecho mucho más evidente con el boom de las mal llamadas tiendas sneakers. La fuerte irrupción –otra vez- de modelos que podríamos catalogar como sportlifestyle (calzado con un look deportivo, casi siempre retro, pensado para uso urbano) ha acelerado este cambio en la oferta. Primero las marcas se volcaron, con estas colecciones semiexclusivas, en el canal de las zapaterías (muchas de las cuales se centraron, precisamente, en este tipo de calzado), pero en estos últimos años esta categoría ha cogido suficiente fuerza como para consolidar una red de tiendas especializadas, muchas de las cuales ya operan como franquicias. Otro tema es si su rentabilidad es la que buscan quienes impulsan estos proyectos o quienes quieren invertir en ellos. La demanda existe y la rotación es buena, pero este tipo de concepto requiere, principalmente, de buenas ubicaciones en núcleos urbanos, y eso tiene un coste. Por mucho que se imponga la segmentación, y por mucha fuerza que tenga este tipo de calzado, si no hay una gestión eficaz, este tipo de comercios acabarán, con mucha suerte, en negocios de supervivencia. JAUME FERRER jferrer@tradesport.com El Dorado O P I N I Ó N DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 20 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TS 3 El pasado 21 de agosto los Juegos Olímpicos de Rio bajaron el talón tras 16 días donde el deporte fue el centro de atención de medio mundo. El deporte y todo lo que le rodea, marcas incluidas. Supongo que las ingestas cantidades que las grandes del deporte se han gastado en estos Juegos les habrán dado la rentabilidad esperada. O no. No siempre ese es el fin. Pero no eso de los que me gustaría hablar hoy. Prefiero centrarme en el medallero. España ha saldado su paso por Rio con un total de 17 medallas. 7 de oro, 4 de plata y 6 de bronce. Desde el CSD el balance se resume en un “muy satisfechos”. No sé muy bien si las expectativas, después de Londres, eran más bien pesimistas o si las ambiciones del Consejo son muy bajas, pero , sinceramente, a mí me parece un botín muy triste, sobre todo si nos comparamos con países como Holanda (19), Italia (28), Francia y Alemania (42) o Reino Unido (67). Además, muchas de estas medallas, más que previsibles, las han logrado deportistas que ni siquiera entran en las “ayudas” del CSD. Jamás se me han dado bien las matemáticas, pero si hacemos una simple regla de tres en la que tengamos en cuenta la inversión que ha se ha hecho en deporte profesional (y no me refiero solo al plan ADO) y los resultados obtenidos (en estos Juegos y en otros campeonatos), lo de “muy satisfechos” todavía me parece más atrevido. Sin dejar de invertir en deporte profesional, quienes mandan deberían entender que, sin deporte de base, no hay cultura deportiva No tengo la más mínima intención de poner en duda la política del CSD en cuanto a inversiones en deporte profesional, pero si que me parece obvio que el desfase que hay entre lo que se gasta en intentar conseguir medallas y lo que se gasta en promocionar el deporte es, cuanto menos preocupante. Y quizás ambas cosas estén más relacionadas de lo que muchos creen. El hecho de que países con muchos menos habitantes que España, o con cifras parecidas pero condiciones mucho peores, tengan muchas más medallas que nosotros tiene mucho que la cultura deportiva que hay en cada uno de estos países. Una cultura que está a años luz de la nuestra. Y en ello, lo siento, tienen mucha culpa quienes dirigen el mundo el deporte en España, ya sea desde el Ministerio pertinente como desde las instituciones creadas para ello. Sin dejar de invertir en el deporte profesional, quienes mandan deberían hacer un esfuerzo para entender que, sin deporte de base, no hay cultura deportiva, y sin cultura deportiva, no hay resultados. El deporte amateur ha crecido mucho en España en los últimos años, es cierto, pero no ha sido precisamente gracias a los políticos. Más bien ha sido por culpa de la crisis que han provocado ellos. Ya no es solo un tema de cultura. Ni siquiera de sanidad. Es una cuestión de sentido común. No soy quien para analizar los costes y beneficios de cada una de las medallas que se han logrado, pero es obvio que la rentabilidad está muy por debajo –aunque sea a medio y largo plazo- de la que se obtendría si los políticos entendieran que, en el deporte, hay vida –y muchas necesidades- más allá de lo estrictamente profesional. Y que invertir en deporte amateur es invertir en muchas más cosas que en oro, plata o bronce. RAUL BERNAT raul@tradesport.com Segmentación AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com TRADE 242 ESPECIAL MUJER TRADE 243 ESPECIAL BAÑO TRADE 244 ESPECIAL TRIATLÓN TRADE 245 ESPECIAL OUTDOOR
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