altades, pero lo que es obvio es que el futuro del pádel pasa, sí o sí, por la internacionalización. Por muy bien que vaya el pádel en España, o empieza a abrir nuevos mercados o en pocos meses toca techo. Es una encrucijada muy fácil de entender: el grandísimo potencial que tiene el pádel se queda en nada si no se consigue ganar mercado. Seguirá siendo un segmento fuerte a nivel local, con una gran facturación y muchos practicantes, pero con un potencial muy limitado. Y entonces la selección natural –y la mala praxis- serán mucho más crueles de lo que son ahora. En marzo de 2014, ahora hace ya dos años, se puso en marcha la Comisión Española de la Industria del Pádel, impulsada por Afydad, la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores. Con más de 20 marcas de material, constructores de pista o instalaciones deportivas, el objetivo de esta comisión es doble: por un lado buscar fórmulas para potenciar este deporte más allá de nuestras fronteras, y por el otro, reordenar el mercado nacional y buscar soluciones para poner fin a la sobreoferta y a determinadas prácticas de distribución. El camino hecho ha sido importante, pero todavía queda mucho por hacer, especialmente en internacionalización. Y cada vez parece más complicado avanzar en este sentido, porque siempre que se ha dado un paso adelante, se ha terminado por dar dos hacia atrás. Y la edición de ISPO de este año es un buen ejemplo de ello. ¿La solución? Muy difícil. Lo primero es que las marcas que realmente creen en el pádel como algo más que un negocio –máximo una veintena de las 100- caminen juntas y apoyen cualquier iniciativa que ayude a este deporte a ganar mercados. No es importante; es imprescindible. Si no lo conseguimos, si seguimos encerrados en nuestro mercado, cómo cínico hay que seguir reordenando la distribución. El volumen que mueve el pádel es muy importante y, como el tenis, puede sobrevivir en la estabilidad, pero siendo legales y leales. ¿Y el comercio? Pues más de lo mismo. Nada cambiará. El tenis seguirá teniendo cierta presencia en las grandes cadenas (con Decathlon al frente), en tiendas multideporte que por tradición o ubicación pueden rentabilizar este deporte y en las tiendas especializadas en deportes de raqueta, muchas de las cuales, aun apostando sobre todo por el pádel, siguen dando espacio al tenis. En pádel, un deporte que ya trabajan el 50,84% de las tiendas (con una media de más de 4 marcas) la lógica impone que, más allá de las grandes superficies y de algunos multideporte multiespecialistas que se han volcado en esta modalidad (y que controlan una cuota importante del pastel), sean las tiendas especialistas –físicas y sobre todo online- quienes vayan ganando terreno (sin ir más lejos las tiendas online han sumado crecimientos del 50% anual en los últimos dos años). Eso sí, el ritmo de aperturas se frenará considerablemente –ya lo ha hecho-, sobre todo si no se reordena el mercado, siguen apareciendo marcas y la venta de maletero sigue teniendo tanto peso. ESPECIAL TENIS Y PÁDEL 32 TS Podemos hablar de marcas, de comercio especializado, de competencia o de deslealtades, pero lo que es obvio es que el futuro del pádel pasa, sí o sí, por la internacionalización. Por muy bien que vaya el pádel en España, o empieza a abrir nuevos mercados o en pocos meses toca techo. Es una encrucijada muy fácil de entender: el grandísimo potencial que tiene el pádel se queda en nada si no se consigue ganar mercado
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