enfoque es un poco distinto al de las marcas outdoor y no se piensa tanto en terrenos abruptos, sino más bien en caminos de tierra o montes poco accidentados. Marcas como Mizuno, Asics, Saucony, Brooks o, especialmente, New Balance, han apostado muy fuerte por esta categoría. Incluso la generalista adidas lleva años volcándose en el Trail, consciente del potencial que tiene y tendrá en los próximos años. A todas estas marcas de calzado -muchas de las cuales también se han lanzado al textil- debemos añadir, las que se han superespecializado en textil o en complementos como mochilas, calcetines o pulsometros. Es un subsegmento que mueve mucho dinero, con empresas generalistas y, sobre todo, especializadas, apostando por él y que, si las cosas no cambian mucho, tiene un potencial muy bueno tanto a corto como a medio plazo. Y lo mejor es que parece completamente ajeno a la crisis. RETOMANDO EL CAMINO El retroceso del outdoor es, como hemos dicho, pasajero, y nadie duda que tarde o temprano recuperará el buen comportamiento que tenía antes de estos últimos dos años. Lo que toca ahora es seguir luchando para aprovechar que modalidades como el trekking, el senderismo o, sobre todo el llamado travel y el trail siguen ganando adeptos cada día y pueden seguir creciendo, también, en ventas. En este complejo entorno, donde se depende excesivamente de la climatología, las marcas y, también, las tiendas, deben seguir trabajando para atraer a este target que corre, que va a la montaña, pero que aún no gasta en material técnico (o, si lo hace, apuesta por Decathlon). Y obviamente, también deberán volcar esfuerzos en captar nuevos targets, sobre todo la tercera edad y la mujer, dos grupos con un poder de compra a tener muy en cuenta. En cuanto al comercio, las cosas parecen bastante claras. La red de tiendas especializadas consolidará su fuerza. Las cosas están bastante definidas y seguramente a corto plazo, tal y como está el segmento, no habrá una proliferación de tiendas tan acentuada como la que se ha dado en los últimos años, pero las que hay, ganarán cuota. A la vez, el outdoor ganará protagonismo en el comercio multideporte que sepa gestionar bien este universo (que no es fácil) y, sobre todo, que entienda cuál puede ser su público objetivo. El practicante habitual ya está controlado por el comercio especialista; el multideporte debe apostar por otros targets. Y por suerte, el outdoor es un universo muy extenso y con un perfil de consumidor (consumidores no deportistas o practicantes ocasionales), muy importante en volumen, y que puede ser un cliente potencial de estas tiendas. Y en este perfil de consumidor, aunque la competencia del gigante galo asusta, hay opciones para diferenciarse. En oferta (marcas de gama media con gran calidad y buen precio)y, sobre todo, en servicio. Si se hace bien; si la gestión de todo lo que rodea a la especialización se lleva a cabo con eficacia, todos los formatos de tienda, sea cual sea su tamaño, pueden aprovecharse del enorme potencial que tiene el outdoor. Y que seguirá teniendo. TS 29
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