TradeSport 238 - Diciembre 2015

tradesport que hay categorías donde el poder de inversión marca descaradamente el reparto del pastel. Y no es extraño, en este sentido, que adidas y Nike controlen los principales clubes y selecciones del planeta… y que se peleen, a golpe de millones, para robarle patrocinados a la otra… o a cualquier marca que equipe a un equipo con posibilidades de generar muchas ventas. Y aunque a muchos nos puedan parecer desorbitadas las cifras que se pagan, si adidas y Nike las pagan será porque les sale rentable. No en vano, más allá de lo que implica a nivel de imagen de marca, las cifras que obtienen de la venta de réplicas son espectaculares y son, sin duda, una de sus principales fuentes de ingresos. Si nos centramos en el mercado español – y en sus equipos-, Nike y Adidas esponsorizan a Barça y Madrid respectivamente. Son los dos clubes con más seguidores y los que más réplicas venden en España y, también, en el resto del mundo. Ambas marcas tienen en su lista de equipos patrocinados al Atlético de Madrid, el Athletic de Bilbao, el Levante o el Málaga (Nike), y a la Real Sociedad, el Valencia, el Betis y el Celta (adidas). De todas maneras, y pese a este dominio, las ventas también varían mucho en función de la zona y dependiendo, obviamente, de quien patrocine al equipo: Joma gana cuota en Getafe, Espanyol y Granada, New Balance apuesta por el Sevilla, Puma viste al Eibar, Kelme ha ganado protagonismo con Rayo y Kappa en Gijón con el Sporting… En cuanto a las ventas de réplicas de clubes y selecciones extranjeras, poco que decir. La cosa es prácticamente idéntica, con dominio absoluto de las grandes marcas como Nike, adidas o Puma, patrocinadores de los equipos internacionales que más venden en nuestro mercado y las únicas capaces de pagar casi 100 millones de euros para arrebatarle una selección a su contrincante. BENDITA ESTABILIDAD Lo hemos dicho al principio, y aunque pueda parecer repetitivo, la gran baza del fútbol es que, ni a corto ni a medio plazo va a sufrir ninguna alteración destacable. Repuntes en años pares y las grandes peleándose por el trono mundial a base de talonario. Así serán los próximos años del fútbol, un deporte con muchas más posibilidades de crecer –aunque sea poco- que de perder cuota. Lo más interesante será, como siempre, ver la “lucha” que habrá más allá de los reveses que puedan darse entre adidas y Nike por lograr los mejores jugadores y clubes al precio que sea. Esa es, utilizando un símil futbolístico, otra liga. La que nos interesa más es la que jugarán otras marcas como Puma, Diadora, Mizuno, Lotto o las españolas Munich –sobre todo en fútbol sala- Joma o Kelme, que llevan años haciendo un muy buen trabajo en este segmento y que seguirán volcando muchos esfuerzos para seguir escalando, poco a poco, posiciones. También habrá que estar muy atentos a lo que puedan hacer dos grandes marcas que en estos últimos meses han apostado muy fuerte por este deporte: New Balance y Under Armour. Además, ambas marcas han conseguido retar a Nike y Adidas en otros segmentos, así que será interesante ver si, también en fútbol, pueden toserle a las dos grandes. Dinero, que es lo que al final cuenta, tienen. En equipaciones, seguirá la guerra entre italianas y españolas y es probable que el precio juegue cada vez un papel, si cabe, más determinante. No hay que olvidar que, además de que muchos clubes e instituciones sufren la crisis de forma bastante acentuada, estamos ante uno de los menos marquistas del sector y eso, obviamente, pone al precio en el punto de mira. Como hemos dicho antes, lo más probable, nos guste o no, es que cada vez haya menos marcas que respeten el canal tienda. Respecto al comercio, poco que decir. Difícilmente habrá una mayor superespecialización porque se trata del deporte con mayor presencia en la tienda multideporte –que, en general, lo trabaja bastante bien- y en las grandes cadenas, así que difícilmente sucederá como en otros segmentos atléticos como el running, el bike o el pádel, donde se ha dado un boom de comercios especializados. Lo que no hay que descartar, ni mucho menos, es que las marcas sigan apostando por desarrollar sus propias tiendas, aunque eso difícilmente cambiará el reparto de las ventas en fútbol. Las licencias, los intereses que hay detrás de este deporte y lo que invierten las marcas es, sin duda, un aval de que nadie dejará que este deporte pierda fuerza. Veremos cómo avanza 2016, pero siendo año de Eurocopa –y Juegos Olímpicos-, en el peor de los escenarios el fútbol mantendría sus cifras de 2015. ¿Cuántos segmentos pueden decir eso? Dentro del universo del fútbol, una de las categorías que ha ganado más protagonismo – para bien y, también, para males la de las equipaciones. Es un subsegmento importante, tanto por el volumen de unidades que cada año se ponen en el mercado (los miles de clubes que hay en España necesitan equipaciones) como, sobre todo, por su gran estabilidad. Y además es un universo donde Nike y adidas no tienen el control de las ventas

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