TradeSport 238 - Diciembre 2015

TS 43 Crisis, altibajos, modas, segmentos que crecen y otros que, directamente, desaparecen… y mirándoselo siempre de lejos, completamente ajeno a lo que sucede o deje de suceder en el sector y en el mundo, está el fútbol. Como un transatlántico que ha cogido velocidad de crucero, y sin posibilidad alguna de que haya tormenta, avanza a una velocidad constante sin inmutarse de nada. Los fuertes intereses que hay, como deporte y, sobre todo, como negocio, aseguran que siempre haya quien se ocupe de que esa velocidad no aminore en exceso aunque el mar se agite. Es el gran buque del sector. La realidad es que el fútbol es, probablemente, el deporte más previsible del sector. Previsible en el buen sentido de la palabra. Todo el mundo sabe perfectamente que, a nivel de ventas, es un deporte estable, con pocos cambios que, cuando se dan, suelen ser a mejor y coincidiendo con los años pares, años de Mundial y Eurocopa. Un deporte donde el monopolio de las ventas lo tienen dos marcas, que controlan más del 75% de las ventas en unidades y en valor. Un deporte que mueve tanos millones de euros en derechos de imagen, traspasos, publicidad… que hace mucho que se ha convertido en negocio. A nivel estrictamente sectorial, el fútbol, lógicamente, hace muchos años que no crece como el running o el bike, pero, insistimos, tampoco retrocede. Pese al auge de estas modalidades el fútbol sigue siendo el deporte rey. Es el que mayor cobertura tiene en las tiendas (con permiso del running) y, evidentemente, en ello tiene mucho –o todo- que ver que sea el deporte más practicado en nuestro país. Más practicado y con más licencias, lo que asegura una base sólida y constante que asegura un mínimo de ventas cada año. Mínimo que, obviamente, es espectacular. Y el hecho de que todo este universo se hay convertido en un negocio que mueve tanto dinero, puede no gustar a muchos, pero no deja de ser un gran aval, el mejor, para que tiendas y, sobre todo, para que marcas, sigan apostando por este deporte a sabiendas de que mantendrá su velocidad de crucero. Sólo así se justifican, en parte, las estratosféricas inversiones que se hacen en este deporte. BASE SÓLIDA DE PRACTICANTES... Y VENTAS Del fútbol hace años que se dice que es el deporte rey. Y los es aunque muchas estadísticas reflejen que la natación es el deporte más practicado o, incluso, que el running haya crecido como lo ha hecho. El fútbol sigue siendo el gran deporte del sector. Por todo lo que mueve y genera dentro y, sobre todo, fuera. Y aunque entre derechos de televisión, patrocinios, sueldos de las estrellas y venta de entradas, la venta de material deportivo tiene un peso relativo, es el deporte que, durante muchos años, ha mantenido viva a la tienda… y a muchas marcas. Lo que ahora hace el running o el Outdoor, el fútbol lleva haciéndolo décadas, sobre todo cuando el comercio no estaba tan especializado. No hay que olvidar que en los últimos años el fútbol está concentrando entre un 7% y un 8% del total de las ventas del sector, unos porcentajes muy importantes. La venta de calzado, por ejemplo, ronda lo dos millones de pares anuales –entre fútbol y fútbol sala, y a eso hay que sumarle las réplicas, las equipaciones y una larga lista de complementos. La elevada facturación de este deporte, más allá del volumen importante que tienen las réplicas, se explica, simplemente, analizando la gente que lo practica. Y no hablamos sólo de las más de 800.000 licencias que hay –y que, sin duda, ya dan una idea bastante clara de cómo pueden ir las ventas- sino, sobre todo, por los miles y miles de españoles que juegan en liguillas amateurs (algunas estimaciones apuntan a que más de 3 millones de personas podrían estar jugado a fútbol cada semana) o los centenares de miles de niños que, jueguen o no, quieren las botas que llevan sus ídolos. Sólo con estos datos, ya queda bastante claro que estamos ante un segmento que, además de ser fuerte, tiene un volumen de ventas muy estable, con mínimos importantes, que, difícilmente, irá a la baja. La base es muy fuerte y, aunque es cierto que hay una franja de edad, cuando los jóvenes acaban su etapa escolar, en la que el fútbol pierde mucho fuelle, especialmente en la venta de botas, la cantera siempre será sólida y asegurará muy buenas ventas a este segmento. Y además hay que tener en cuenta que el fútbol es, también, uno de los deportes que más dinero mueve entre los no practicantes. Con este panorama lo que es lógico es que el fútbol, además de ser un deporte con tanto peso dentro del global del sector, sea también un deporte muy estable. Estable y con poca probabilidades de que las cosas vayan a peor. Ha tenido y tendrá altibajos, pero nada importante, ni para bien ni para mal. Y a estas alturas nadie puede asegurar al 100% que podamos ESPECIAL FÚTBOL Nike y adidas juegan en otra liga donde la capacidad de inversión lo define todo. El interés está, ahora, en ver como evoluciona la liga que juegan otras marcas como Puma, Diadora, Mizuno, Lotto o las españolas Munich, Joma o Kelme, que llevan años haciendo un muy buen trabajo en este segmento Velocidad de crucero La gran baza del fútbol es que, ni a corto ni a medio plazo va a sufrir ninguna alteración destacable. Repuntes en años pares y las grandes peleándose por el trono mundial a base de talonario. Así serán los próximos años del fútbol, un deporte con muchas más posibilidades de crecer –aunque sea poco- que de perder cuota

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