TradeSport 243 - Mayo 2016

EDITORIAL Dicen que el futuro es de los atrevidos. De los atrevidos y de los que tienen cierta capacidad de inversión. Desde grandes compañías con potentes departamentos de I+D y con capacidad de invertir es muy fácil hablar de futuro o de innovación. Es muy fácil, incluso, dar lecciones sobre hacia dónde hay que ir o cómo hay que adaptarse a los cambios. La realidad, sin embargo, es mucho más compleja. La mayoría de empresas son esclavas del día a día y no pueden mirar más allá. Su capacidad para destinar recursos, ya no a la innovación, sino, simplemente, a adaptar innovaciones, es casi nula. El tejido empresarial de nuestro país lo sostienen las pymes, y muchas de ellas no tienen posibilidades de ir más allá de donde alcanza su mirada. Su agilidad para adaptarse a según qué cambios es muy limitada, y casi siempre, cuando lo hacen, es tarde. Lo que hace meses creían que era el futuro se ha convertido en presente, y quienes marcan el camino vuelven a estar muy lejos. Los cambios que anticipan las grandes compañías son ambiciosos. Sorprendentes. Hoy los vemos como un imposible pero sabemos que mañana serán una realidad. Y sabemos, también, que al principio solo podrán adaptarse a ella unos pocos. Y esos pocos son los que conseguirán diferenciarse y seguir creciendo. Los demás sólo pueden esperar. Esperar que ese futuro, aun convertido en presente, sea más accesible. Para mí el mérito lo tienen aquellas empresas que basan su innovación en la búsqueda de soluciones que permitan a las pequeñas compañías plantearse el futuro con menos temores… Quizás me equivoque, pero siempre he creído que innovar es relativamente fácil cuando se tiene dinero. Evidentemente que hay que tener ideas, pero si no tienes capacidad económica para llevarlas a cabo, de poco sirven. Es obvio que el gran reto de los departamentos de innovación de las grandes compañías es buscar nuevas soluciones que mejoren la competitividad de su empresa (en ahorro, en servicio, en producto…), pero para mí tienen mucho más mérito aquellas compañías que basan su innovación en la búsqueda de soluciones que permitan a las pequeñas compañías plantearse el futuro (y adaptarse a él) con menos temores… y sin la necesidad de hipotecar su supervivencia. Está muy bien hablar de superdrones o de las maravillas del Internet de las cosas, porque el futuro va hacia allí y todos tenemos que saber muy bien hacia dónde vamos, pero también es importante tocar un poco de pies al suelo, mirar el entorno en el que nos movemos, y analizar si realmente ese entorno está preparado para adaptarse a esta realidad sin antes haberse adaptado a la que vivimos ahora. Unos remarán más rápido, y sacarán partido de ello, pero a los que se quedan atrás hay que ayudarles. Y muchas veces no les ayudan ni los suyos, más preocupados de copiar modelos de negocio que en breve se quedarán obsoletos. No todo el mundo tiene capacidad para innovar, es cierto, pero sí creo que cualquiera tiene capacidad para saber en que empresas puede apoyarse para poder caminar hacia adelante. Y afortunadamente cada vez hay más compañías que democratizan la innovación y permiten a las pequeñas empresas tener las mismas armas que las que tienen sus grandes competidores. RAUL BERNAT raul@tradesport.com O P I N I Ó N TS 3 Hace unos pocos días que el CSD ha hecho oficiales las licencias deportivas con las que se ha cerrado 2015. A priori las cifras de crecimiento son bastante buenas, pero a la hora de interpretarlas hay que ir con mucho cuidado porque los resultados, generalmente, están estrechamente ligados a un plano eminentemente competitivo y, por lo tanto, que una modalidad crezca considerablemente en licencias no implica que también lo haya hecho a nivel popular ni, mucho menos, en ventas. Y un buen ejemplo de ello lo tenemos en triatlón, con un fuerte auge de licencias en 2015 cuando en realidad el mercado se encuentra en plena madurez y sin apenas crecimientos en estos dos últimos años. Estos datos, junto con otros que se han hecho públicos en estas últimas semanas y, sobre todo, los datos que manejamos en Sport Panel, dibujan una realidad que poco tiene que ver con la del crecimiento de licencias federativas. Una realidad donde los deportes que más han dinamizado el sector en estos últimos años, sobre todo, Running, Bike o Pádel, han visto como su crecimiento se frenaba, no tanto en ventas, pero sí en la incorporación de nuevos practicantes. Los resultados logrados por las grandes cadenas en 2015, y que generalmente tienen una relación muy estrecha con la incorporación de nuevos practicantes, constatan la ralentización de estas tres modalidades, que siguen ganando adeptos y ventas, pero a un ritmo mucho más acorde con el que pueda tener cualquier mercado maduro. . En este contexto es importante que nos planteemos qué puede pasar en los próximos años si los deportes que han sido el motor del sector dejan de crecer al ritmo que lo han hecho estos últimos meses. ¿Quién dinamizara un sector que, sin estímulos (aunque sean negativos) suele quedarse inmóvil? ¿Qué deportes tiene suficiente fuerza como para conseguir marcar nuevos puntos de inflexión? A priori no parece que ningún deporte de los tradicionales pueda dar un salto cuantitativo a corto o medio plazo y lograr ritmos como los que han logrado running, bike o pádel. Y confiar cualquier nuevo boom a modalidades nuevas parece demasiado atrevido. El futuro, incierto, parece depender más de explorar eficazmente categorías de producto que modalidades. Categorías que, a poder ser, no estén a expensas del tiempo y puedan mantenerse fuertes y regulares independientemente de si la temporada (climatológicamente hablando) es buena o mala. Y probablemente la categoría mejor “posicionada” para coger el relevo cuando estas modalidades ralenticen aún más su crecimiento sea el calzado. Por tradición y por convicción. Más allá del factor moda, que en los últimos años ha jugado a nuestro favor (y se quiere seguir alargando a través de inventos como el caso del mal llamado concepto sneakers), la vertiente más atlética también tiene un margen de recorrido importante, ya que en prácticamente todas las modalidades, los practicantes tienen muy claro que el calzado es una pieza fundamental y, en este sentido, no escatiman ni en gasto ni en renovación. Pero más allá del cambio de categorías, el sector tiene el gran reto de seguir ganando adeptos; nuevos deportistas que se enganchen a la práctica deportiva de forma habitual. Y encontrar esos deportes que tomen el relevo al running, al pádel y al bike, que según indican todos los datos ya han alcanzado su máximo esplendor. Y las marcas líderes tienen mucho que decir. JAUME FERRER jferrer@tradesport.com Futuro presente ¿Hay nuevas alternativas? AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 23 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TRADE 241 ESPECIAL RAQUETA TRADE 242 ESPECIAL MUJER TRADE 240 ESPECIAL INVIERNO TRADE 239 ESPECIAL ISPO

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