El outdoor fue, al principio de la crisis, uno de los segmentos atléticos que parecían ajenos a lo que pasaba en su entorno. Su fuerza y, sobre todo la velocidad a la que venía, fue importante para superar las primeras embestidas del revés económico que sufrió medio mundo y, en especial, España. Quizás porque la climatología aguantaba, durante algunos años la crisis pasó de largo en el mundo del Outdoor. Los deportes de montaña seguían creciendo en ventas y, también, en practicantes. Es cierto que algunas modalidades notaron pronto el cambio de ciclo y otras empezaron a emerger, pero en el global, el outdoor se mantenía porque se convirtió en una válvula de escape perfecta, por su accesibilidad y asequibilidad. Fue en ese contexto que se hicieron fuertes deportes como el senderismo, el trekking ligero o el trail. Pero, también, lo hacia el running En este contexto complejo, el Outdoor se hizo más fuerte. Ganó practicantes, ganó ventas y ganó tiendas especializadas. Pero como era de esperar –y todo el mundo, incluso los más optimistas, sabía - la crisis acabó llegando. A nivel de practicantes la cosa seguía muy dinámica, pero las ventas se estabilizaron primero y bajaron ligeramente luego. El tiempo tampoco acompañó demasiado: inviernos calurosos y veranos –la época floja del outdoor- que tampoco propiciaban el sellout. Durante los primeros meses se pasó bastante mal y más de uno ya se veía cerrando la persiana, pero la tormenta fue mucho más suave de lo que se esperaba y poco a poco el frenazo se fue suavizando y el Outdoor hizo valer su potencial. Un potencial que siempre viene marcado por la climatología pero que, gracias al gran comportamiento que han tenido modalidades como el trail running, sigue siendo muy importante. SE IMPONE LA ESPECIALIZACIÓN EL outdoor siempre ha sido un deporte con bastante presencia en el comercio multideporte, especialmente en las grandes cadenas. Su fuerza actual obliga a este tipo de tiendas a apostar por este universo sí o sí, pero siempre ha sido uno de los deportes que más ha dinamizado la venta en el multideporte. Y aun así, si hay algo destacable en el comportamiento del outdoor en estos últimos años es, sin duda, la especialización que se ha dado. Especialización y, sobre todo, superespecialización. Y este cambio se ha dado tanto a nivel de marcas como de tiendas. Una de las muchas maneras de saber si un deporte vive un buen presente es analizar cómo ha evolucionado el comercio especialista. Y el outdoor fue, sin duda, uno de los universos donde primero se apostó por esta especialización. Y fue así, seguramente, porque muchas pequeñas tiendas multideporte prefirieron volcarse en la moda y pasaron absolutamente de lo técnico, un error que aprovecharon a la perfección los especialistas. Especialistas que, desde hace tiempo, controlan gran parte de las ventas de las gamas más técnicas en todas las categorías. Un poder que también tiene, en franjas medias y medias-bajas de precio, Decathlon, que monopoliza las gamas bajas y medias (de precio). Ante este panorama el gran reto lo tiene el comercio mutideporte. Un reto que puede superarse perfectamente gracias al buen comportamiento que están teniendo algunas disciplinas como el trail o el travel, que además de tener un buena demanda, tienen muchas más posibilidades de encajar en según qué tiendas multideporte que otros deportes vinculados al outdoor que son mucho más técnicos y que, por lo tanto, requieren una mayor especialización. Este tipo de tiendas tiene que asumir que será muy complicado, casi imposible, captar a un cliente que ya se ha fidelizado con el comercio especialista –sobre todo si se trata de practicantes habituales- pero que el segmento ofrece muchas posibilidades y aún puede explotar un sinfín de caminos si dan mayor protagonismo a determinados segmentos emergentes, sobre todo a los más populares. El objetivo del comercio multideporte no es convertirse en un refeTS 25 ESPECIAL OUTDOOR En un contexto complejo, el Outdoor se hizo más fuerte. Ganó practicantes, ganó ventas y ganó tiendas especializadas. Pero como era de esperar, la crisis acabó llegando. A nivel de practicantes la cosa seguía muy dinámica, pero las ventas se estabilizaron primero y bajaron ligeramente luego. Ganando altura El outdoor se recupera. Difícilmente alcanzará ritmos como los que tuvo hace apenas una década, pero el fuerte bache con el que tropezó hace poco, parece superado. La crisis económica se esquivó, al principio, con la pericia que se supera una pared de hielo, pero la cola nos acabó arrastrando. La crisis y un par de temporadas que no fueran muy buenas. Pero la fuerza de este universo y, especialmente, de algunas de sus modalidades, han servido para superar ese muro y, poco a poco, recuperar el ritmo de ascensión.
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