TradeSport 244 - Junio 2016

EDITORIAL El sector de artículos deportivos ha sido, tradicionalmente, un sector muy individualista. Tanto es así que hemos visto, desde los gloriosos años 90, abrirse y cerrarse todo tipo de ferias sectoriales, como Fidec en Madrid o Fira Sport en Barcelona. Por no hablar de ferias especializadas que no han durado más de una o dos ediciones (fitness, esquí, pádel, outdoor...) o de puntos de encuentro profesionales, como el Club de Negocios Sports Unlimited en Valencia -que consiguió sobrevivir cuatro años-, o como los famosos congresos para tiendas de deporte que nuestra editora organizaba con el respaldo de Feria de Barcelona e Ispo Munich –y que alcanzó las cinco ediciones-. La poca implicación de muchos profesionales conlleva que ni siquiera dispongamos de asociaciones fuertes que defiendan los intereses sectoriales. Y si las hay, son agrupaciones meramente anecdóticas, como la asociación nacional de comercios deportivos. Esta “desgana” constata que la gran mayoría de los profesionales de las empresas siempre han utilizado la táctica de luchar por su cuenta, primando el divide y vencerás. Y así nos ha ido. En los últimos años hemos pasado una dura crisis, y ni eso ha sido suficiente para que el sector entendiese que, ante determinados contratiempos, la unión podría ser una buena alternativa. Muchos profesionales prefieren utilizar luchar por su cuenta, primando la táctica del divide y vencerás. Y así nos ha ido. Este feroz individualismo, motivado casi siempre por una falta de profesionalidad y por el anti- networking que impera en el sector, lleva a muchas empresas a ver competidores donde podría haber aliados, y ha sido la “culpable” de que muchos encuentros que se han intentado llevar a cabo hayan fracasado. Es cierto que en algunas ocasiones el modelo tampoco ha acompañado mucho, pero la predisposición del sector nunca ha sido la adecuada. Descartada la posibilidad de que alguna gran feria multideporte pueda coger forma en nuestro país, y celebrando la solidez que, todavía, tienen algunas ferias especializadas, las posibilidades de potenciar encuentros sectoriales suelen pasar por impulsar sucedáneos de los encuentros que desde hace unos pocos años organiza el BMC. Se centran casi siempre en una misma temática (el futuro y la tecnología) y suelen reunir a los mismos asistentes, constatando que quienes tienen ganas –y capacidad- de moverse son muy pocos, y que es muy complicado definir un programa -original- que pueda atraer a un público realmente representativo del sector. Y si las inscripciones no son gratuitas, la cosa todavía es más compleja. Y aunque obviamente hay que celebrar y apoyar cualquier encuentro que pueda aportar conocimiento, probablemente el sector, con excesivos desencuentros entre marcas y tiendas, necesite, además de charlas instructivas sobre cómo adaptarse al futuro, puntos de encuentro donde las dinámicas pasen, sí o sí, por fomentar el diálogo entre unos y otros, poniendo sobre la mesa las problemáticas actuales que tienen cada uno de ellos en su relación. Y sentándolos juntos para intentar llegar acuerdos y compartir negocio. Potenciar encuentros sectoriales es importante, pero no menos importante es saber hasta qué punto tiene sentido hablarle de futurología e innovación, a quien todavía no se ha adaptado al presente y ni siquiera se ha leído un estudio de mercado. JAUME FERRER jferrer@tradesport.com (Des)encuentros O P I N I Ó N TS 3 Ya hemos hablado otras veces de cuánto le gusta al sector quemar naves. De cómo explota hasta la saciedad las modas y, una vez exprimidas, las deja de lado. Lo ha hecho con productos y, también, con segmentos. La necesidad ahoga, y el sector es muy proclive a ver las cosas mucho más negras de lo que son, así que cuando cree haber descubierto una vaca lechera, no piensa en el mañana, sólo en el hoy. Y así se van quemando oportunidades. Cuando la oferta supera la demanda, los problemas se multiplican, y en algunos momentos de su evolución, incluso el running o el bike, han vivido este exceso de oferta. La cronología es previsible: boom espectacular de practicantes –por la razón que sea-, sobreoferta de marcas, selección natural y, al final, normalidad. El punto en el que se alcanza esta normalidad puede variar mucho, pero normalmente, en deportes con una buena base de practicantes, se da cuando se frenan en seco los crecimientos fuertes pero se conserva cierto margen de recorrido. En el camino, obviamente, muchas tiendas que han tenido que cerrar sus puertas, muchas marcas que han tenido sus minutos de gloria pero que no estaban preparadas para mantenerlos y una necesaria reordenación del segmento para aplacar ciertas prácticas que afloran con la sobreoferta. La normalidad se alcanza cuando se frenan en seco los crecimientos fuertes pero se conserva cierto margen de recorrido Uno de los deportes que mejor ejemplifican esta realidad es, sin duda, el triatlón. Hace apenas una década los pocos que practicaban este deporte eran tachados de locos. De raros. Apenas había media decena de tiendas que le hicieran un poco de caso a esta modalidad. Pero un día llegó el boom de triatlón. La crisis, el auge del running, la fiebre por la autosuperación o el halo de grandeza que parece rodear a esta modalidad, hicieron que en muy poco tiempo el triatlón creciera a un ritmo espectacular. Todo el mundo quería hacer triatlones. Y todo el mundo quería abrir una tienda especializada, aunque en su zona no hubiera ninguna tradición. Cada día aparecían marcas nuevas. Especializadas y superespecializadas. . Por no hablar de las pruebas, que no sólo se multiplicaron exponencialmente, sino que, además, cerraban inscripciones a las pocas horas de abrirlas. La "fiebre" duró bastante. O, al menos, lo suficiente como para convertir una moda en un segmento fuerte, con identidad propia y con una base suficientemente sólida como para superar los previsibles baches que habría en el camino. Y los hubo. Y entonces el triatlón recuperó la normalidad. Un ritmo de crecimiento más lógico, en practicantes y en ventas. La selección natural siguió su curso y todo se tranquilizó. Y en esta calma, el margen de recorrido sigue siendo amplio. Los daños colaterales de un boom muchas veces sobredimensionado han sido importantes, pero no han impedido que este segmento se asentase. Y que lo hiciese justamente cuando entendió que había que mirar al futuro y no al presente, no es ninguna casualidad. Hay platos que sí o sí hay que cocinarlos a fuego lento. RAUL BERNAT raul@tradesport.com A fuego lento AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 23 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TRADE 241 ESPECIAL RAQUETA TRADE 242 ESPECIAL MUJER TRADE 240 ESPECIAL INVIERNO TRADE 243 ESPECIAL BAÑO

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