TradeSport 241 - Marzo 2016

GLISS. DEL SURF AL SKATE El gliss renace. Y en parte, lo hace de sus cenizas. Después de unos meses – bastantes- donde parte de este universo estaba herido de muerte, parece que las cosas empiezan a volver a su sitio. Y más por el buen comportamiento de determinadas modalidades (y modas) como el skate o el patinaje, que por lo que, a estas alturas, haya podido recuperar el textil vinculado al mundo surfero. Sobre los últimos años hay poco que contar. Al gliss le faltó muy poco para morir de éxito. Las tiendas, que en su día se volcaron a ciegas con este universo, le fueron dando la espalda al mismo ritmo que las ventas caían por culpa de la crisis. Las grandes compañías que impulsaron el gliss y que venían del surf, como Billabong o Quiksilver, se tambalearon. Y algunas cambiaron de manos y/o se vieron obligadas a reestructurar sus mastodónticas empresas. Y el temporal pasó. Y con la ayuda de un consumo supuestamente recuperado y, sobre todo, por el empuje de muchas marcas hasta entonces secundarias (muchas de ellas vinculadas al mundo del skate, y que, sin renunciar a todo lo que tenga que ver con moda urbana, mantienen su halo de autenticidad) el rumbo se enderezo un poco. Lo justo para que todos el mundo se diera cuenta de los peligros que tiene crecer mucho más rápido de lo que es conveniente. Ser grandes no siempre implica ser ágil. Al contrario. Y a veces la agilidad es el valor más importante para esquivar los baches. Hoy por hoy las sensaciones son buenas, sobre todo si el consumo sigue repuntando. Prácticamente se tocó fondo y el camino, por ahora, vuelve a ser de subida. Con pendiente, pero hacia arriba. Por suerte la situación no ha sido nunca del todo alarmante porque era bastante evidente que la situación era pasajera y que cuando la crisis pasase la moda deportiva en general y, especialmente, la surfera – con todo el gliss a su rebufo- volverían a ganar peso porque la estética surf y skate sigue teniendo mucho tirón, sobre todo entre los más jóvenes. Y en esas estamos. Otro asunto es si las tres o cuatro grandes marcas del gliss recuperarán su terreno. Y aquí la respuesta es mucho más compleja. Dependerá, en gran parte, de si son 70 Al gliss le faltó muy poco para morir de éxito. Las tiendas, que en su día se volcaron a ciegas con este universo, le fueron dando la espalda al mismo ritmo que las ventas caían por culpa de la crisis. Las grandes compañías que impulsaron el gliss y que venían del surf se tambalearon. Y algunas cambiaron de manos y/o se vieron obligadas a reestructurar sus mastodónticas empresas. Pero el temporal parece haber pasado... y el potencial sigue intacto. Recuperando el ritmo TS

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