que apuestan por ellas. EL FITNESS EN EL CANAL DEPORTE El fitness no solo se ha transformado a nivel de instalaciones, también lo ha hecho a nivel de material deportivo para su práctica. Y eso es algo que se ha dejado notar mucho en nuestro canal. Y no porque las ventas hayan caído, sino más bien porque cada día es más complejo saber qué tipo de material podemos “encasillar” dentro de una categoría fitness: si hace algunos años era relativamente fácil clasificar unas zapatillas o unas mallas dentro del mundo del fitness, la evolución de este universo hace imposible saber qué productos hay que “marcar” como fitness y cuáles hay que atribuir a otros segmentos como running, bike…. Las marcas se han sacado de la manga en estos últimos meses el concepto training, pero tampoco es exactamente ropa y calzado para deportes de gimnasio, así que, al final, sólo nos quedarán aquellas líneas diseñadas específicamente para algunas modalidades de bajo impacto u otras actividades de sala como el aeróbic o el step, aunque siendo realistas, muchos de las que las practican lo hacen con calzado que cualquiera de nosotros situaría en categorías que poco tienen que ver con el fitness. También hay que tener en cuenta que el fitness ha sido uno de los sectores que mejor ha comprobado la fluctuación del mundo de la moda y tras algunos años en los que la estética fitness triunfaba dentro y fuera de los gimnasios, de un día para otro este look se convirtió en obsoleto y las ventas cayeron en picado. Ahora parece que el gran trabajo que están haciendo marcas como adidas, Puma o Nike está dando sus frutos –insistimos, muchas veces de la mano del llamado training. Además, también hay que tener muy en cuenta los esfuerzos de marcas especializadas en lo que podríamos catalogar como prendas de gimnasio (y deporte en general) como Casall, Naffta, Sontress o la recién llegada Bwell. ¿Su baza? Colecciones que combinan una muy buena tecnicidad con un diseño muy cuidado. Justo lo que reclama la mujer. Y antes de acabar es importante hacer una breve mención a un accesorio que ha experimentado –y sigue haciéndolo- un fuerte auge en el mundo del fitness: el pulsómetro. Su éxito, y el que están cosechando también las llamadas pulseras de actividad, ha sido, simplemente, espectacular. La oferta es muy amplia, y el deportista puede encontrar desde modelos básicos que ofrecen información sobre los pasos y las calorías quemadas, hasta modelos más sofisticados que, además de medir la FC, nos ofrecen multitud de datos para tener un control total de lo realizado. Algunos, incluso, disponen de GPS y conexión con los aparatos de la mayoría de las grandes marcas de maquinaria fitness (los gimnasios, en este sentido, se han convertido en muy buenos prescriptores). Con un precio medio que suele oscilar entre los 80 y los 300 euros, y a pesar de la crisis, muchas tiendas especializadas en deportes atléticos y, también, muchos comercios multideporte, han logrado una muy buena rotación con este producto. POTENCIAL INTACTO El universo del Wellness está a la expectativa. Preparado para salir corriendo cuando alguien dé el pistoletazo de salida. Su salud es muy buena. Nunca mejor dicho. Lleva años superando baches y creciendo a pesar de las adversidades y todo parece indicar que cuando la crisis se haya dejado realmente atrás, muchas de sus modalidades ganarán mucha fuerza. Entre ellas el fitness. El sector sigue estando muy vivo. Puede que la facturación siga bajando algunos meses, hasta que todo vuelva a la normalidad, pero incluso en estos meses las cosas cambiarán rápidamente. Eso sí, habrá que esforzarse. Con un Gobierno que considera el deporte un lujo, es importante que tanto los centros como las marcas impulsen alternativas –y sinergiaspara conseguir que cada vez haya más gente que haga deporte. Y si lo hacemos bien, si todas las piezas de este inmenso puzzle del wellness, desde gimnasios hasta marcas de textil, calzado y complementos, saben ir hacia una misma dirección, el potencial es infinito, sobre todo si se mantiene esta cultura del bienestar que empezó a construirse hace una década y que se ha impuesto con la crisis. España, con un índice de obesidad alarmante y con unos gastos sanitarios elevadísimos es, seguramente, uno de los países que más necesita moverse. Y que más se moverá. ESPECIAL FITNESS TS 74 Si todas las piezas de este inmenso puzzle del Wellness, desde gimnasios hasta marcas de textil, calzado y complementos, saben ir hacia una misma dirección, el potencial es infinito, sobre todo si se mantiene esta cultura del bienestar que se ha impuesto con la crisis. El universo del Wellness está a la expectativa. Preparado para salir corriendo cuando alguien dé el pistoletazo de salida. Su salud es muy buena. Nunca mejor dicho. Lleva años superando baches y creciendo a pesar de las adversidades y todo parece indicar que cuando la crisis se haya dejado realmente atrás, muchas de sus modalidades ganarán mucha fuerza. Entre ellas el fitness.
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