TradeSport 243 - Mayo 2016

TS 32 EMPRESAS A FONDO Lo primero en lo que uno piensa cuando ve las espectaculares instalaciones de JIM SPORTS en Palas del Rey, en Lugo, es en el riesgo que asume la compañía a la hora de estocar producto. Un riesgo que se asume para poder dar un servicio eficiente a sus clientes, máxima con la que, desde sus inicios, trabaja la compañía. El almacén, con una altura de 15 metros y más de 10.500 metros cuadrados, acumula alrededor de 7.000 referencias y un stock de más de 8,7 millones de euros. “Tener el producto es la única manera de poder garantizar un buen servicio”, asegura Jesús Manuel Graña, Director General de la compañía. DE UN CONTENEDOR DE BALONES A 17 MILLONES DE FACTURACIÓN EN 20 AÑOS La historia del GRUPO JIM SPORTS comenzó hace apenas 20 años. Por aquel entonces, su fundador, Jesús Manuel Graña, más conocido como Jim, era profesor de educación física en un colegio de la Xunta. Tras darse cuenta de los grandes márgenes con los que trabajaban quienes importaban artículos de china se propuso hacer una prueba y decidió importar un contenedor de balones de baloncesto. La apuesta le salió bien y tras analizar el potencial y el riesgo de poner en marcha un negocio basado en la importación de artículos deportivos, decidió dar un paso al frente y fundó Jim Sports Technology. Los primeros pasos no fueron sencillos. Desde el viejo garaje de su casa y en un espacio que apenas superaba los 70 metros cuadrados, Jim Sports Technology comenzó a ampliar su catálogo. Tras un buen arranque, la compañía decidió dar un paso más, creando su propia marca: Softee. La marca fue ganando protagonismo poco a poco en el comercio deportivo y el catálogo se fue ampliando para poder dar respuesta a todas las necesidades de las tiendas y de otras marcas. Dos décadas después, ese contenedor de balones de baloncesto se ha convertido en el catálogo más amplio del sector, con más de 6.000 referencias, y la compañía, tras un importante proceso de diversificación, ha cerrado 2015 con un crecimiento del 20%, alcanzando los 17 millones de facturación. LA CONVERSIÓN A UN POTENTE GRUPO DEL DEPORTE La visión de futuro de Jim no acabó con la creación y el fuerte crecimiento de Jim Sports Technology y su marca Softee. El joven empresario quiso ir más allá y apostó por potenciar la fabricación propia. Y no sólo de artículos deportivos, sino de todo aquello que estuviera directamente relacionado con el deporte. Bajo el paraguas del holding GRUPO JIM SPORTS se apostó, primero, por poner en marcha una compañía especializada en la fabricación de estructuras y equipamientos deportivos, Metal Power. En 2006, ya con un nombre de peso en el ámbito de la distribución deportiva, se creó Eme Inversia 72, pensada para cubrir las necesidades de diseño y serigrafía aplicada al material deportivo, con un taller de serigrafía propio que ofrece al cliente un servicio integrado para que sus productos lleguen personalizados. Dos años más tarde, la compañía apostó por la distribución naGrupo Jim Sports 20 años al servicio del comercio “En apenas dos décadas, un contenedor de balones de baloncesto se ha convertido en el catálogo más amplio del sector, con más de 6.000 referencias, y la compañía, tras un importante proceso de diversificación, ha cerrado 2015 con un crecimiento del 20%, alcanzando los 17 millones de facturación”. Historias de empresas que han comenzado su aventura en un garaje hay muchas. Probablemente la más conocida sea la de Apple, pero no es la única. Hay muchas compañías que han empezado a construirse desde una simple idea. Desde la nada. Compañías como la gallega JIM SPORTS, que empezó su andadura importando unos cuantos balones de baloncesto y que hoy se ha convertido en una de las empresas de artículos deportivos más fuertes de nuestro país. En el camino, mucho trabajo, mucho sacrificio y, también, mucho riesgo. Pero en apenas dos décadas se ha conseguido consolidar un proyecto que tiene un gran margen de recorrido en nuestro país… y fuera. Jesús Manuel Graña, JIM, director general del Grupo

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