TradeSport 242 - Abril 2016

EDITORIAL Una de los hábitos más peligrosos que tiene nuestro sector es exprimir sin contemplaciones cualquier producto y/o categoría que funcione mínimamente bien. Quizás porque hay cierta obsesión en encontrar nuevos océanos azules o, tal vez, por falta de ideas, cuando el sector cree que algo puede tener potencial, en lugar de pensar a largo plazo se apresura en explotarlo cuanto más rápido mejor. Y lo que suele pasar es que, o bien se quema el producto en un tiempo récord, o bien se da una sobreoferta que, al final, acaba arrastrando a muchos de quienes habían confiado ciegamente en ello. Ejemplos, en estos últimos años, hay muchos. Y no nos referimos sólo a productos concretos. También a categorías e, incluso, a segmentos. En plena crisis, con la mayoría de marcas atrincheradas esperando a que el temporal amainase, modalidades como el running o el bike resurgieron de sus cenizas. Las razones ya las hemos explicado muchas veces. Y nuestro sector se ha visto beneficiado, gracias a la crisis, del boom que, en practicantes, han experimentado éstas y otras modalidades. Pero ahora, apenas media década después de que comenzase la “revolución del running”, las cosas ya no pintan tan bien para el comercio y cada vez hay más tiendas especialistas que cierran sus puertas ante las dificultades de seguir vendiendo running. Y no es que la práctica haya caído, al contrario, pero desde hace muchos meses la oferta está muy por encima de la demanda. Y además está internet. Al pádel le pasa tres cuartos de lo mismo. Y lo mismo pasará con el bike: está en un buen momento, pero el ritmo de aperturas es más alto que el ritmo al que crecen los practicantes. Y aunque Internet no aprieta fuerte todavía… sí lo hace Decathlon. La última gran “vaca lechera” que han descubierto los profesionales del sector poco tiene que ver con estas modalidades. Tiene que ver con la moda –he aquí el peligro- y, en especial, con el crecimiento y la consolidación del calzado urbano de marcas deportivas… o look deportivo. El recorrido de esta categoría es, todavía, muy amplio, pero en estos últimos meses la apertura de tiendas especializadas en calzado urbano ha sido, muy probablemente, excesiva. Y encima muchos lo han hecho explotando una etiqueta, la de sneakers, que hasta hace poco tenía cierto halo de exclusividad pero que, ahora, ha sido descaradamente pervertida. Cadenas y grupos de compra no han dudado ni un segundo en explotar esta tendencia sin demasiados reparos. Y probablemente algunas ni siquiera hayan analizado si el margen de crecimiento es real. Han visto que lo hacía su competencia y no han dudado en copiar el modelo. Ya no sólo se trata de disfrazar bajo el paraguas de las sneakers algo que, en realidad, tiene poco que ver con este tipo de calzado. El problema es que la oferta está llegando a niveles exagerados, muy por encima de la demanda. Y por si fuera poco esa oferta es descaradamente homogénea y conservadora (“sota, caballo, rey” dicen sin esconderse algunos de sus precursores). Los mismos modelos de las mismas marcas. A estas alturas es muy difícil frenar a tiendas y marcas en su carrera por explotar al máximo esta “tendencia”. La burbuja petará tarde o temprano si no se gestiona esta oportunidad con racionalidad. Y por ahora no lo parece. Cadenas y grupos buscan, lógicamente, nuevas vías de negocio porque con las “tradicionales” cuesta mucho avanzar; y las marcas, para variar, siguen pensando más en el hoy, y no miden adecuadamente las consecuencias que tiene a largo plazo dar cancha a cualquier proyecto que les suponga más ventas. Y eso es muy peligroso, porque tanto la sobreoferta como la sobreproducción llevan al colapso. ¡Pan para hoy y hambre para mañana! JAUME FERRER jferrer@tradesport.com Sneakers O P I N I Ó N TS 3 El sector es masculino. Y no quiero decir machista –que a veces también-; digo masculino. En casi todo. En la oferta, en el look de la mayoría de tiendas, en los despachos. Un sector de y para hombres que, en los últimos años, ha tenido que asumir que parte de su futuro –una parte importante, ademásdepende de la mujer. Curiosa paradoja. En los últimos años la mujer se ha convertido en una pieza clave en las estrategias de las marcas deportivas. Más por necesidad que por convicción, muchas marcas han ampliado sus líneas para mujer aún a sabiendas de que este target es archicomplejo. Y lo es, sobre todo, porque vamos tarde. Vamos tarde y competimos contra goliats sin tener ni siquiera una piedra. La mujer nunca ha sido una prioridad para el sector. Es cierto, para ser justos, que algunas marcas llevan muchos años picando piedra y han conseguido entrar en el coto privado de la mujer, pero en el global, no nos hemos despertado hasta que no ha sido necesario. Y cuando ha tocado hacerlo, cuando el sector ha empezado a darse cuenta que el futuro pasaba por llegar a la mujer (como consumidora), hemos visto como otros nos pasaban por delante. Primero en moda deportiva y ahora, a un ritmo al que no estamos acostumbrados, también en lo atlético. Y sí, hay quien aún se consuela con eso de que las grandes cadenas de moda jamás podrán estar a la altura, en calidad, de una marca deportiva, pero son los mismos que decían que esos franceses de Decathlon no irían a ninguna parte. Y los mismos que no han entendido que la calidad es un argumento muy volátil y que hay otros aspectos como el diseño, la agilidad o el look de la tienda que, en todo lo que tiene que ver con la mujer, se imponen sin excesivos problemas a la supuesta fuerza que pueda tener una marca. Es difícil saber si a estas alturas el deporte puede sacar algo positivo de la mujer. Y no porque no sepa hacerlo; más bien porque, para variar, va tarde. Además, el boom de modalidades como el running o el bike y la “obligación” de equiparse en el canal deporte, ha sumido a muchas marcas y tiendas en un falso estado de confianza, creyendo que todo lo atlético era propiedad exclusiva del canal deporte. Y acomodados en esta creencia, muchos ni se han dado cuenta de que la moda deportiva irrumpía sin reparos en su territorio. Y con muy buenas armas, por cierto. El sector no ha sido capaz, nunca, de satisfacer a la mujer. Ni siquiera siendo consciente de que es la gran compradora del sector. Ni marcas ni tiendas han creído en su potencial. Jamás han intentado entenderla, analizar qué necesitaba o que buscaba, y responder a esta demanda. Salvo algunas excepciones el sector ha pretendido que la mujer se adaptase a sus peculiaridades. Y no al revés, como debería ser. Y ahora, cuando hay que encontrar nuevas vías de negocio y todos apuntan a la mujer, más de uno no entiende porque cuesta tanto llegar a este target. El futuro a corto y medio plazo no parece muy alentador. El canal moda nos robará cuota con sus nuevas colecciones de textil técnico para deportes como el running o el fitness. Las marcas exclusivas o las que tradicionalmente han apostado en firme por la mujer aguantarán el tipo, incluso podrán sacar rédito de ello entrando en el canal moda (ejemplo haylos) pero las demás, que son mayoría, sufrirán. Y más aún sufrirán las tiendas que, o espabilan, o verán como ese target tan importante no tiene que entrar en ellas ni siquiera para comprar deporte. Puede que sea tarde, pero quizás va siendo hora de que el sector empiece a pensar en femenino. RAUL BERNAT raul@tradesport.com En femenino AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 19 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TRADE 241 ESPECIAL RAQUETA TRADE 240 ESPECIAL INVIERNO TRADE 238 ESPECIAL FÚTBOL TRADE 239 ESPECIAL ISPO

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