TS 90 Iteración Según la Wikipedia, este término significa el acto de repetir un proceso con el propósito de alcanzar una meta deseada, objetivo o resultado. A cada repetición del proceso también se le denomina iteración, y los resultados de una iteración se utilizan como punto de partida para la siguiente. Yo practico la iteración a menudo con mis opiniones. “Internet está modificando considerablemente nuestra relación con la información”, nos dijo Genís Roca hace unos días en una ponencia preparatoria para el Mobile World Congress, y nos detalló cómo hemos evolucionado en ciclos de diez años iterando. En la década de 1995 a 2005 el foco de Internet fueron las empresas: creando las webs de producto, las conexiones eran lentas, e internamente la responsabilidad recaía sobre el departamento de informática y sistemas. En la siguiente década, pasamos a la Internet de las Personas: la red se hizo social, la conectividad se incrementó exponencialmente, y el móvil lo cambió todo. El mundo se centró en la opinión, los consumidores cobramos un enorme poder, y nacieron nuevos departamentos en las compañías como el de reputación corporativa, o nuevos puestos desconocidos como los especialistas en redes sociales o community managers. El pasado año se inició un nuevo ciclo de diez años: la década de los productos, la denominada Internet de las Cosas o IoT (Internet of Things), y van a ser los objetos los que interactúen, se conecten y comuniquen. El foco ahora se centra en los servicios, que van desde ejemplos de economía colaborativa tan sonados como Airbnb, Uber o Wallapop, en los que, gracias a la tecnología, las personas somos partícipes del propio servicio; hasta los servicios delegados en las marcas para que nos repongan de forma eficiente. Esta nueva década es la del Big Data: los datos, la información y su gestión, son lo más relevante. Ha llegado el momento de poner el foco en la gestión. Observemos detenidamente la evolución. Del año 1995 al 2005, la responsabilidad recaía en la informática, los sistemas y el acceso a Internet, es decir, la tecnología. En la siguiente década, esa responsabilidad migró hacia la gestión de las redes sociales y la universalización de la conectividad a través del móvil, o lo que es lo mismo, el marketing. Y en esta última década, la de la Internet de las Cosas, toda la responsabilidad recae sobre el management, porque sin visión y estrategia, sin una redefinición de las actividades de nuestras marcas y detallistas, sin los cambios oportunos de cultura y organización, las diferencias entre empresas crecerán exponencialmente. Iteremos pues. Como el propio Genís comentó, en los inicios de cada una de las décadas se vivieron “momentos de fuegos artificiales”, concretamente utilizó la palabra “pirotecnología” –haciendo referencia a que vamos a vivir la tontería de la Internet de las Cosas como el paradigma salvador…- Lo cierto es que la transformación digital que ya está provocando la conectividad de las cosas va a influir sobremanera en el diseño de nuevos servicios impensables hasta la fecha, y con crecimientos exponenciales. Dicen los que entienden que migramos del capitalismo al “talentismo”. Por suerte, en nuestro país, no estamos faltos de talento. Andrés de la Dehesa adehesa@sportmas.com
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